Un momento de la charla del viernes en El Espinar. A. de Torre

«La mayoría pensamos: esto es muy fuerte, pero el mío no lo hace»

El Ampa de El Espinar solicita una charla a una entidad especializada y asume la necesidad de «un mayor control» sobre sus hijos

Domingo, 28 de enero 2024, 10:49

Una de las madres del Ampa del Arcipreste de Hita de El Espinar conoció a través de un reportaje a Dale una Vuelta, una entidad con carácter social sin ánimo de lucro que defiende los derechos de la mujer, una sexualidad sana e informada y ... ofrece ayuda para dejar el consumo perjudicial de pornografía. Así surgió una charla para padres el pasado viernes en el salón de actos municipal. «Hay que concienciar a los padres de que tenemos que tener un control sobre lo que ven los niños. La mayoría pensamos: esto es muy fuerte, pero el mío no lo hace», subraya la secretaria del Ampa, Sandra Navarro. El lema es claro: el sexo aporta, el porno aparta.

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Ya sea por comodidad o confianza, esta madre es consciente los riesgos de poner el móvil en manos de sus hijos. «Es una ventana abierta a todo. Cuando son pequeños, se lo das con los dibujos. Hay mucha gente que lleva al niño en el carro del supermercado con el móvil para que se esté quieto. Igual que antes les ponías la tele para que te dejasen un ratito, ahora es esto. Y es mucho más complicado». El dilema paterno está entre respetar la privacidad y ejercer la tutela. «Hay casos que cogen el móvil del hijo cada X días y miran sus conversaciones; otros dicen que confían, que eso es cotillear. No estamos seguros de cómo actuar».

El Ampa prefiere ponerse la venda antes que la herida. «No tenemos conocimiento de ningún caso, que los habrá, seguro». La hija de Sandra tiene 12 años y es usuaria tutelada de TikTok. «Todo lo que ve, me salta en mí, ella en sí no tiene la cuenta». El relato entre los padres es que sus hijos no tienen esas redes sociales. «Si no le miras el móvil, no sabes qué aplicaciones tiene».

«Hay mucha gente que lleva al niño en el carro del supermercado con el móvil para que se esté quieto»

El resultado es que la educación sexual se decide en cada familia. «Aunque queramos proponer charlas como Ampa, estás capado porque hay muchos padres que no quieren que sus hijos tengan ese tipo de información. Intentar educarlos a todos por igual es complicado». De ahí el valor de la charla. «Lo vemos muy necesario, tenemos que insistir e insistir hasta que las mentes se vayan abriendo. O mostrárselo drásticamente. Mira lo que está viendo tu hijo. Más de uno nos llevaríamos las manos a la cabeza», dice Sandra.

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