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Celda dedicada a la Prisión Central de Mujeres que en los años cuarenta y cincuenta acogió la cárcel de Segovia. Antonio de Torre
Segovia

Una prisión con memoria

La antigua cárcel completa con nuevas salas el Memorial Democrático inaugurado hace unos años

Carlos Álvaro

Segovia

Lunes, 1 de abril 2024, 14:04

Algunas de las celdas de La Cárcel_Centro de Creación albergan desde hace días el llamado Memorial Democrático, exposición permanente que perpetúa el recuerdo de los hombres y las mujeres en su día encarcelados en esta antigua prisión situada en la avenida Juan Carlos I, especialmente aquellos que fueron condenados por motivos ideológicos. Ya en 2019 se inauguraron dos celdas para albergar contenido histórico y en esta segunda fase se han habilitado otras cinco. El Memorial ha sido posible gracias a un exhaustivo y riguroso trabajo de documentación realizado por los historiadores Santiago Vega Sombría y Juan Carlos García Funes, del Foro por la Memoria, pero también por el artista Christian Hugo Martín, que ha dispuesto una magnífica puesta en escena en el interior de las siete celdas, hoy convertidas en centro de memoria de obligada visita.

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Las salas transformadas en 2019 están dedicadas al periodo de la Guerra Civil y la posguerra. En ellas figuran los nombres de los casi tres mil segovianos que estuvieron presos en este lugar entre 1936 y 1946. Las últimas cinco celdas habilitadas se adentran en los dos usos principales que el edificio tuvo después de la posguerra, el de prisión estatal de mujeres (1946-1956) y el de cárcel de presos políticos hombres, especialmente vinculados al sindicalismo, entre 1969 y los albores de la democracia. También hay una celda ambientada en 1939, que muestra las deplorables condiciones en que vivían los presos en la inmediata posguerra, cuando las cárceles de Franco estaban llenas de presos políticos. «Pretendemos con ello que el visitante pueda ponerse en la piel de quienes estaban aquí encerrados. En una de estas celdas podía llegar a haber hasta nueve personas, en función de la ocupación, que por entonces era muy elevada», apunta Santiago Vega Sombría.

Santiago Vega Sombría. A. de Torre

La reproducción de fotografías, cartas, recortes de prensa y otros documentos da testimonio de aquellas personas que sufrieron la privación de libertad, pero también de una época marcada por el rigor de una dictadura que actuó sin piedad alguna. El material documental expuesto pende de los hierros que Christian Hugo Martín ha distribuido en el interior de las celdas. El artista ha tenido que restaurar muchas de las fotos que los historiadores han conseguido para poder ampliarlas e imprimirlas. «Unas estaban devastadas por el tiempo, otras eras muy pequeñas... He tenido incluso que redibujar algunos rostros... Ha sido un trabajo artesanal», señala. Una vez restaurados, el artista imprimió los archivos fotográficos sobre grandes planchas de aluminio, algunas de ellas de 2,80x 1,40 metros, método que garantiza su conservación en el tiempo. Una iluminación expresamente diseñada para estos espacios completa un trabajo digno de ser visitado. «Me encantaría que estuviera abierto y se pudiera visitar. Creo que a todos los segovianos puede interesarles por el contenido cultural, histórico y humano que posee», señala el pintor.

La antigua prisión provincial entró en funcionamiento en 1924. «Fue reformatorio de mujeres, hasta que en el periodo republicano, Victoria Kent lo transformó en asilo penitenciario para presos ancianos y tuberculosos y cárcel para presos comunes. Como sanatorio antituberculoso permaneció hasta la posguerra. En 1946, se transformó en prisión central de mujeres. De hecho, albergó el mayor contingente de luchadoras antifranquistas españolas, que convirtieron la prisión de Segovia en un centro de formación política y cultural clandestino. La mayorías de ellas fueron detenidas por organizar el Partido Comunista, fundamentalmente, y colaborar en la lucha guerrillera. Hemos podido identificar a más de trescientas presas políticas», explica Vega Sombría.

Documentos expuestos en el Memorial. A. de Torre

Estas mujeres protagonizaron un motín, en enero de 1949, en solidaridad con una de las internas, castigada por decir que estaban presas por luchar contra Franco. «Todo ocurrió durante la visita de una abogada chilena, que llegó acompañada de altos cargos. Mientras hacían el recorrido por la prisión, preguntaron a una de las presas, Pilar Claudín, la razón por la que estaba en la cárcel. 'Por luchar contra Franco', respondió. Rápidamente saltó otra interna, Mercedes Gómez, corroborando la afirmación: 'Y todas las que estamos aquí también'. El director de la prisión zanjó la historia, pero cuando se fue la abogada, a la hora de la siesta, aislaron a Mercedes Gómez. Las demás se enteraron y empezó el jaleo, el plante y hablaron de hacer una huelga de hambre. Tuvieron que acudir funcionarios hombres de la prisión provincial, que estaba en el edificio de al lado, hoy desaparecido, para reducirlas. Como no pudieron aislarlas (eran 150, todas las presas políticas), las distribuyeron por las celdas de abajo, las más húmedas, y les quitaron los jergones, para que durmieran en el suelo. También las privaron de sus labores, que para ellas era entretenimiento y fuente de ingresos», relata el historiador.

A la izquierda, Marcelino Camacho. El Norte

Desde 1969, las mismas celdas volvieron a ser destino de numerosos presos políticos, muchos de ellos vinculados al sindicalismo, como Marcelino Camacho, Víctor Díaz Cardiel, Gerardo Iglesias u Horacio Fernández Iguanzo. La cárcel de Segovia fue tristemente célebre por la dureza de sus condiciones, el frío y la humedad. «La dictadura detuvo y condenó por ideas políticas hasta el final. En el tardofranquismo, hubo miles de detenciones y condenas por razones políticas».

La mayoría de las fotos expuestas en el Memorial corresponden a esta prisión. Los historiadores han consultado en el Archivo Histórico del Partido Comunista de España todos los informes sobre la Prisión Central de Mujeres (1946-1956) y el Centro Penitenciario de Cumplimiento (1969-1977). Numerosas instituciones y particulares han aportado infinidad de documentos. Pero el esfuerzo ha merecido la pena. Solo falta que el público tenga acceso y pueda verlo porque posee un interés cultural extraordinario. También se trata de una iniciativa pionera en España, pues «transforma la estructura de una instalación emblemática relacionada con la represión franquista en una exposición permanente que contextualiza y explica qué ocurrió tras sus muros», señalan fuentes de Izquierda Unida, grupo político que en su día impulsó la creación del Memorial.

IU y PSOE piden un calendario de visitas

Izquierda Unida ha pedido al gobierno municipal que establezca un calendario de visitas al Memorial Democrático porque «pone a Segovia en el mapa de la recuperación de la memoria democrática y la dignificación de las víctimas de la dictadura», en palabras de la concejala de IU, Ana Peñalosa. También lo ha hecho la portavoz del grupo municipal socialista, Clara Martín, con la esperanza de que el PP impulse «con determinación» el Memoria Democrático «en una línea de trabajo en favor de la cultura y la educación, del conocimiento de nuestra historia y en defensa de los valores democráticos, frente a las ideas totalitarias, populistas y negacionistas». Por su parte, el grupo Vox pidió en un pleno que el Memorial honre también la memoria de las víctimas pertenecientes al bando franquista. Representantes de PP, PSOE e IU acudieron a la inauguración de las nuevas celdas.

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