Teresa y Blasa, pacientes del Hospital de Día de Geriatría de Segovia, realizan unas terapias diseñadas para sus tratamientos respectivos. Óscar Costa
Sanidad

El 65% de los pacientes que reciben terapia en el Hospital de Día de Geriatría mejoran

El recurso del complejo asistencial de Segovia, cuyo objetivo es la recuperación funcional, es único y un referente en Castilla y León

Miércoles, 23 de noviembre 2022, 07:23

«Cuando cerró por la covid, temíamos que nunca más fuera a reabrir». Yolanda Campo trabaja desde hace más de veinte años con ancianos, les cuida y vela por ellos. Cuando se dirigen a ella y le confiesan que es «lo mejor que me ha ... pasado», se emociona. Tenía que estar acostumbrada porque suelen repetírselo. La terapeuta ocupacional conjuga en pasado aquella desazón por no volver a juntarse con pacientes tan agradecidos.

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La zozobra se disipó cuando ella y todo el equipo del Hospital de Día de Geriatría comprobaron que la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Segovia mantenía su apuesta por un servicio tan imprescindible como único. Ninguna otra provincia de Castilla y León cuenta en su cartera de prestaciones con una unidad asistencial de estas características.

La sanidad pública de Segovia presume de ello y saca pecho, ya que es «un referente» en las atenciones «individualizadas» que reciben los mayores que requieren de este auxilio para poder retomar su autonomía en sus domicilios. Esa es precisamente la misión por la que se creó en 1993 y en la que se afana el equipo a día de hoy: que los ancianos recuperen y pongan a punto sus cuerpos y destrezas físicas y sociales para continuar lo más dignamente posible con sus vidas cotidianas después de pasar el tiempo preciso por las manos y el cuidado de cuantos componen la dotación multidisciplinar que trabaja en este hospital de día.

El servicio está integrado una médico geriatra, enfermera, terapeuta ocupacional, personal de Fisioterapia, técnico de cuidados auxiliares y celador. Cada uno en el ejercicio de sus atribuciones se desvive por mimar a unos pacientes tan delicados y frágiles de salud como rebosantes de vitalidad.

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Candidatos «recuperables»

Blasa y Teresa son dos de esos pacientes que acuden de ocho y media a cuatro de la tarde a las instalaciones que hay en el complejo hospitalario de Segovia. «Es lo mejor que me podía haber pasado», reitera pletórica de agradecimiento la primera. «Nos tratan estupendamente», asiente tras la mascarilla la segunda, quien reconoce que cuando sufrió una caída se puso en lo peor. «No salía de casa», recuerda. Ahora, las dos se ejercitan con los juegos terapéuticos que les dispone encima de la mesa Yolanda para que ejerciten sus extremidades superiores.

Pilar del Pozo, médico geriatra, remarca que cuanto se lleva a cabo en el hospital de día está enfocado a «recuperar la funcionalidad del anciano para reducir su grado de dependencia». Esta rehabilitación puede ser requerida, por ejemplo, para reactivar la movilidad después de haber pasado una larga temporada de inactividad como consecuencia del postramiento aparejado a un ingreso hospitalario. «Se les realiza una valoración geriátrica integral y se les pone un plan terapéutico individualizado», detalla la especialista.

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La geriatra agrega que hay tres ejes sobre los que gira la asistencia. Uno es el de «los cuidados de enfermería, que poseen un papel fundamental». Otro, «la fisioterapia y la terapia ocupacional» que se trabaja con los ancianos. Y uno más, que consiste en «el control clínico de las patologías» para que no se descompensen.

Algunos de los componentes del equipo multidisciplinar que presta la asistencia a los pacientes. Ó. Costa

Del Pozo subraya también las condiciones que se antojan indispensables para poder acceder a este nivel asistencial y que se recogen a la hora del examen geriátrico integral. Esa evaluación ha de acreditar que la persona es «recuperable» para que, una vez culmine el tratamiento y reciba el alta, se reincorpore a su vida habitual con la autonomía funcional suficiente.

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En este sentido, la médico geriatra hace hincapié en el «empoderamiento» del propio paciente y de la familia, cuya participación también es ineludible. «Se necesita tener claro que el deterioro funcional es reversible y para ello también es necesario un soporte social para ayudar a continuar con la rehabilitación por sus propios medios en sus domicilios», hace hincapié en su exposición.

Aquí, justo en este punto, es donde el equipo percibe una de las mayores dificultades del proceso. La terapeuta ocupacional cita «la adherencia del tratamiento en el domicilio» como la mayor complejidad. Dicho de otro modo, asegurarse de que el paciente sigue por su cuenta y bajo la supervisión de familiares las pautas recibidas para su recuperación. Yolanda Campo advierte de que, a veces, «la sobreprotección» que pueden ejercer los seres queridos es contraproducente.

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Condiciones

«Se necesita tener claro que el deterioro funcional es reversible. Es necesario un soporte social para ayudar a continuar con la rehabilitación en sus domicilios»

Pilar del pozo

La covid

«A raíz de la pandemia, vienen pacientes diciendo que se notan más torpes o que han perdido muchísimo y que se encuentran peor»

Yolanda Campo

Terapeuta ocupacional

«Entre un 65% y un 70%» de los casos de personas que se acogen a los planes de tratamiento que les diseñan en el equipo acaba mejorando, asevera la terapeuta ocupacional. Lógico que con ese alto porcentaje de éxito el personal dedicado al Hospital de Día de Geriatría temiera que la pandemia del coronavirus acabara por clausurarlo en un contexto, además, en el que su papel parecía más necesario que nunca por el impacto de la covid en la población de avanzada edad.

La crisis sanitaria sí ha supuesto, según las palabras de Pilar del Pozo y de Yolanda Campo, un antes y un después. De momento, la prestación está acabando de reestructurarse tras verse obligada a cerrar en marzo de 2020 en prevención y contención de las distintas olas que embistieron contra el sistema público de salud.

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La terapueta ocupacional ayuda a Blasa a hacer un ejercicio en la estancia principal del servicio. Ó. Costa

El efecto que más acusa el Hospital de Día de Geriatría de Segovia es que ahora se vea algo mermado de espacio con respecto al que disponía antes de la pandemia, bosqueja la especialista. Del Pozo concreta que una de las estancias con las que contaban antes para sus ejercicios ha sido ocupada por Anestesiología en una de las reordenaciones que ha sufrido el complejo hospitalario.

También la sintomatología con la que llegan los pacientes ha variado. «Hay que tener en cuenta lo que ha significado la covid para los ancianos y el aislamiento social» al que han estado sometidos en los confinamientos, destaca la geriatra.

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El hecho de no salir a pasear, o de no jugar la partida o de no bajar a la compra como hacían habitualmente ha afectado a la movilidad de muchos pacientes que acuden al Hospital de Día de Geriatría diciendo «que se notan más torpes» o quejándose de «que han perdido muchísimo y que se encuentran peor» que antes del enclaustramiento por el coronavirus. «Su reserva funcional ha bajado con la privación ocupacional» que han soportado durante los meses más crudos y letales de la covid, sostiene Pilar del Pozo.

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