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Javi Guerra, durante la media maratón que ha corrido en Albacete. El Norte
Javi Guerra, otra medalla de perro viejo

Javi Guerra, otra medalla de perro viejo

El atleta aún asimila semanas de 145 kilómetros con 40 años, la fórmula que le permitió batir en Albacete a rivales hasta 15 años más jóvenes que le idolatran

Jueves, 10 de octubre 2024, 09:48

En el atletismo no hay milagros, se corre como se entrena. Que Javi Guerra, cuatro veces campeón de España de maratón, siga acumulando medallas a un mes de cumplir los 41 años, como el bronce que cosechó el domingo en Albacete en el nacional de media maratón, es producto de un cuerpo que sigue soportando el ritmo endiablado de correr 21 kilómetros en la frontera de los tres minutos por kilómetro, es decir, 20 km/h. Son sus estándares, alguien que no se plantará nunca en una salida para hacer una hora y seis minutos: un tiempo de felino para muchos, pero de tortuga para él. «Cuando has bajado dos peldaños tu nivel, hay que apartarse. Yo voy a ser el primero. Pero es que estoy ahora mismo para correr 1h02m». Es decir, a años luz del ocaso. «Las sensaciones están siendo muy buenas entrenando, estoy acumulando un buen volumen de kilómetros sin apenas dolores. Esa para mí es la clave». Cuando uno aguanta semanas de 145 a sus ritmos de privilegiado, siguen cayendo podios.

El vigésimo cuarto puesto de Guerra en el Europeo de Media Maratón de Roma le demostró en junio lo que veía en los entrenamientos, que le queda cuerda para rato. No por el puesto, sino el tiempo: 1h03m17s es un crono a la altura de unos pocos privilegiados. Y lo refutó en Albacete, parando el reloj en 1h03m55s pese a ser un circuito poco propicio para marcas, en una ciudad con 700 metros de altitud sobre el nivel del mar. Todo ello le hace apostar por perseguir el día 27 en Valencia, unas de las medias más rápidas del mundo, las 1h02m15s, la mínima para el Europeo en ruta del año que viene.

El atleta segoviano exhibe el bronce. El Norte

Albacete fue su primer objetivo con Vicky Foods, el club de Valladolid por el que compite desde este verano, un proyecto auspiciado en la figura de Isaac Viciosa, al que Guerra define como «uno de los mejores atletas españoles de la historia»: campeón de Europa de 5.000 y sexto en los Juegos Olímpicos de Atlanta. Un proyecto cimentado en el atleta popular que ha crecido con nombres de élite con él o Pablo Sánchez, cuarto en Albacete, donde consiguieron el triunfo nacional por clubes. «Yo puedo aportar la experiencia, haber vivido situaciones parecidas a la del domingo durante muchos años. Y mi granito de arena a nivel de resultados». Para el segoviano ha supuesto un sostén económico, no solo por el fijo que supone su fichaje sino por los bonos en ciertas competiciones. «Te dan una visibilidad muy buena en redes sociales para que los patrocinadores pueden fijarse en ti». También le permite estrechar sus lazos con Valencia, sede de la empresa, una tierra donde se plantea acabar viviendo porque su pareja es de allí.

Viciosa explicó a Guerra que dejó el atletismo con 35 años porque no le picó el gusanillo de la maratón. «Se le ve feliz». La ciencia ha retrasado las retiradas, pero el segoviano sigue en pie casi seis años después que él. «Son casos excepcionales, mi padre también alargó su carrera cuando me estaba ayudando a mí». Genética aparte, lo valora. «Me siento un privilegiado, poder seguir corriendo rápido es todo un lujo». Tras Valencia, correrá el campeonato de España de Cross, en Itálica (Sevilla) el 17 de noviembre, un calendario entre el cross y carreras de ruta que mezclará con medias maratones y su plan a largo plazo de despedirse de la distancia maratón a finales del año que viene, ya sea en Nueva York, una prueba muy cotizada, o en Valencia.

Para ello se cuida «al máximo», con más sesiones de fuerza que años atrás, una enseñanza de amigos como Chema Martínez «Pierdes fibras, testosterona... Hay que saber tapar los parches, por ejemplo, mi articulación del dedo gordo del pie derecho está muy dañada». Habla de descansar lo máximo posible, de «entrenamientos invisibles» como la sauna o una rutina fiel de fisioterapia. «Fortalecer puntos débiles para no recaer porque cuando está haciendo 145 kilómetros a la semana con intensidades altas estás al límite».

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Es la fórmula para seguir en el podio de un campeonato de España. Se quedó a segundos del campeón, Chiki Pérez, y del segundo, Jorge González. Por detrás quedaron nombres llamados a sucederle como Roberto Alaiz o Jorge Blanco. «Todos los chavales jóvenes que tienen 10 o 15 años menos, con ansia de ganar». Su carta es la inteligencia táctica. «Madurez competitiva, saber el modo de aprovechar tus puntos fuertes. Y no esperar al final porque uno ya no tiene esa velocidad. Ser perro viejo». Gente que le idolatra. «Lo más bonito de esto es que te recuerden con cariño cuando vas a un campeonato de estos. Como decía ayer Iniesta, más que los títulos te quedas con el reconocimiento, es el mejor premio».

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