Las expectativas de la hostelería han dado un giro radical. El pronóstico meteorológico adverso «paraliza en seco» las reservas en los hoteles y alojamientos rurales de la provincia hasta el punto de descartar, en un principio, el lleno absoluto. La lluvia y el frío no ... han desencadenado un aluvión de cancelaciones, pero han obligado a recortar las previsiones iniciales también de los restaurantes. El balance final dependerá del factor de la última hora, en el que los representantes del gremio depositan su total confianza.
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Al mal tiempo, buena cara. Pese a las adversidades que presenta el clima, la Semana Santa de Segovia siempre va a tener «un turismo garantizado», que es el madrileño. «Seguro que no falla», asegura el presidente de la Asociación de Empresarios de Alojamiento, Hostelería y Turismo de Segovia (Hotuse), Jesús Castellanos. El problema de este perfil de visitante es que «no pernocta», de ahí que los alojamientos comuniquen una paralización «radical» de las reservas de habitaciones. «Seguramente sobren y tengan disponibilidad durante toda la semana», lamenta.
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Ana María Criado
Hacer una previsión justo en las vísperas de un periodo festivo que con toda probabilidad estará pasado por agua «es como tirar una moneda al aire». Lo que está claro es que la situación «ha cambiado en 180 grados», subraya Castellanos. Hace apenas una semana, el grado de ocupación de los alojamientos superaba el 70% y las solicitudes recibidas alentaban la esperanza de que se pudiera rebasar el 90% e, incluso, llegar al cien por cien en próximas horas. «Eso al final nos va a costar», manifiesta.
Las agendas de alojamientos están tranquilas desde hace «tres o cuatro días», a raíz de la predicción de nevadas. «Creíamos que iba a ser una semana excepcional y mucho nos tememos que no va a ser así; ojalá nos equivoquemos», añade. Las dudas sobrevuelan la restauración, pese a que «lo tiene más sencillo» por las reservas de última hora. Los negocios confiaban en «salvar el mes» al duplicar los turnos, ampliar el espacio de comedores al máximo, poner los fogones a trabajar «al 200% y repartir menús «hasta las 18:00 horas». Ahora mismo, este propósito no está garantizado.
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Tan solo las imágenes de los copos de nieve que cayeron en diferentes puntos de la provincia, incluida la capital, «asustan a la gente una barbaridad», relata el representante de Hotuse. Afortunadamente, no han proliferado las cancelaciones. «No hay anulaciones de mesas prácticamente, sino todo lo contrario», afirma la presidenta de Festur, Rocío Ruiz, quien vaticina que el actual periodo vacacional superará «casi seguro» las cifras de la Semana Santa de 2023.
Los lugares más emblemáticos de la capital ya reciben la visita de cientos de personas, pese a que las condiciones climatológicas no acompañan. Las terrazas están recogidas y, pese a ello, muchos de los turistas paran largos minutos frente a los diferentes locales hosteleros para echar un vistazo a su oferta gastronómica. Las citas que ya estaban consensuadas desde hace tiempo se mantienen, por lo que el tiempo desfavorable no se considera «un perjuicio excesivo», si bien es cierto que tampoco supone un aliciente para atraer mayor volumen de visitantes. «El mal tiempo jamás nos beneficia, nos afecta muchísimo», puntualiza de forma rotunda Castellanos.
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La incertidumbre no viene precedida tanto por el frío, sino más bien por las lluvias. A juicio de Ruiz, es un hándicap generalizado en el todo el territorio nacional, lo que provoca que los turistas hayan optado por cumplir con su itinerario de viajes en el interior en detrimento de la costa.
«En vez de elegir un destino más lejos, la gente se queda en el centro, sobre todos los madrileños», refiere. Por ello, se espera una menor presencia de clientes procedentes de Cataluña, País Vasco o Comunidad Valenciana, cuando estos se hacían notar a partir del jueves. «Estamos pendientes, pero les va a costar venir», adelanta el presidente de Hotuse.
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La preocupación del gremio hostelero segoviano subyace, por tanto, en que los últimos partes de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) indican una mejoría del clima en el Mediterráneo y no tanto en la provincia. Los turistas podrían programar una escapada 'in extremis' en este destino, por lo que existe la posibilidad de perder gran parte de las reservas de última hora. «Nosotros contamos con ese porcentaje», manifiesta la presidenta de Festur.
La poca antelación a la hora de organizar un viaje se ha convertido en una tónica habitual tanto en hoteles como en restaurantes desde la pandemia. Este factor será determinante en aras de realizar un balance positivo o «regular» de la Semana Santa, que es la «única época del año» en que se llena Segovia, advierte Castellanos.
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