Patrimonio autoriza la continuidad de los trabajos arqueológicos en San Francisco

Entre los trabajos que se van realizando, no faltan los estudios arqueológicos, que continuarán próximamente, pues la Comisión Territorial de Patrimonio ha autorizado una nueva intervención en el espacio del convento, en la que se estudiará la posible continuación de los muros que fueron documentados en excavaciones anteriores. Para ello, se plantea una nueva excavación, en la que se comprobará la extensión de las crujías oeste y norte de lo que se supone que fue un patio de servicio.

En primer lugar se realizará un desbroce general de la zona, poniendo especial cuidado en el muro superficial paralelo al muro de cierre actual, ya que podría remontarse hasta el siglo XVI, según los estudios realizados hasta el momento. Más tarde, se llevarán a cabo labores de limpieza para reconsiderar los sondeos hechos el año pasado, antes de excavar.

Y es que el área de Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento de Cuéllar continúa al mismo tiempo elaborando el plan director de San Francisco, el medio a través del cual se coordinan los trabajos topográficos y arqueológicos que se están realizando y documentando, llevando a cabo un análisis de cómo era y es San Francisco, para, en función de los resultados, sentar las bases del futuro proyecto. La redacción del documento corre a cargo del estudio de arquitectura Hermanos Nieto, de Cuéllar.

La continuidad de los trabajos arqueológicos que se llevan a cabo en el monumento son necesarios para proseguir con el proyecto, pero también suponen una oportunidad de conocer y dar a conocer a los vecinos cómo era San Francisco y su importancia futura como centro de la actividad cultural y de eventos de la localidad. El equipo de gobierno del Ayuntamiento destaca en todo momento el valor que tiene poder recuperar un monumento de estas características para la cultura en el centro de la villa.

Desde que se iniciaron los trabajos, además de la limpieza del convento y la huerta, se ha desarrollado un estudio histórico, la catalogación de los restos conservados del antiguo monasterio y la excavación de varios sondeos arqueológicos en el espacio que se destinaba a huerta en su día. En la catalogación se apunta a una transformación del cuerpo del convento organizado en torno al primer claustro como fábrica de achicoria, además de los expolios de finales del siglo XIX y principios del XX, lo que derivaron en una reducida presencia de elementos.