La oferta de viviendas turísticas en la provincia ya casi iguala la hotelera

La terna que forman hoteles, hostales y pensiones es aún el modelo de alojamiento que más abunda en Segovia, a pesar del estancamiento que muestra la evolución de la oferta. Si se atiende a los datos de la Encuesta de Ocupación Hotelera que ha hecho públicos este miércoles el Instituto de Estadística (INE), la estimación de establecimientos abiertos ha experimentado escasas variaciones, aunque la tendencia es a disminuir su presencia en el sector. El pasado ejercicio se despidió con 101 propuestas de hospedaje dentro de esta categoría, según el informe del ente estatal. Son cinco menos que un año antes.

De hecho, es la red hotelera más reducida desde al menos 2015, cuando el curso se clausuró con unos 120 abiertos a lo largo y ancho de la provincia. Solo en 2020, cuando la crisis sanitaria de la covid llevó a prohibir los viajes y, por tanto, a suspender la actividad de los negocios turísticos, había menos alojamientos disponibles.

Esa paulatina y lenta desaparición de hoteles redunda también en una menor oferta de habitaciones y de plazas a disposición del viajero. A tenor de la publicación de la encuesta de ocupación, en el conjunto de Segovia había al cierre de 2023 en torno a 2.510 aposentos, con capacidad para 4.959 estancias. Es la primera vez en ocho años que la oferta de plazas baja de las 5.000, con la excepción de los meses críticos del coronavirus. Sin embargo, el 'boom' de las viviendas turísticas dibuja una tendencia inversa. Esta modalidad aumenta la oferta temporada tras temporada.

Según el Boletín de Coyuntura Turística de la Junta, la disponibilidad de plazas ha crecido en un solo un año un 13%, pasando de 3.708 a rozar las 4.200 repartidas en 435 inmuebles entre casas, pisos y chalés, que son 59 más que doce meses antes.