Dos lobos atacan al ganado a 200 metros del casco urbano de Brieva

Poco después, Velasco movió los restos del ternero a una nave de su propiedad y alertó a los agentes forestales. «Han visto que efectivamente era el ataque de un lobo», apunta Pilar Martín, alcaldesa de Brieva. El ganadero y la alcaldesa concuerdan que ha habido antes ataques de lobos a ganado, pero «tan cerca del casco urbano es la primera vez», aclara la alcaldesa.

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«En este mes de agosto llevo tres ataques», declara Velasco. De este último ha podido conseguir el informe por parte de los agentes, que luego le permitirá rellenar una solicitud para conseguir una indemnización de la Junta de Castilla y León. Pero de los otros dos, no. «No les he podido presentar los papeles porque he visto los restos ya comidos. De esta manera, el agente medioambiental no te hace el informe».

Expone Velasco que el ternero muerto tenía tres días y según la normativa de la Junta para terneros de entre un día y tres meses de vida, le indemnizarán con 450 euros. «Son insuficientes porque el precio real de ese ternero dentro de seis meses es ya de 700 euros».

Alfonso Velasco comenta que cuando fue presidente de la Asociación Sierra de Segovia, presentaron un escrito a la Junta de Castilla y León pidiendo un control poblacional del lobo en la provincia, antes de que entrara en el listado de especies de protección especial. Aún no han contestado. «La administración no está haciendo el debido caso, ni prestando la suficiente atención a este asunto».

«Esto es un sinvivir porque llevo docenas y docenas de ataques». Cuenta que otras veces los lobos han corrido algunas vacas, pero no han conseguido matar a ningún ternero. «En las carreras, las vacas han reventado la finca y han terminado en la carretera, con el consiguiente peligro de sufrir un accidente serio». En el caso de que las vacas provocasen un accidente en la carretera, el responsable directo sería el ganadero. «El responsable soy yo, no vale decir que me han atacado los lobos». Este ataque se suma a otros dos en la última semana, según Velasco, uno en Torrecaballeros el pasado martes y otro en Collado Hermoso. Este último de madrugada durante las fiestas patronales.