El obispo critica a los padres que no llevan a sus hijos a religión o catequesis

Fue el prelado el encargado de los nombramientos de los tres sacerdotes, a quienes encomendó la labor en la unidad parroquial de Cuéllar (que incluye Escarabajosa de Cuéllar, Fuentes de Cuéllar, Lovingos, Arroyo de Cuéllar y la jurisdicción del Santuario del Henar).

Tras la bendición del párroco y los nuevos vicarios, los tres sacerdotes realizaron la profesión de fe y los juramentos de fidelidad, para, a continuación, pasar a la entrega simbólica de la pila bautismal como signo de su compromiso evangelizador. También se hizo entrega al párroco del evangelio para proclamar. Todo ello ante una iglesia llena de fieles y más de una decena de sacerdotes que les acompañaron en esta bienvenida, entre los que se encontraba el vicario episcopal del clero, Ángel García Rivilla.

Durante la homilía, el obispo de Segovia hizo hincapié en la ausencia de vocaciones en la provincia de Segovia y en la necesidad de hablar a los jóvenes y adolescentes y pedirles que «suban a la barca». Se pregunto a sí mismo si hay esa comunicación con los jóvenes y él mismo se respondió: «Como obispo, os puedo decir que poco».

Por ello, resaltó la necesidad de urgir a la comunidad cristiana a poner en primera línea el tema de necesidad de sacerdotes y seminaristas «para que haya alguien que bautice, que perdone los pecados». Animó a llamar a los jóvenes a que se formen y den testimonio de fe y cuestionó a aquellos padres cristianos que no envían a sus hijos a catequesis o no acuden a la asignatura de religión en el colegio. «Me indigna cuando no somos coherentes con la fe», aseguró.

A la comunidad parroquial pidió quee «amen, quieran y colaboren» a los nuevos sacerdotes, pues «estamos todos en la misma barca, todos tenemos que remar en la misma dirección y todos tenemos que mirar por los problemas de la Iglesia». A los sacerdotes les solicitó que vivan su ministerio con el gozo y la ilusión del primer día y que sirvan al pueblo. Además, les puso bajo la protección de la Virgen, especialmente la del Henar.

En la eucaristía se pidió por los nuevos sacerdotes y por las vocaciones al ministerio sacerdotal, todo ello antes de continuar con el ritual en el que el obispo entregó al párroco la llave del sagrario. Después se hizo entrega de la sede penitencial en un confesionario ubicado en una de las capillas de la iglesia de San Miguel, donde se celebró esta especial bienvenida. Finalmente, el nuevo párroco, Alberto Espinosa, se sentó en la presidencia, acto que fue recibido por los fieles con aplausos.

Tras realizar una oración a la Virgen del Henar, el ya nuevo párroco tomó la palabra para recordar su paso por otros municipios de la provincia, como Santo Tomé, Prádena o Carbonero el Mayor, en los que recordó haber sido feliz. Aseguró que también lo será en Cuéllar y compartió mismo sentimiento con sus dos compañeros.