Segovia

La llegada de latinoamericanos y el conflicto ucraniano engrosan el padrón

A 1 de enero de 2023 había 155.332 vecinos empadronados en Segovia, lo que supone un 1% más respecto al año anterior. Los aumentos porcentuales, aunque ligeros, han sido sostenidos en el tiempo, según la evolución demográfica que refleja el Instituto Nacional de Estadística (INE). No sorprende por tanto que la entrada de 2024 haya significado la superación de la barrera de los 156.700 segovianos censados, algo que no sucedía desde 2015. Los registros han recibido la visita de más de tres personas al día con la intención de fijar su residencia en los límites provinciales.

Al mismo tiempo que crece el padrón, repunta la cifra de personas extranjeras, que cada vez tienen mayor protagonismo en el territorio. Es el caso de 167 municipios de los 209 totales que coexisten en Segovia, donde la población con una nacionalidad diferente a la española constituye ya más del 3% del total de los habitantes. Se trata de casi un 80% de los pueblos de la geografía provincial, que han visto llegar familias de todos los continentes, sobre todo a partir de la covid.

El cierre de fronteras con motivo de la pandemia provocó una paralización total de las cifras de embarques y, en consecuencia, de la actividad de las oficinas censales. Este fue un periodo propicio para la pérdida de población por el extraordinario incremento de las defunciones a causa del virus. Las esquelas multiplicaron a las cunas. De hecho, la comparación de estos fenómenos demográficos arrojó una diferencia de 1.516 habitantes menos en 2020. A día de hoy, estos números 'en rojo' se repiten, pese a que acortan la distancia. Y no por un cambio en la evolución de la natalidad.

Los alumbramientos han descendido de manera destacada en una década, mientras que fallecimientos se mantienen en altos niveles debido al envejecimiento que padece la región. En 2022, el saldo vegetativo finalizó con datos negativos, ya que se produjeron 1.742 muertes y tan solo 863 nacimientos. Pero en vez de restar 879 personas al padrón, este subió en 1.378 censados. ¿De dónde viene esta diferencia? La respuesta se puede encontrar en el INE, que publica por primera vez la estadística de migraciones y cambios de residencia.

Es posible conocer la procedencia de las personas que vienen a vivir a Segovia, y también el lugar que eligen para vivir aquellos empadronados que deciden mudarse a otros países. Los informes verifican que, cuando la movilidad regresó a la normalidad tras pasar lo peores meses de la covid, el flujo migratorio se recuperó tímidamente en los meses posteriores y alcanzó niveles récord poco tiempo de después.

En realidad, la tendencia prosiguió del mismo modo que se percibía en 2018 y 2019 tras la superación del bache. No se había llegado a unas cifras similares desde justo antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, cuando los máximos se anotaron en 2008 y 2009. A continuación, debido a la subida de la tasa de paro, los datos de migración se frenaron y disminuyeron. La provincia no era un destino atractivo en aquel momento, pero todo cambió según se recuperaba el mercado laboral.

La inmigración permite tapar así la hemorragia demográfica que sufre la región. El número de personas con nacionalidad diferente a la española engorda el padrón hasta el punto de elevar a Segovia como la provincia de toda Castilla y León con mayor porcentaje de población extranjera, hasta superar el 13,8% en 2023. A muy poca distancia, se encuentra Soria, donde el crecimiento también es más estable. A la cola de la lista se sitúa Zamora, con apenas un 5% de personas nacidas en otros países. El censo de esta última localización es el que mayor caída ha sufrido en los diez años previos.

Según los últimos datos actualizados, en 2022 se produjeron 3.570 llegadas de personas foráneas y tan solo 1.212 salidas de empadronados hacia otros continentes. Es una cifra relevante porque, justo un año antes, en 2021, se registraron 2.156 entradas. No supone una caída a la mitad, pero sí que son un 65% menos que en el ejercicio anterior. Al contrario, se produjeron más salidas hacia otros países: un 32%, lo que se traduce en 1.609 mudanzas -así como regresos- desde la provincia al resto de continentes.

A diferencia de anteriores periodos, las cuestiones económicas y de mejora laboral ya no son los únicos motivos que llevan a decenas de personas a abandonar sus países para encontrar un trabajo y hogar en otras ubicaciones, sin importar la diferencia del idioma, la cultura o costumbres. La situación de conflicto que se vive en otros países ha empujado a muchas familias a buscar un lugar seguro y algunas, consiguieron este objetivo dentro de los límites provinciales.

Muestra de ello es la invasión en Ucrania por parte de Rusia, que expulsó a muchos ciudadanos y las escenas de huida se propagaron por todo el continente, lo que tuvo reflejo directo en Castilla y León. En Segovia, recalaron 226 personas procedentes de este país en conflicto durante el 2022, cuando en el ejercicio inmediatamente anterior tan solo se tenía constancia de la llegada de doce ucranianos. Ninguno regresó a su país de origen a lo largo de estos años, según la estadística.

Ucrania fue así el cuarto país que más población foránea aportó al censo provincial. Por delante se sitúa Venezuela, ya que se dio la bienvenida a 232 personas de esta procedencia, si bien ocho venezolanos se marcharon de Segovia. Y en las dos primeras posiciones se encuentran Marruecos, que anotó 272 llegadas y 14 salidas; y sobre todo Colombia. Precisamente, este último origen es el predominante desde hace dos años.

La comunidad colombiana se ha convertido en la que más presencia gana en las calles segovianas, ya que ha superado la barrera de las 2.100 personas. En 2021, aportó al padrón provincial 149 nuevos vecinos (menos que Rumanía e incluso Marruecos). El siguiente año, el censo aumentó de forma significativa con la inscripción de 460 foráneos procedentes de este país latinoamericano. Ninguna otra procedencia había registrado una cifra de recién llegados tan elevada desde antes de la pandemia, ya que el aumento interanual se sitúa en el 31%.

Los países del sur de América, entre los que sobresalen también Honduras, Perú, Cuba y Argentina -estos dos últimos han experimentado algún repunte-, contribuyen a combatir la despoblación con más de un millar de ciudadanos, muy por encima de África -pese al aumento de originarios de Mali- o Asia. Asimismo, hay también 978 personas con procedencia desconocida o apátridas.

Bulgaria y Rumanía también aportan numerosos habitantes desde hace décadas a los pueblos segovianos. A diferencia de otros territorios, que han anotado el regreso de muchos búlgaros y rumanos a sus municipios de nacimiento, en la provincia siguen siendo las nacionalidades más consolidadas, hasta formar comunidades de cerca de 4.000 y 2.600 empadronados que permanecen estables a lo largo del tiempo. El INE también posiciona a Marruecos, bien sea por la proximidad o por otras causas, como uno de los orígenes más populares, con hasta 3.000 migrantes asentados desde hace ya varios años.

La inestabilidad política y económica de estos países está detrás de la importante llegada de personas que, una vez en España, solicitan protección temporal e internacional. En concreto, se trata de mecanismos recogidos en la normativa de asilo de la Unión Europea que se activan en situaciones de emergencias excepcionales o en casos de migrantes que huyen de su país por temor a ser perseguidas.

La provincia recibió en 2022 un total de 487 peticiones relativas a la protección internacional, de las que 34% se correspondían con solicitantes colombianos, seguido en un amplio porcentaje por venezolanos, hondureños y peruanos. La mayoría de ellos -257- eran hombres.

En lo que respecta a la protección temporal, hubo 524 ciudadanos demandantes de este mecanismo. El 90% del total eran ucranianos, tal y como recoge la estadística de asilo del Ministerio de Interior. En la tabla y en menor porcentaje también se recogen otros orígenes sin importar el continente, como es India, Marruecos, Ecuador, Cuba o Egipto. A diferencia del anterior rango de amparo, en esta ocasión el 63% de las solicitantes eran mujeres.