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El Ayuntamiento plantea retrasar las obras de la calle Rosario hasta septiembre

Las ruinas han sido documentadas en un informe y, posteriormente, tapadas para continuar con las obras. La posibilidad de que algo similar ocurra en la calle Rosario es patente, a lo que se sumaría que la empresa constructora estará de vacaciones durante varias semanas en el mes de agosto. Existe la posibilidad de que durante las fiestas esta vía, perpendicular a una de las principales por las que pasa el encierro, permanezca cortada.

Por el momento no se ha tomado ninguna decisión al respecto. Los plazos dependen de la conclusión de las obras del cruce de San Francisco y la calle Rosario, porque las tres se licitaron en un mismo paquete, que también comenzó con algo de retraso. Se realizó un primer concurso que concluyó sin ofertas, por lo que tuvieron que realizar una modificación mínima del proyecto, excluyendo la parte en la que se pretendía intervenir en el margen derecho del cruce, para así apurar los plazos.

En total el proyecto alcanza una inversión aproximada de 140.000 euros, incluyendo la redacción, direcciones de obra y la propia ejecución material. De este importe, la mitad está financiado por la Diputación Provincial de Segovia con cargo al Plan de Ayudas a Inversiones Municipales (PAIM), lo que también condiciona la ejecución de los plazos previstos.

En los tres espacios, la obra se centra en el cambio de redes y realizar un nuevo pavimento con adoquín y encintado en piedra. Incluye también un paso de cebra en el cruce de San Francisco, que ya se ha ejecutado, por lo que la obra en este espacio está próxima a su conclusión. En las calles Espronceda y Rosario el sistema de realización de obras previsto es similar al que se ha hecho en otras vías de la localidad. Supone la demolición de la calzada existente, sustitución y cambio de todos los suministros y servicios y la instalación de adoquín y encintado.

En el caso de la calle Espronceda, donde ya se están cambiando las instalaciones, se construirá una calzada de adoquín con aceras al mismo rasante, que se delimitan con un bordillo en piedra. Un reborde que, en el caso de la calle Rosario, se situará en el centro de la vía, ya que se trata de un vial estrecho y se ha optado por esta solución para tener la pendiente del agua en el centro.

Con las mejoras en estos tres espacios se trata de dar continuidad a las inversiones en pavimentaciones de calles que ya han realizado en el casco histórico, teniendo en cuenta que las dos calles se encuentran junto a otras arregladas. Además, en el cruce de San Francisco se daba una situación extraña, con un zigzag en el encintado, que en su momento quedó sin concluir.

La conclusión de la obra de San Francisco supondrá la vuelta al sentido de circulación habitual de la calle Parras, que en estos momentos es ascendente, con el fin de poder dar acceso a los vecinos residentes de las calles Muralla y Herreros, pero la decisión se tomará cuando finalice la ejecución.