El megabelén de los clicks, un regreso a la niñez

Las piezas, más de 3.000, han salido de la colección particular de María Cuesta, alcaldesa de Espirdo y diputada provincial. Ella ha sido la encargada de diseñar, crear y montar -con alguna que otra colaboración y el trabajo impagable de los operarios del Servicio de Arquitectura de la Diputación- un megabelén de playmóbil que promete no dejar indiferente a nadie. Dispuesto sobre una plataforma de casi 95 metros cuadrados, el nacimiento que la Diputación Provincial ofrece este año es la recreación del mundo antiguo en el año del nacimiento de Cristo, aunque la diseñadora se ha permitido alguna licencia, como la inclusión de Cleopatra, que preside las exequias por el faraón Ptolomeo.

«De niña, solo me regalaban muñecas, nenucos y cocinitas. Pero a mí también me gustaba jugar con los airgamboys de mis primos. Empecé a comprar y coleccionar clicks cuando mi hijo mayor, que ahora tiene veintitrés años, tenía tres. Después, he seguido coleccionando; simplemente me aficioné. Y lo hemos guardado con mimo, mucho cuidado y muy clasificado», cuenta María Cuesta, que hace tres años propuso al presidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, utilizar sus playmóbil para el belén de la institución. «La pandemia aplazó la idea y este ha sido el año», desveló.

De las más de 3.000 piezas, 531 son clicks. El terreno sobre el que se asienta el belén está dividido en dos partes, Egipto y Palestina, simbólicamente separados por el río Nilo, con su desembocadura en el Mediterráneo. «Como era preciso incluir la escena de la Huida a Egipto, pensé que había que dedicarle espacio al mundo egipcio. De ahí las pirámides, las dunas, los barcos sobre el Nilo y el entierro del faraón, con todo el séquito y el ejército detrás», explica Cuesta.

En la parte palestina está el Misterio, con la Virgen, San José y el Niño Jesús, además de las escenas bíblicas de siempre: la Anunciación a María, la Anunciación a los Pastores, los Reyes Magos o el castillo de Herodes, que domina el paisaje desde lo alto de una colina. En tiempos de Cristo, Palestina estaba bajo el yugo de Roma, y ahí están los romanos, representados en el campamento; en las legiones desplegadas sobre el terreno, con sus armaduras y sus estandartes; en el coliseo, en un día de fiesta; en la actividad del mercado, y en los barcos que se aproximan a la costa. Las escenas de la vida cotidiana (las lavanderas, los carpinteros, los herreros, los pastores) completan el cuadro.

«El Servicio de Arquitectura de la Diputación, dirigido por Raquel Fernández, ha hecho una gran labor. Después, el montaje de las piezas nos ha llevado varios días. Hemos acabado cansadas y con muchas agujetas, pero ha merecido la pena: para mí, es un gustazo ver el belén aquí montado», dijo Cuesta.

El belén de la Diputación conlleva la organización de actividades paralelas. Se trata de que el mayor número de segovianos posible pueda apreciar la complejidad y la vistosidad del montaje. Entre las figuras que integran esta particular recreacion del nacimiento de Cristo, hay un personaje muy familiar, san Frutos, que cada día irá cambiando de lugar. La misión de los escolares que visiten con sus colegios el belén será encontrar al santo eremita. «Es un concurso. Tendrán que dejar escrita la ubicación de la figura de San Frutos y la fecha de la visita. El último día de exposición tendrá lugar un sorteo entre todos los particpantes que hayan acertado, y al ganador le corresponderá una cesta de Alimentos de Segovia», informó el diputado de Gobierno Interior y Personal, Jaime Pérez. «Con todo ello esperamos que la Diputación sea punto de encuentro para los vecinos de la capital y de la provincia.

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