Segovia

La recogida del Banco de Alimentos asegurará el 65% de los víveres para el verano

Es una apuesta por la solidaridad «sencilla», pero «muy necesaria», remarca el presidente del Banco de Alimentos de Segovia, Rufo Sanz. El más de medio centenar de voluntarios de la organización, ataviados con los distintivos chalecos azules, ya están presentes en las principales cadenas de supermercados repartidas por el territorio desde este viernes, cuando se inició la recogida.

«Confiamos en que la respuesta de la población va a ser muy positiva, los segovianos siempre son muy solidarios», especifica. Hay varios ejemplos que corroboran este hecho en los últimos tiempos, como es el apoyo que recibió la organización en los peores meses de la pandemia y, sobre todo, a partir de la subida de precios a raíz del conflicto en Ucrania.

Las donaciones descienden de forma significativa en el periodo estival, por ello se hace necesario poner en marcha una acción dirigida a recabar los alimentos o aportaciones económicas necesarias para permitir a muchas familias llenar la despensa. «Esperamos asegurar entre un 60% y 70% de víveres y así atender las necesidades, aunque no lleguemos al cien por cien», señala el presidente. Junto a la llamada de colaboración en Navidad, la presente campaña se constituye como uno de los momentos mas destacados en el calendario a la hora de dar un impulso a los ingresos de fondos para el Banco de Alimentos.

A lo largo de 2023, se recaudaron cerca de 50.000 euros para la compra de provisiones. De este modo, la de Segovia se convierte en una de las 11 sedes de las más de 50 existentes a nivel nacional que aumenta la cuantía de la ayuda obtenida respecto al año anterior, cuando se contabilizaron 37.000 euros, según las cuentas anuales que publica la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal). Es un dato relevante, ya que la inflación ha repercutido tanto en la cesta de la compra como en el bolsillo de las empresas y particulares, que estrecha sus posibilidades de participar en estas propuestas.

Cada céntimo cuenta. Sobre todo ahora, que ha finalizado la ayuda europea que se otorgaba a la entidad para la compra y distribución de la comida. A cambio, pronto entrarán en vigor las tarjetas monedero para comprar víveres de primera necesidad y artículos de higiene, cuya gestión para el reparto e implementación recae en Cruz Roja.

Los alimentos se han encarecido de media un 40% en los últimos tres años, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Numerosas provisiones que rebasan esta cifra, como es el aceite de oliva, el azúcar, los huevos y el arroz. De ahí que estos hayan sido algunos de los productos más necesitados por las familias sin recursos, pero menos usuales en las mesas colocadas en los puntos de recogida.

A día de hoy, la entidad segoviana da respuesta a cerca de 3.000 personas sin recursos, según recoge el plan Redabal, financiado con fondos europeos. Pero el número de beneficiarios no ha dejado de crecer. Desde enero, las solicitudes de ayuda se han disparado «entre un 15% y 20%», estima Sanz. La buena noticia es que «podemos hacer frente a ello, pues tenemos un respaldo basado en la logística nacional».

Con ello se refiere a que «si en León se producen lentejas y Valladolid tiene mermeladas, aquí hay mazorcas: hacemos un intercambio y es posible cubrir todas las zonas», explica. A lo largo de los últimos doce meses, se han distribuido más de 140.000 kilos de alimentos por valor de 250.000 euros, lo que coloca a Segovia por encima de otras provincias regionales como Soria, Palencia o Zamora.

Hasta 23 asociaciones organizaciones asociadas se encargan de llevar a cabo el reparto. «Hacen una labor muy importante, pues desgraciadamente, en pleno 2024, hay muchas familias que pasan hambre. La alimentación es una de las cosas fundamentales que no debería faltar a nadie y, sin embargo, escasea en muchos hogares», concluye el portavoz del Banco de Alimentos de Segovia.