Segovia

Instalaciones fotovoltaicas arrastran meses de retraso por el «colapso» en Industria

Los cuatro colectivos suman fuerza. El mal del que se quejan no es nuevo. «Lleva desde el siglo pasado», apunta el decano del estamento colegial, Gabriel Vallejo, quien resume el problema en los «permanentes retrasos en la salida de documentación». Los trabajadores del Servicio Territorial de Industria no dan abasto con el volumen de expedientes que han de tramitar y autorizar. «Me consta que se dejan la vida», matiza el representante de los graduados e ingenieros técnicos industriales.

La consecuencia de la escasez de plantilla en este servicio es que las tramitaciones se alargan y retrasan «varios meses». Hay instalaciones que llevan esperando la autorización «entre seis meses y un año», pone de relieve el decano al referirse al cuello de botella que se genera al confluir la falta de personal con el aumento de peticiones que recibe el servicio territorial relacionadas sobre todo y mayoritariamente con instalaciones solares fotovoltaicas. «El número de expedientes es muy alto», subraya Gabriel Vallejo. «Es una de las provincias de la región con mayores ratios de expedientes por técnico», reiteran los colectivos que se sienten perjudicados.

La Junta sacó una aplicación para agilizar los procedimientos administrativos. Esta herramienta tecnológica gestiona de forma automática las instalaciones y la documentación que conllevan para solicitar el certificado. Sin embargo, lo que no concede son los permisos necesarios. Y es ahí, en este punto de la tramitación, donde se produce el atasco porque el personal del servicio territorial en Segovia «no llega».

El presidente de APEIT revela que el problema que arrastra el sector de los instaladores eléctricos a raíz de las demoras administrativas es que «no cobran» el total del desembolso que hacen los usuarios que les contratan hasta que la tramitación de la autorización no esté materializada y sea una realidad.

Así pues, José Ángel Gallego pide que se «desligue» la retribución económica del trabajo realizado del procedimiento administrativo de obtención de la autorización final, que se encalla en las oficinas de la Junta. El hecho de no cobrar todo y los retrasos que arrastran los encargos deriva en «problemas de liquidez» que sufren las empresas instaladoras, que además lamentan aún más estas demoras en una época en la que «hay mucho trabajo» por el impulso de las placas solares fotovoltaicas o de sistemas como la aerotermia.