Recursos para mitigar la mella psicológica

Alba Fernández Zamora es una de las psicólogas voluntarias que responde a las llamadas en la provincia de Segovia. El horario es amplio, de ocho de la mañana a siete de la tarde todos los días de la semana, incluidos domingos y festivos. «Estamos recibiendo muchas consultas, que, por supuesto, son anónimas y gratuitas. Vivimos una situación muy complicada en la que nuestros recursos personales se están viendo sobrepasados, y pedir ayuda es el primer paso para recibir el apoyo que necesitamos. Nosotros, los trabajadores y voluntarios de Cruz Roja, estamos encantados de poder acompañar, de poder dar apoyo emocional, de intervenir si la situación lo requiere», explica.

El confinamiento, la exposición de los sanitarios a un estrés laboral extremo, la pérdida de seres queridos, la propia enfermedad... La huella psicológica del coronavirus es y será profunda. «Se trata de una situación excepcional, que no tiene precedente, con factores que nos hacen más vulnerables, como el aislamiento social, la soledad, la incertidumbre, el miedo. La labor que hacemos pretende proporcionar, en la medida de lo posible, recursos, estrategias, pautas y apoyo emocional a todas aquellas personas que lo requieran», expone Alba, que subraya la conveniencia de distraerse y alejarse un poco de la realidad dominante: «Cuando atendemos llamadas de sanitarios o de ciudadanos en general que sufren el confinamiento hacemos hincapié en la necesidad de adoptar pautas de autocuidado. Es muy importante seguir unas rutinas de sueño, de alimentación, de emplearse en unas actividades que nos permitan distraernos y alejarnos de la carga emocional. Además, los sanitarios deben saber que su labor está siendo efectiva, que el esfuerzo diario que realizan está dando sus frutos, porque hay muchas personas que superan la enfermedad. Por su parte, la población en general ha de valorar que quedarse en casa también está sirviendo para algo muy importante: contener la progresión del coronavirus».

Los psicólogos como Alba Fernández Zamora tienen muy claros los efectos que puede acarrear en una persona el largo confinamiento al que la población se está viendo sometida: «La apatía, la tristeza, el insomnio, la pérdida del apetito, la aparición de ideas obsesivas y pensamientos rumiativos son algunos de los problemas que una persona puede sufrir durante un aislamiento social como este, sobre todo si está sola. Por ello recomendamos estar lo menos aislados posible dentro del aislamiento. Mantener contacto telefónico por videollamada con personas que suelen ser importantes en nuestro día a día y hacer el esfuerzo diario de sentirnos dentro del grupo es fundamental para paliar ese sentimiento de soledad que en estos momentos se está disparando».

La mayoría de los usuarios que llaman al teléfono que Cruz Roja Segovia ha habilitado para prestar este apoyo psicosocial (921 440 202 de lunes a viernes y 608 929 921 domingos y festivos) son mayores que viven solos. «Pertenecen a un colectivo muy vulnerable, especialmente expuesto a la enfermedad, y necesitan ayuda. Dedicamos mucho tiempo a acompañarlos y seguimos sus casos porque procuramos estar en contacto con ellos todos los días. Es muy importante generar un vínculo y ofrecerles pautas que les sirvan para afrontar mejor esta situación», observa Alba.

Ayudar a combatir el miedo es otro de los objetivos de la atención telefónica: «El miedo y el pánico son emociones muy fuertes que debemos combatir con prevención. Para evitar sentir miedo es preciso alejarse de la sobreinformación y pensar en los efectos positivos del confinamiento, que quedándonos en casa estamos haciendo las cosas bien. Seguir las rutinas de siempre es básico para alejarse de los pensamientos negativos o catastrofistas».