Hoteles de Segovia se ofrecen para convertirse en hospitales

Juan Carlos Santos, director del Hotel Corregidor, ubicado en el barrio de San Millán y con capacidad para 114 personas, se puso en contacto el lunes con la Junta de Castilla y León para ofrecer a las autoridades sanitarias toda su infraestructura, que se encuentra vacía, puesto que el hotel permanece cerrado por falta de clientes y por cuestión de seguridad. Santos manifestó que desde el pasado miércoles comenzó a producirse «un aluvión de cancelaciones» a raíz de la agudización de la crisis del coronavirus, que provocó que el hotel pasase de tener sus 62 habitaciones ocupadas a 11 el viernes,6 el domingo y ninguna a partir de entonces, por lo que decidió cerrar el hotel al público.

El lunes solo un trabajador de mantenimiento acudió al hotel a hacer algunos arreglos junto al propio director, que lamenta el «desastre económico» que esta crisis va a suponer para el sector. Su máxima preocupación son los 23 trabajadores que tiene a su cargo. El director del complejo califica la situación de «un desastre», puesto que el hotel ha experimentado las pérdidas de grandes grupos para marzo y abril, y no prevé un futuro mucho mejor: «Comer es imprescindible, pero salir a comer a un restaurante o irse de fin de semana... el ocio es prescindible», lamenta Santos, en referencia a la difícil recuperación del sector cuando se retome el consumo.

El gerente ve la «situación y viabilidad» del negocio en peligro, y muy probables medidas como un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) pero se muestra rotundo al manifestar que asumirían «encantados» los posibles gastos de agua, luz y calefacción si finalmente el Hospital necesita disponer del establecimiento. Cualquier cosa para que, al menos, se alcance el pico máximo de contagios «lo antes posible», comenta el director.

Juan Pablo Zahonero, director del Hotel Los Arcos, ubicado en el Paseo Ezequiel González, también se puso en contacto este lunes con las autoridades sanitarias, por su cuenta y sin tener conocimiento de la iniciativa de su compañero de sector, para ofrecer las 113 plazas de su complejo a los pacientes del Hospital en el caso de que este se sature.

El gerente también habla de una «cascada» de cancelaciones, que hizo que el negocio bajara del 80 o 90% de ocupación al 5%, «y después a cero», lo que le llevó a cerrar las puertas del establecimiento por «seguridad y responsabilidad social».

Sobre las consecuencias de la crisis económica que el Covid-19 traerá consigo, el director del hotel, donde trabajan treinta personas, declara que aún está intentando «asimilar» este extremo, por lo que «sobran las palabras». El hotel permanece cerrado al público desde el lunes y el restaurante y la cafetería desde el sábado, y en la actualidad apenas un equipo de guardia formado por tres personas mantiene con vida y seguridad el edificio.

Acerca de los posibles costes que podría suponer al negocio acoger a pacientes que no puedan ocupar el Hospital por falta de espacio, Zahonero lo considera «irrisorio» para una situación sanitaria como la que vive el país: «Asumimos cualquier tipo de coste adicional, forma parte de nuestra responsabilidad social», afirma.

Según lo manifestado por ambos directores, las autoridades se han mostrado muy agradecidas con la propuesta y han informado de que se pondrán en contacto con ellos en el caso de que fuera necesario hacer uso de ella, un escenario que ambos empresarios desean fervientemente que no se produzca.

Los alojamientos de Segovia, que suman más de 3.500 plazas hoteleras, ya se temían lo peor desde hace semanas, después de unas expectativas previas a la Semana Santa que en nada se aproximaban a las reservas de años anteriores. La economía segoviana ve tambalearse uno de sus grandes pilares, el turismo, que solo en la capital viene suponiendo un impacto económico de 3,2 millones de euros.