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Carmona salva ante Fran Pérez una acción de peligro del Ursaria. Juan Martín (Gimnástica Segoviana)
La Crónica

El juego de ataque de la Segoviana se vuelve artificial

Los de Ramsés caen en el césped sintético de Cobeña en una demostración de impotencia a la hora de generar peligro

Domingo, 5 de noviembre 2023, 16:25

La Gimnástica Segoviana sufrió este domingo en Cobeña (Madrid) la peor derrota a domicilio desde mayo de 2022 en el campo del Coruxo. Los cuatro puntos que sus pupilos habían sumado en las dos jornadas anteriores gracias a goles in extremis ante Guadalajara y ... San Fernando fueron versos aislados: su equipo confirmó en casa de un recién ascendido como el Ursaria una tendencia a la baja. Entregó su condición de invicto lejos de La Albuera con su segunda derrota del curso, solo ha ganado un partido de los últimos siete y pierde su puesto en la zona de 'play-off' de ascenso.

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Ursaria

Quintela, Pablo Jordán, Villalón, Álvaro, Adrián, Martí, Pablo Rojo, Fran Pérez, Jacobo, Christian y Borja.

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Gimnástica Segoviana

Carmona, Silva, Javi Marcos, Astray, Arévalo, Manu, Juan de la Mata, Javi Borrego, Hugo Díaz, Merencio y Álex Maroto.

  • CAMBIOS URSARIA: Vere por Fran Pérez (min. 71) Koke por Borja Pascual (min 77 Higuera por Jordan (min 87) Martín por Martí (min 87).

  • CAMBIOS SEGOVIANA: Segovia por Hugo Díaz (min 61) Fer Llorente por Merencio (min 61) Arranz por Manu (min 71), Rubén por Arévalo (min 71) Ivo por Silva (min 71).

  • GOLES: 1-0 Jacobo (min 50), 2-0 de Jacobo (min 63) y 3-0 de Christian (min 68).

  • ÁRBITRO: Thierry Torres Rodríguez (Baleares). Amonestó con amarilla a Jacobo y Pablo Rojo por el Ursaria, además de expulsar por roja directa a su entrenador, Joselu; en la Segoviana vieron la amarilla Silva, Javi Marcos, Pablo Arranz y Segovia.

  • OTROS DATOS: Estadio de la Dehesa (Cobeña)

Como hiciera siete días atrás, Ramsés dejó a piezas pesadas en el banquillo con la conjetura de llegar en condiciones al duelo de Copa del Rey ante el Sestao, previsto para el jueves pasado y trasladado al miércoles por el viento. Un duelo con decenas de euros en juego, por derechos televisivos y por el premio de recibir a un Primera. Fernando Llorente y Dani Segovia fueron las dos piezas ilustres que partieron desde el banco. Eso brindó a Álex Maroto su primera titularidad, el premio a su infinita intensidad en los entrenamientos. Hugo Díaz sigue quemando etapas tras su grave lesión de rodilla: una semana después de su primer gol, fue titular nueve meses después. El comodín Astray fue de nuevo central, permitiendo rotaciones en una zaga corta de efectivos por los problemas de pubis de David López. Ante el San Fernando descansaba Javi Marcos; este domingo le tocó a Abel Pascual.

Por mucho que un entrenador busque variantes, un partido en césped artificial es como cuando el viento sopla en la cara de un ciclista: paciencia y buena cara. La Segoviana, un equipo al que le gustan las conversaciones largas, las tardes de café sin ruido, en su entorno más hostil. Una superficie tan rebelde rara vez permite conjugar, obliga a una sucesión de gritos. Es difícil tener una charla reflexiva en una discoteca. La intensidad es la divisa de un duelo así, pero no la intensidad con la que disfruta el cuadro azulgrana –presión alta para que el ritmo no pare– sino de impactos.

La tradición dice que un partido así no se gana por el acierto propio, sino por el fallo del rival. El balón entre cien que llega al área chica y el central no despeja. La Segoviana hizo su parte del trato: presionar la salida de balón para que el Ursaria no elaborara –algo que tampoco le supuso un trauma– y triangular cuando la circunstancia lo permitía. Maroto aún no tiene el gol, pero tiene el olfato: las cosas suceden cerca de él, un talento que no es casual. Hizo su carta de presentación tras una transición de Arévalo, que repitió titularidad para descanso de Rubén; el defensa local no aseguró la posesión tras el corte y ahí llegó el delantero para llevársela y sacarse en un suspiro un latigazo cruzado a media vuelta que no cogió portería.

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ROTACIONES

El técnico prescindió de inicio de Segovia, Fer Llorente, Rubén o Abel a tres días de recibir al Sestao en la Copa del Rey

Fue el único tiro reseñable de una primera parte tan intensa como olvidable. Dos equipos gritándose mientras su discurso se perdía en el viento. En la única vez que la Sego consiguió trazar un pase entre líneas llegó Maroto para picarla y superar la salida del portero, pero Pablo Villalobos estuvo atento para evitar que disparase a puerta. El Ursaria, inédito en ataque, pidió penalti en la última acción del primer tiempo, pero el árbitro solo utilizó el silbato para expulsar a Joselu, el entrenador local.

Los jugadores del Ursaria mejoraron las prestaciones sin las voces de la banda. En estos terrenos, al gol nunca se le ve venir. Bastó un momento de tibieza defensiva azulgrana para que Borja Pascual, uno de los referentes madrileños –el cuerpo técnico azulgrana era consciente de que el recinto de juego local no significaba que no hubiera jugadores con talento–, rompiera el dibujo con una acción personal para asistir al gol de Jacobo. En un partido en el que ninguno merecía el premio del gol, la fortuna sonrió a los locales.

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MALAS TRANSICIONES

Tras una primera parte en la que no ocurrió nada, los segovianos concedieron un gol tempranero y varias contras muy sencillas

El Ursaria pasó de una primera parte en la que pululaba por su estadio a adueñarse del territorio, a cabecear córners. La Segoviana buscaba la réplica en los centros de Merencio, cuyo habitual desequilibrio quedó anestesiado por un terreno tan reducido. No dio con la tecla, su ataque seguía durmiente y solo amagó con despertar en un cabezazo de Hugo Díaz que se estrelló en el larguero para que la defensa despejara el compromiso.

El gol puso fin al precario orden defensivo de la Segoviana. Porque los problemas ofensivos azulgranas precedían al césped sintético, vienen ya de largo: los dos últimos goles en el descuento dejaron en un segundo plano el problema de fondo, que los azulgranas generan pocas ocasiones. Ante tal panorama, Ramsés se negó a esperar y movió pronto el árbol. Puso en liza a Llorente y Segovia en busca del tanto perdido. Pero las piezas sagradas del banquillo no tuvieron tiempo para tocar el balón: apenas hicieron falta segundos para que el Ursaria aprovechara un mediocre balance defensivo visitante para trazar una contra de manual, con superioridad numérica, pase de la muerte desde la derecha y definición sencilla de Jacobo junto al punto de penalti.

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La ventaja allanó la tarea del Ursaria, al que le bastaba con evitar errores para sonreír, máxime porque la ansiedad agudizaba los errores azulgranas. La siguiente transición estaba a la vuelta de la esquina. Y Christian, un media punta con habilidad para romper líneas, se erigió en goleador y batió a Carmona con un zurdazo que entró pegado al palo largo. Otra misión imposible para Carmona, que salvó el cuarto en un mano a mano a ante el mismo protagonista. Una goleada que pudo ser aún peor.

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