Segovia

Pueblos asolados por el Duratón reclaman mayor coordinación ante inundaciones «evitables»

«No es normal lo que ha sucedido, se les ha ido de las manos», considera el regidor carrascaleño, Gabriel Pérez. El anejo de Burgomillodo se ha llevado la peor parte. Este martes quedaban importantes rastros de las inundaciones en los alrededores. «Hay zonas a las que todavía no hemos podido acceder: el perjuicio económico va a ser importante», expresa, después de haber sido notificado estos días de continuos cortes de carretera y de aumentos progresivos del caudal vertido del pantano.

Hace justo una semana, recibieron un aviso por parte de Emergencias 112 y la CHD de que se iba a proceder a la suelta de agua para el alivio del embalse de Burgomillodo. «Nos llamaron cuando las compuertas ya se habían abierto, sin tener tiempo de actuación», subraya Pérez. Esto obligó a restringir en tiempo récord la circulación en la carretera SG-V-2411, que conecta con el municipio de cabecera, lo que luego se prolongó a la conexión entre Carrascal y Navalilla. «Se soltaron 55 metros cúbicos por segundo, es bastante», explica.

Pero lo peor aún estaba por venir. El cauce recuperó sus niveles normales el miércoles, pero en la madrugada del jueves «empezaron a desembalsar sin previo aviso». El río se desbordó hasta la carretera y «casi hubo un percance personal por un accidente; abrieron sin contar con nadie y tuvimos que cortar nosotros el tráfico», relata.

Al día siguiente, entre las 22:00 y 7:00 horas, se sucedieron unas doce llamadas para informar de que «iban a soltar cada vez un poco más de agua». En anteriores crecidas, el vertido era de unos 30 metros cúbicos por segundo. «Esta vez llegamos a los 180, es una barbaridad», sostiene el alcalde. Todo ello cuando «no se produjo ningún fenómeno meteorológico adverso de gran calado», añade.

El temor se apoderó de los vecinos de la parte baja del Duratón. El aumento del caudal se hizo notar en Carrascal del Río una hora y media después desde el desembalse, y corrió río abajo por los pueblos vecinos. Cobos de Fuentidueña no tuvieron noticias por parte de la CHD. «Estamos indignados, dolidos y enfadados, nos hemos enterado de las avenidas por otros alcaldes», lamenta su regidora, Mónica de la Fuente.

En Fuentidueña la situación fue similar. «No hemos recibido ninguna comunicación, ni de la empresa gestora ni de la CHD», puntualiza Antonio Martín, al frente del Ayuntamiento, quien también estuvo vigilante del embalse de Las Vencías. Por su parte, el alcalde de San Miguel de Bernuy, José María Bravo, afirma que los protocolos de avisos para nada fueron «efectivos». «Nunca había visto tanto descontrol y tanta imprevisión como ahora, todo ello cuando sabíamos perfectamente los cuadrantes meteorológicos», indica.

Las inundaciones «se podían haber evitado», insisten los cuatro municipios, quienes ahora buscan responsabilidades ante lo que consideran el peor desembalse de los últimos tiempos. «Hay vecinos de más de 85 años que dice que esto no lo había visto en la vida», concreta Pérez. El regidor atribuye a Naturgy una falta de previsión e, incluso, «dejadez» a la hora de «haber organizado la apertura de las compuertas de una forma correcta y continuada».

«No entiendo cómo el pantano se puede controlar desde Galicia», especifica, a la vez que De la Fuente, Bravo y Martín reconocen que en anteriores crecidas hubo mayor coordinación entre la empresa gestora y la CHD en la suelta de agua, que fue más progresiva y constante, lo que evitó mayores perjuicios. Ahora, «ambos dicen que se han cumplido los protocolos de evacuación de forma correcta y no se responsabilizan de nada, se echan la culpa unos a otros», determina el alcalde carrascaleño.

La propia CHD, que no ha realizado declaraciones sobre esta cuestión, remarcó la pasada semana que los embalses de Burgomillodo y de Las Vencías no son de titularidad estatal, por lo que la explotación «no está encomendada» al propio organismo. Entre sus funciones sí que se incluye la elaboración de avisos hidrológicos y las comunicaciones de medidas y previsiones de caudales a otras administraciones. El delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, anunció que se reforzarán los canales de avisos de esta entidad para «lograr una mayor efectividad».

Los caminos, parcelas y márgenes anegados hasta el momento son la justificación que los regidores emplean para concluir que, en caso de que los planes de actuación sean correctos, «en ningún caso son suficientes». Por tanto, urgen una reunión conjunta tanto con Naturgy como con la CHD para «revisar y adecuar» los protocolos correspondientes, y sobre todo para obtener una respuesta de lo sucedido.

Asimismo, ya se ha programado un encuentro para los próximos días entre los cuatro municipios segovianos anegados por el Duratón, a los que se suman los vallisoletanos Rábano y Peñafiel. «Vamos a luchar para que nos devuelvan nuestro paraje», concluye Pérez.