Una «jueza en prácticas» asume Sepúlveda mientras la titular refuerza el Juzgado número 6

«Tradicionalmente se han venido arrastrando atrasos y atascos», admite el magistrado, unos embotellamientos que se han ido aliviando también gracias a los profesionales y a medidas que no siempre se han tomado con premura. Las cosas del Ministerio, como las de palacio, suelen ir despacio.

Pando recuerda que «se han ido poniendo soluciones cuando hizo falta un segundo juzgado de lo Penal», y más recientemente, con el refuerzo en el orden de lo Social, una demanda que se repetía año tras año en las memorias elaborada por el presidente de la Audiencia Provincial de Segovia y que por fin fue atendida, aunque de nuevo más tarde de lo deseado. A pesar de la entrada en funcionamiento del segundo órgano de esta jurisdicción, el volumen de trabajo sugería más apoyos. Así lo hizo ver el responsable de la judicatura, que además ha presentado su candidatura a presidir el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL), en sustitución del segoviano José Luis Concepción.

El camino parecía abonado para que a lo largo de 2023 se pusiera en servicio el Juzgado número 2 de lo Social en Segovia, pero su puesta en marcha no llegó hasta que dicho año tocaba a su fin, coincidiendo con el traslado a las nuevas instalaciones del Palacio de Justicia, que están a punto de cumplir su primer aniversario. En cualquier caso, la Sala de Gobierno, pidió la continuación del refuerzo en el Juzgado de lo Social número 1 para seguir tramitando las causas pendientes en el mismo.

Aunque el escenario de sobrecarga «es peor, por ejemplo, que hace dos años, tampoco se puede decir que es alarmante», subraya Ignacio Pando. El magistrado reconoce que el mayor trastorno por el atasco que arrastra se localiza en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6. «El problema es el montón de sentencias y resoluciones pendientes» que ha ido acumulando, lo que ha hecho que «vaya renqueante».

La Sala de Gobierno tomó cartas en el asunto y propuso aliviar este órgano judicial con la incorporación de una juez de refuerzo. Tal y como revela el presidente, la solución que se buscó fue que dicho apoyo llevase los asuntos de cada día, mientras que se pensó que la titular del juzgado podía asumir la cartera de casos pendientes, que superaban posiblemente el centenar, calcula Ignacio Pando. «Hay que ayudar», apela a la solidaridad porque «unas veces hay exceso de trabajo» y se echan de menos más manos, en otras ocasiones «lo que falta es personal».

La encargada de hacerse cargo del día a día del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 en comisión de servicio es la jueza de Sepúlveda, que es ese apoyo que se ha encontrado para descongestionar esta unidad.

Al quedar vacante el puesto en el juzgado único del partido judicial sepulvedano, se propuso otra comisión de servicio que al final ha recaído en «una alumna de la Escuela Judicial que está en el último año de su formación». Su experiencia profesional al frente de este órgano le vale «como jueza en práctica». El presidente de la Audiencia Provincial de Segovia deja claro que está cualificada para desarrollar la labor estipulada, y añade que los comentarios recabados a partir de su trabajo reflejan que «trabaja muy bien y mucho». Pando se ratifica en ensalzar la juventud, las ganas y «toda la ilusión» con la que está afrontando los servicios encomendados como responsable del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Sepúlveda.

En la recta final de este año que acaba, el máximo responsable de la Audiencia Provincial advierte de que continúa habiendo problemas por ese mayor caudal que asuntos que ingresan determinados órganos judiciales. En este sentido, especifica la afección en la actividad de los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción, unos más saturados que otros, insiste en matizar. La entrada de casos en litigio crece, pero también la administración está ganando capacidad de resolución. El presidente de la Audiencia Provincial arguye al respecto las lógicas dificultades que ha llevado aparejado el periodo de adaptación al nuevo modelo de organización impuesto por la implantación de la oficina judicial común al conjunto de unidades procesales.

El cambio se ha dejado notar en las funciones que se venían desarrollando y ha llevado un tiempo de adecuación, tanto en lo que atañe al personal como en lo que respecta a los medios y recursos que se utilizan en el día a día de la Administración de Justicia. Su instauración ha supuesto la renovación del procedimiento de tramitación de las diferentes causas, con el principal objetivo de «agilizar» su resolución y también modernizar su gestión. Así, el papel desaparece y los expedientes físicos pierden relevancia, ya que son sustituidos en su totalidad por los medios telemáticos, como expone a grandes rasgos el presidente de la Audiencia Provincial de Segovia.