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A la derecha, los chicos de Cobas, y a la izquierda, los madrileños Palos de Ciego, ante el escenario del MatiRock. Antonio Tanarro
El MatiRock insufla vida a la España vaciada
Provincia de Segovia

El MatiRock insufla vida a la España vaciada

El festival de música de La Matilla, celebrado este sábado, ha contado con artistas de talla nacional y ha dado espacio a artistas emergentes de la zona

Laura Olano

Segovia

Domingo, 11 de agosto 2024, 11:48

El MatiRock ha vuelto a triunfar en La Matilla. El lema del festival de música es 'por unos pueblos vivos y llenos de cultura' y tiene una esencia reivindicativa y de sostenibilidad. Este año, el cartel contaba con artistas de la talla de Midas Alonso, rapero madrileño con un estilo que recuerda a los ochenta, o Nano MZ, con un sonido más cercano al pop. Junto a ellos, han subido este sábado al escenario nombres emergentes como el rockero Guillterm, el rapero Cobas y el grupo Palos de Ciego. También han participado en el festival Murtherface, especializado en música hard; DJ Sanz, un joven talento del pueblo; e incluso el alcalde y organizador del festival, Diego Hernández, bajo el nombre de DJ Garlim, ha hecho bailar al público.

Más de doce horas de música para disfrutar de una propuesta creativa, con una barbería y una barra de bebida y comida. Además, esta edición ha contado con la novedad de tener una exposición y un puesto de tatuajes.

El festival nació hace ya quince años de la mano de la Asociación Cultural de La Matilla con el objetivo de acercar la música a los pueblos; sin embargo, tuvo que suspenderse por falta de recursos. En 2020, con el mundo parado por la pandemia, Diego Hernández aprovechó para retomar el proyecto y un año después recuperaron la apuesta después del paréntesis.

«Queremos que estos pueblos sigan vivos y que, además, sean un espacio de vanguardia»

Diego Hernández

Alcalde de La Matilla, en Segovia

El renacido MatiRock mantiene el mismo objetivo, aunque ampliado, para ofrecer un escenario y un altavoz en directo a jóvenes artistas emergentes de la zona. Pero sus valores van más allá. Los promotores defienden la cultura libre y la sostenibilidad. El alcalde de La Matilla señala que todos los conciertos son gratuitos. Además, «hacemos eventos durante todo el año para seguir funcionando como, por ejemplo, ir a plantar árboles para aportar nuestro valor sostenible», apunta el regidor.

El MatiRock y la asociación que lo hace realidad cada año también están implicados con la igualdad de género en el arte y, aunque ahora no cuentan con mujeres cantantes en el cartel, Diego Hernández asegura que es algo en lo que trabajan. «No hay casi chicas artistas y sí que las vemos en los tatuajes y en otras áreas, pero en la música comprobamos que ahí falta trabajo, ya a nivel de país».

Su mayor reivindicación, la bandera que ondea es la de recuperar la vida de los pueblos. «Estamos haciendo un grito en favor de la España vaciada, somos gente que vivimos aquí, que queremos que estos pueblos sigan vivos y que, además, sean un espacio de vanguardia», esgrime el regidor de la localidad segoviana, cuyo padrón el año pasado era de 73 habitantes. Esa ambición que muestra Hernández pasa por que «un día pueda ser algo diferente y tengamos artistas de todos los lados y propuestas diferentes».

«El MatiRock es un motor cultural que genera impacto económico y puestos de trabajo»

Diego Hernández

Alcalde de La Matilla, en Segovia

El MatiRock es un «motor cultural que genera impacto económico en el territorio y puestos de trabajo», añade el promotor de la iniciativa. Cuentan con el apoyo de la Asociación Cultural de La Matilla y los voluntarios del pueblo, que ayudan con el montaje del recinto. Además, disponen del granito de arena económico que aportan algunos pequeños comercios de la zona, aunque su principal fuente de financiación es la Diputación de Segovia después de que la Junta de Castilla y León les retirase este año la subvención que estaba recibiendo.

Para afrontar la falta de apoyo económico han creado unas camisetas del festival que plasman todos sus valores. Se venden al precio de quince euros aunque hace falta reserva previa. Aunque se han planteado también cobrar las entradas, Diego Hernández aclara que «sería un poco contradictorio con nosotros mismos», pero no lo descartan por completo para futuras ediciones.

De cara a los próximos años, el alcalde confiesa que «nos gustaría tener en un stand de alimentos de productores locales y también de artesanos». Todo esto se verá a posteriori, porque la organización está centrada en rubricar esta edición con los cambios que se han ido introduciendo, como el de la localización. Antes era en la plaza de las Pueblas y ahora es en el campo del Sugo, un paraje que lo hace un poco más íntimo, más festival y que además permite molestar menos a la gente más mayor del pueblo, explica Hernández. El regidor aboga por continuar avanzando en esta línea y conocer gente para disponer y dar cabida a más propuestas.

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