El Hospital General fía la reducción de las esperas al «sobreesfuerzo» del personal

La lista de pacientes en espera de ser intervenidos con la que el centro ha empezado a deshojar el calendario de 2023 ha menguado, tanto la referida al protocolo de actuación en casos de prioridad clínica como la estructural compuesta por las operaciones programadas en las diferentes especialidades; además, el gerente ensalza que han bajado los tiempos desde que se decide operar hasta que el enfermo entra en la sala de quirófano.

Para ser más exactos, el año anterior se despidió con 1.858 pacientes en la cartera de intervenciones quirúrgicas pendientes. Ninguno de ellos acumulaba un retraso de más de un año. Esto quiere decir que el empuje de la sanidad pública a lo largo de los últimos tres meses del pasado curso consiguió aligerar en un 13% la bolsa de operaciones retardadas que arrastraba el centro tras el verano, una época normalmente poco propicia para combatir las esperas debido a los periodos vacacionales a los que tienen derecho los profesionales. Entre octubre y diciembre, ambos incluidos, 283 ciudadanos se borraron de la lista de espera quirúrgica porque se sometieron a la pertinente operación.

Si la comparación se retrotrae a los inicios de cada anualidad, el Hospital General no comenzaba un ejercicio por debajo de los 2.000 pacientes desde justo antes de la irrupción de la pandemia del coronavirus. Aquel 2020, que a la postre fue fatídico por dejar en evidencia la capacidad de las infraestructuras sanitarias de referencia en la provincia, comenzó su andadura con 1.381 pacientes en espera quirúrgica y una tardanza media de 66 días.

1.858pacientes en espera de operarse en el Hospital General de Segovia a fecha de 31 de diciembre de 2022.

78días es la demora media que tardan los segovianos en entrar en quirófano desde que el especialista decide operar.

Luis Gómez de Montes, al igual que sus predecesores, revela que la fórmula detrás de la reducción de las demoras es «el sobreesfuerzo» que asumen y llevan a cabo las plantillas de los distintos servicios. Ese plus de compromiso, dedicación, horas y trabajo ha estado regulado y remunerado desde el pasado junio, cuando entraron en funcionamiento las conocidas popularmente como peonadas, aunque los representantes de la Administración lo denominan autoconcierto.

El modelo ha tardado algo más de lo deseado en dar sus frutos y, sobre todo, en verse reflejado en las estadísticas publicadas por el portal Salud Castilla y León. La apertura de las salas de quirófanos durante las tardes para aligerar de pacientes la nómina de operaciones pendientes en el complejo asistencial de Segovia fue ineficaz en el tercer trimestre del año pasado, a pesar de los sacrificios remunerados de los profesionales sanitarios que se sumaron voluntariamente a la misión de bajar los retrasos y aliviar las listas de espera.

Cabe matizar a este respecto que en agosto hubo un paréntesis que paralizó la aplicación de las peonadas. La causa detrás de este parón fue el problema detectado en algunos complejos hospitalarios de la comunidad autónoma, entre los que estaba el segoviano. No se realizaban todas las intervenciones que se podía durante las mañanas, por lo que quedó denegado y suspendido el autoconcierto consistente en operar por las tardes hasta que no se ajustase la programación de cirugías pendientes para que los quirófanos estuvieran a pleno rendimiento en el turno matutino y necesitasen, ya sí, estar activos en el vespertino para cumplir los objetivos marcados por la administración sanitaria.

Hablando de objetivos, el que asumía el Hospital General de Segovia de intentar cumplir la misión encomendada por el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, se antojaba demasiado elevado. El líder regional, al poner en marcha los medios del plan de choque para disminuir las esperas quirúrgicas, situó el fin en acabar el año 2022 con una rebaja de veintiún días en el retraso medio que espera un ciudadano en Castilla y León para ser intervenido.

Traducido al escenario sanitario de Segovia, consistía en dejar la demora media para entrar en quirófano en 62 jornadas a fecha del pasado 31 de diciembre. baste decir que en el ecuador del curso, esa tardanza era de 83 días, y que al cabo del tercer trimestre incluso había subido a 89.

Los datos publicados recientemente por la Consejería de Sanidad, a través del portal Salud Castilla y León, dan fe de que el objetivo marcado por Mañueco era poco menos que inalcanzable, aunque el «sobreesfuerzo» que ensalza Gómez de Montes abre la puerta a una tendencia descendente, tanto en la cantidad de pacientes pendientes de ser intervenidos como en la tardanza que acumulan para entrar en quirófano.

Este nuevo ejercicio ha empezado a andar con 78 días de retraso medio para ser operado en Segovia. Son once jornadas menos que las que se prolongaba la espera doce meses antes, pero aún son, por ejemplo, doce más que el tiempo que se alargaba la operación quirúrgica justo antes de que la pandemia de la covid trastocara el funcionamiento y pusiera patas arriba el sistema asistencial.

Gómez de Montes sostiene que el autoconcierto va a proseguir, al menos en los primeros meses del año. El gerente de Asistencia Sanitaria de Segovia también alude al «paquete de recursos financieros» habilitado por Servicios Centrales de la Consejería de Sanidad para sufragar las citadas peonadas y la colaboración con la sanidad privada.

La externalización por la que se ha apostado para aliviar la cartera pendiente de intervenciones ha llevado a realizar más de un centenar de procedimientos quirúrgicos fuera de Sacyl, así como hacer «varios centenares» de lecturas y estudios de pruebas que previamente se había desarrollado en el servicio de Radiodiagnóstico del complejo asistencial. Esta mano echada por el centro Los Tilos ha evitado ralentizaciones y atascos en la unidad.

Los datos de la Consejería de Sanidad ponen de manifiesto descensos en cinco de las siete especialidades evaluadas para comprobar la evolución de las demoras en el ámbito hospitalario. Traumatología y Oftamología, dos de las unidades más sobrecargadas de pacientes en espera de pasar por quirófano, han logrado reducir la lista de intervenciones en cartera.

También mengua la relación de segovianos que aguardan operarse en Dermatología, Ginecología y en Cirugía General y del Aparato Digestivo. Por el contrario, aumentan las operaciones pendientes en Otorrinolaringología y en Urología, según los números oficiales publicados por la Junta al cierre del año pasado.