Segovia

Los informes forenses por agresiones sexuales se triplican en un año

Si bien la memoria de actividad en la que el Ministerio del Interior recaba el ingente trabajo de los equipos enrolados en la subdirección segoviana del Instituto de Medicina Legal especifica que las diferentes funciones que abarcan «se han desarrollado con normalidad, una vez superadas las limitaciones determinadas por las sucesivas fases de la pandemia de la covid-19», el repaso a lo que fue 2022 pone de relieve una mayor carga de trabajo. En lo que respecta al personal, el curso pasado sale ganando si se compara con 2021, ya que el servicio ha contado con dos psicólogos y dos trabajadores sociales, uno más de cada que el curso precedente.

Por lo demás, además del plantel de administración, ha permanecido invariable la estructura de plantilla de la unidad de valoración, con cuatro médicos forenses, uno de ellos ocupando el puesto de subdirector, y dos oficiales de actividades específicas, que son auxiliares para la realización de autopsias.

Esta plantilla no solo ha tenido que asumir el aumento de trabajo en el ámbito de actuación de la patología forense, con más autopsias prácticadas como consecuencia fundamentalmente de una mortalidad en accidente, no sólo de tráfico, que casi triplica a la que hubo que lamentar en la memoria del Instituto de Medicina Legal correspondiente a 2021. Hay otras atribuciones que los equipos cubren y que el año pasado experimentaron un notable aumento en Segovia. Se trata de las tareas englobadas dentro del amplio ámbito de la clínica forense.

Así, basta con ver el dato de los informes que tuvieron que elaborar en 2022. La anualidad publicada por Interior revela que fueron, en total, 1.296 en el conjunto del territorio. Es decir, sumados los efectuados para la demarcación de la capital, que lógicamente aglutina la mayor parte de la actividad y de las intervenciones, y los que se llevaron a cabo dentro de las circunscripciones de los otros tres partidos judiciales -Cuéllar, Santa María la Real de Nieva y Sepúlveda-.

Esos cerca de mil trescientos informes suponen un volumen de valoraciones un 27,6% superior al que registró el Instituto de Medicina Legal en 2021. Además, si se mira de reojo a las provincias vecinas, son el doble de los que redactaron el año pasado, por ejemplo, los compañeros de la subdirección de Soria y 121 menos que los realizados por los forenses de Ávila. Estos territorios, junto al segoviano, son ramas que entroncan organizativamente con la dirección de Burgos.

Si se acerca la lupa a estas cifras, se observa que los informes sobre lesiones se dispararon por encima del 60%. Los forenses efectuaron 746 exámenes en 2022 con sus correspondientes resoluciones, 282 más que los que llevaron a cabo por esta misma razón en 2021. De la memoria también se extrae que las valoraciones de carácter psiquiátrico se incrementaron, pero en menor medida. De 384 a 430, lo que equivale a un repunte de reconocimientos del 12%.

Esa lupa del análisis todavía se puede aproximar un poco más para diseccionar lo que cuentan los números recogidos en la memoria. Y es que, a la hora de desglosar los motivos que condujeron a los exámenes de los equipos forenses instados a partir de los daños corporales padecidos, se deduce que las agresiones son las más numerosas al estar detrás de 436 de las 746 valoraciones hechas, lo que significa además un aumento de prácticamente el 40% frente a las registradas un año antes.

Le siguen en los partes de lesiones los informes por malos tratos, que ponen de relieve un incremento de estos casos. De 83 a 117, lo que supone casi un 40% más que en 2021.

Destaca sobremanera la tarea desarrollada por el personal dedicado a la clínica forense en la provincia vinculada a la realización de valoraciones en casos de agresiones sexuales. Los informes redactados a raíz de las investigaciones instruidas por estos sucesos se triplicaron en 2022 con respeto al curso anterior, pasando de siete a veinticuatro.

Dentro de esta tendencia alcista, la principal excepción que confirma la regla son los informes forenses derivados de una mala praxis o de una negligencia médica, que se reducen a tres en todo el año, cuando doce meses antes de habían realizado veintitrés, como revelan la estadísticas de actividad del Instituto de Medicina Legal. También descienden las valoraciones relacionadas con la siniestralidad laboral.

La memoria pone de manifiesto, a través de este maremágnum de cifras, que 2022 fue más luctuoso en la provincia de Segovia que 2021, y el segundo con más trabajo para la patología forense de los últimos dieciocho años, que es hasta donde se remonta la serie histórica reciente que publica el Ministerio del Interior. Más mortífero fue 2020 debido a los estragos letales de la covid-19.

La información general sobre las intervenciones llevadas a cabo en el ámbito de la patología forense indica que el año pasado se efectuaron 109 autopsias, que son 31 más que en el conjunto de 2021, lo que representa un incremento que se acerca al 40%. De este modo, crece la media anual de autopsias practicadas en la provincia hasta las noventa en el periodo que va desde 2004 a 2022.

Los fallecimientos en circunstancias accidentales experimentan el mayor aumento al analizar la etiología de la mortalidad. Y dentro de estos, los siniestros fatales de tráfico son los que, desgraciadamente, explican el repunte en términos relativos, ya que las catorce vidas que se cobraron las carreteras en 2022 suponen un 133% más que las que hubo que lamentar un año antes.

Además del mayor número de autopsias por suicidios, las defunciones por causas naturales también derivaron en más trabajo para los equipos del Instituto de Medicina Legal. En concreto, a lo largo del curso pasado practicaron 65 autopsias, la mayoría relacionadas con óbitos por problemas cardiacos isquémicos. En lo que va de año, los infartos se mantienen como la principal causa de mortalidad en el trabajo en Castilla y León.

En cuanto a los catorce fallecimientos autoinfligidos casi igualan las trágicas cifras que se lamentaron en el primer año de la pandemia del coronavirus, cuando los suicidios en Segovia se triplicaron alcanzado las quince defunciones, siendo además la mortalidad más alta por esta causa desde 2014.

Dadas las características de la provincia segoviana, que impide una distribución del trabajo por servicios, los levantamientos de los cadáveres y las autopsias son realizados por los médicos forenses de guardia.