Segovia

El Banco de Alimentos, abrumado al recibir «toneladas» de solidaridad

No llegó a faltar nada gracias a la logística de apoyo que existe entre bancos. Las donaciones inmediatas desde Valladolid, Ponferrada y otros territorios «nos arroparon para seguir atendiendo a los desfavorecidos», subraya el presidente provincial del Banco de Alimentos, Rufo Sanz. Sin embargo, el gran cúmulo de solidaridad, que en este caso se mide en kilos y litros, ha llegado estos últimos días sobre todo con denominación de origen segoviana.

«Nos hemos quedado desbordados», sostiene Sanz. El disgusto y la resignación aún no se han disipado, pero días después del desafortunado suceso, el presidente anuncia, aliviado, que todos los enseres básicos sustraídos se van a poder reponer en cuestión de días. «Sin lugar a dudas», declara. Pese al contexto de inflación y a que los productos robados fueron los más caros, como el aceite, cientos de personas ya han realizado su aportación.

Desde Ayllón al Real Sitio de San Ildefonso, pasando por San Cristóbal de Segovia, Palazuelos de Eresma, Torrecaballeros, Navas de Oro, Riofrío y Coca, se han organizado colectas de alimentos no perecederos y productos de higiene que se prolongarán durante toda la semana. En Segovia capital hay un punto de recogida en el mercado de La Albuera hasta el 6 de mayo, la Asociación 1 de Mayo del barrio de San José hará acopio el 28 de abril y la Banda de Cornetas y Tambores La Flagelación, el día 30. También se suma a esta iniciativa Hotuse e incluso negocios de otras provincias, como Ávila.

La Fundación Reina Sofía financiará la reposición de las pérdidas de productos, valoradas en 15.000 euros, según anunció este lunes. «Ha sido una llamada de mucho calado», insiste Rufo. En cuanto a los ordenadores e impresora sustraídos, «será más difícil recuperarlos». Lo mismo sucede con el gran furgón, ya que por el momento hacen uso de un vehículo y conductor cedidos por la Junta.

«Hay que dar la enhorabuena a la gente y empresas, en Segovia la solidaridad es importantísima», declara el presidente. Cada vez que se organizan recogidas de alimentos, «siempre quedamos en segundo o tercer puesto aún sin tener habitantes para eso», se enorgullece.

La investigación del suceso mantiene las líneas abiertas, tan solo se conoce que los delincuentes forzaron la puerta de entrada y tuvieron problemas para abrir la portada grande. Además, hubo suerte de que los ladrones no sabían utilizar el elevador. «Cuando entramos parecía más un estercolero que un banco, había arroz mezclado con legumbres por el suelo, no pudimos salvar nada», concluye Sanz.