Fue un domingo con una mañana primaveral que, en condiciones normales, habría abarrotado calles y terrazas de vecinos y turistas. Pero el llamamiento a la ciudadanía a quedarse en casa y los cierres generalizados de comercios, bares y otros locales, tras el decreto de estado de alarma. dejaron prácticamente desiertas las calles de Segovia. Personas caminando solas, para comprar el pan o el periódico, o paseando a sus perro fueron las imágenes de una jornada tranquila. Si los caminantes se cruzaban con alguien conocido, un saludo cordial pero con metros de distancia, y si en el quiosco o en la panadería había otro cliente antes, se mantenía una distancia prudente o incluso se esperaba fuera del establecimiento. Y los que andaban por la calle sin la barra de pan o el periódico debajo del brazo lo hacían para ir a misa –también con distancia de seguridad entre los fieles en los templos– o con la correa en la mano para pasear a la mascota.
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Consejos y recomendaciones
«Está siendo como un domingo normal y corriente», afirmó Patricia Pamores, del quiosco de la Avenida del Acueducto. «Para mí ha sido una mañana normal. Han venido todos mis clientes fijos, pero compran más prensa local y menos deportiva», comenta la quiosquera Pilar Jiménez. Elisabeth García, que regenta una tienda de alimentación, dulces y golosinas en San Francisco, indicó que la gente acudía para comprar lo básico: «Pan y poco más».
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