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Cuando a comienzos del siglo XXI el Ayuntamiento de Segovia iniciaba la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), las previsiones contemplaban un ciudad de unos 120.000 habitantes. Unas estimaciones que suponían duplicar la población existente con la construcción público o privada de más de 10.000 viviendas nuevas en distintos puntos de la ciudad.
El Plan General de Ordenación Urbana de 2008, vigente en la actualidad, insistió en esas previsiones en un contexto de crecimiento que la crisis económica se encargó de volar por los aires. Pero aquellos planeamientos siguen sobre el papel, aunque la alcaldesa de la ciudad, Clara Martín, ya ha advertido de que la futura revisión del PGOU debe apostar por crecimientos «realistas».
El crecimiento urbanístico de la ciudad estaba basado a comienzos de siglo en el desarrollo de varios sectores de suelo. Prado Bonal, el Velódromo, Juarrillos Norte, los sectores A y B (Palazuelos y Eresma Alto) o el sector Plaza de Toros eran los más importantes. De todos ellos, tan solo el situado en el nuevo barrio de Comunidad de Ciudad y Tierra se ha convertido en realidad dos decenios después. Y no por completo.
La tramitación del sector Plaza de Toros comenzó en 1991, aunque su plan parcial no se aprobó hasta el año 2000 con la previsión de construir alrededor de 1.500 viviendas en una superficie de 148.000 euros metros cuadrados. Casi un decenio después comenzaron las obras de urbanización y el desarrollo del sector, que avanzó en la segunda década del siglo XXI. En la actualidad son varias las promociones que se ejecutan en la zona, con alrededor de 600 viviendas todavía pendientes de su construcción.
Como sector de suelo urbanizable, las áreas A y B, situadas entre los barrios de La Albuera y Nueva Segovia, también están listas para su desarrollo con la opción de construir alrededor de 5.000 viviendas. No obstante, las juntas de compensación ya han transmitido al Ayuntamiento su intención de realizar cambios en el planeamiento de la zona, por lo que no se espera su desarrollo ni a corto ni a medio plazo.
Tampoco se esperan cambios inmediatos el sector Prado Bonal. Situado en las parcelas ubicadas entre el barrio de Nueva Segovia, la SG-20 y la carretera de San Rafael, este sector de suelo recoge la posibilidad de construir más de 2.500 pisos en una zona en la que se preveía la construcción del proyecto íntegro del Círculo de las Artes y la Tecnología (CAT), reducido en la actualidad al edificio CIDE.
Más allá de la SG-20, todavía en término municipal de Segovia, se halla el sector denominado Juarrillos Norte. Se trata de un sector que ya en 2009 se esperaba que tuviera un desarrollo largo y prolijo. Ubicado en el entorno de la estación del Ave, entre la SG-20, la autopista AP-61 y el Cordel de Santillana, iba a dar cabida a 4.668 viviendas de las que un 35% serían de protección pública. En esta zona se reservaba un terreno de 129.000 metros cuadrados para la construcción de un nuevo hospital público, así como para colegios, institutos o centros de salud. En el contexto socioeconómico actual se considera que su desarrollo es imposible.
Más próximos al núcleo urbano de Segovia capital se encuentran otros sectores de suelo donde se prevé la construcción de viviendas. Es el caso de la parcela del antiguo Regimiento, una zona de la ciudad donde están previstas hasta 127 viviendas, de las que un 55% pertenecerán al Ministerio de Defensa. La alcaldesa de la ciudad, Clara Martín, declaró a finales del pasado año que en los presupuestos de 2023 (todavía sin presentar) se iba a incluir una partida económica para poder iniciar los trabajos urbanización y reparcelación del sector, un proceso que permitirá definir las parcelas de cada uno de los propietarios. En una situación parecida, aunque todavía en una fase más inicial, se encuentra el proyecto que pretende construir medio centenar de viviendas públicas en la parcela de los antiguos bomberos de Segovia.
Otros dos sectores situados a las afueras del núcleo urbano de la capital segoviana llevan años atascados sin visos de ser desbloqueados a corto o medio plazo. Se trata del sector del Velódromo, ubicado en las proximidades de la actual estación de autobuses; y el sector de Baterías, la parcela en forma de triángulo situada tras la gasolinera de la glorieta del Pastor.
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En el caso del primero de ellos, a comienzos de siglo, anunciaba la construcción de 350 viviendas de lujo en el barrio de San Millán en una parcela de 50.000 metros cuadrados donde también se contemplaba la opción de construir un auditorio o palacio de exposiciones. Se esperaba su desarrollo con la entrada en vigor del Plan General de Ordenación Urbana, pero el proyecto acabó en los tribunales y con una parte importante de las parcelas propiedad de la Sareb.
En el triángulo de Baterías había proyectadas otras setenta casas de protección oficial que debían ser ejecutadas por vposegovia.com, ya que este desarrollo iba de la mano de la ejecución de otra promoción en el barrio de Comunidad de Ciudad y Tierra. La empresa sí que ejecutó el bloque de viviendas en el sector Plaza de Toros, pero descartó el de Batería por el importante desembolso económico que tendría que abonar para rebajar la roca existente y nivelar la zona. El Ayuntamiento de Segovia anunció sanciones para la empresa y contempla nuevos usos, distintos al residencial, para esa zona situada en la salida de la ciudad.
La Junta de Castilla y León, por su parte, mantiene dos proyectos de construcción de viviendas en la capital segoviana. Uno, en una parcela del barrio de Comunidad de Ciudad y Tierra, donde espera invertir más de 6 millones de euros (la mitad de la financiación procede de fondos europeos) para la construcción de cien viviendas colaborativas destinadas a jóvenes. En este caso, y al contar con financiación europea, las casas deben estar ejecutadas antes de 2026.
Este proyecto es el prioritario para la Administración autonómica, que mantiene guardado en el cajón el desarrollo del sector de Las Lastras y la construcción de 360 viviendas públicas. Se trata de la prácticamente la mitad de casas previstas en un primer momento por la Junta de Castilla y León en un proyecto cuyo convenio de urbanización fue aprobado en 2009.
Otras zonas de la ciudad también contemplan la construcción de viviendas. De hecho, la alcaldesa, Clara Martín, es partidaria de apostar por el desarrollo de estos sectores de suelo urbano no consolidado antes que por expandir la ciudad por el este por el sur (sectores A y B y Prado Bonal).
Es el caso de las posibilidades que ofrece la futura reordenación urbana del barrio de La Albuera y que conectará las calles Marqués de Lozoya, Tours y Valencia. El convenio, que consiste en reorganizar la estructura urbana de esta zona de La Albuera con el cierre de la calle Marqués de Lozoya, que ahora mismo acaba en un fondo de saco, para unirla con la calle Tours, también incluye la construcción de viviendas en el entorno de esta calle.
Por último, Martín también señala las posibilidades que ofrece el planeamiento urbanístico en el barrio de San Lorenzo. En concreto, señala a la calle Novillos (la situada junto al centro de salud) y su conexión con la calle Gascos. Se trata de una zona con varias parcelas disponibles para la construcción de viviendas de pequeña altura.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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