«No hemos podido hacer justicia a Olivia. El Estado nos invisibiliza y lo tapa»

Este sábado, Torrecaballeros, la localidad segoviana en la que la pequeña 'pirata', como la conocían cariñosamente sus familiares, amigos, vecinos y compañeros de clase que la querían bien, ha rendido un emocionante homenaje a Olivia en el segundo aniversario de su asesinato. Con un cielo encapotado y plúmbeo que parecía apenarse también al recordar la sonrisa de la niña cuando jugaba y correteaba precisamente en el mismo lugar donde ha tenido lugar el sentido tributo. Más de medio centenar de personas se han unido al padre, a su pareja, a sus tíos, abuelos y primos, algunas sin poder contener otra vez más lágrimas que ya derramaron cuando se produjo la trágica muerte de la niña.

Por desgracia, aquel 31 de octubre de 2022 permanecerá grabado en la memoria colectiva, por desgracia, a fuego. El Ayuntamiento de Torrecaballeros, con el alcalde Rubén García de Andrés como representante y voz de este municipio del alfoz de Segovia, ha trasladado en el homenaje de este sábado el respaldo del pueblo que echa de menos a la 'pirata'. Ante la escultura que la recuerda como capitana de un barco, con un mural al fondo que reza el lema 'Vuela alto y libre' y el complejo deportivo bautizado con el nombre de Olivia, las voces entrecortadas han insistido en agradecer el apoyo mostrado por quienes han asistido y a quienes no han podido acudir. «Siento orgullo de Torrecaballeros», esgrimía Eugenio García antes de que la memoria de su hija parara y silenciara durante cinco minutos la vida en un espacio dedicado al júbilo y al juego.

«Cada año es doloroso», confesaba el padre. Pero no solo el calendario le recuerda que Olivia ya no está, que se la arrebató un cóctel mortal de medicamentos que le administró su madre, sino que el calvario hace mella cada vez que ve a unos niños jugando en un patio o yendo al colegio. Ahí tenía que estar su 'pirata'. «La ausencia se nota cada vez más», reconoce Eugenio García en un duelo que parece eterno. Frente a ese luto permanente, «no hay gracias suficientes» para abrazar a cuantos les apoyan.

Es cruel que su hija sea un recuerdo. «En el día a día te falta lo más común», que es su retoño. Asume que «se va aprendiendo a convivir con ello». Hace lo posible para que sea así, aunque «al principio caminabas desorientado». Tiene brújulas de afecto como las demostradas en el homenaje de este sábado en Torrecaballeros.

La melancolía se torna indignación, pero la rabia es de tristeza. Su tono al hablar, escueto, del proceso que vino tras el asesinato de Olivia denota esa pesadumbre enfadada. El suicidio, en septiembre del año pasado, de la madre cuando estaba encarcelada en el centro penitenciario de Asturias fue otro golpe duro que ha tenido que encajar. «Era culpable» de haber matado a su hija, subraya Eugenio García. Todo lo que ha venido después ha sido otra 'condena' a mayores para él y la familia. «El Estado no se hace cargo» de nosotros, que «somos las víctimas».

Critica el sistema instaurado. «Ni siquiera hay indemnizaciones en este caso, ni te dan apoyo psicológico», se lamenta. El progenitor prefiere omitir lo que piensa del Ministerio de Igualdad. Con el silencio ya dice deja claro su pensamiento. Y con el de Justicia, tres cuarto de lo mismo. «Es una vergüenza». Tras el suicidio de la madre «no se ha podido hacer justicia, el Estado nos invisibiliza y lo tapa», sentencia Eugenio García contra el agravio que siente.

A los cinco minutos en memoria de la pequeña 'pirata' también se han unido representantes municipales de localidades vecinas, como La Lastrilla o Palazuelos de Eresma, entre otros. El alcalde de Torrecaballeros ha manifestado que los tributos a Olivia se repetirán las veces que haga falta para no olvidar su sonrisa y para reivindicar que una tragedia así no se vuelva a repetir.. El pueblo «estuvo, está y va a continuar estando como, cuando y hasta cuando queráis», ha transmitido García de Andrés a la familia.

«No estamos para reabrir heridas, sino para reconfortar, ayudar y sanar», ha declarado el regidor, quien ha hecho hincapié en que «todos somos responsables de que una barbaridad como la que ha pasado no vuelva a ocurrir».