El histórico momento que atraviesan los embalses de Segovia

El dato de reserva hídrica en la provincia no deja de crecer, incluso cuando los cuatro embalses más importantes de Segovia han mantenido en gran medida los niveles de agua embalsada durante los últimos meses. El mes de noviembre no ha sido especialmente lluvioso, sino todo lo contrario, de «seco» a «muy seco» según el punto del mapa provincial, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). La precipitación acumulada registrada está por debajo de la media. Eso no ha evitado que algunos de los pantanos, como es el del Pontón Alto, permanezcan al cien por cien de su capacidad ya desde hace varias semanas.

En concreto, este embalse que suministra el agua potable a Segovia y otras localidades del alfoz alcanzó el umbral máximo de reserva hídrica, que se sitúa en siete hectómetros cúbicos, a mediados de octubre. Se adelanta alrededor de diez días en este hito en relación a 2023, así como cuatro semanas en comparación con 2022. La media anual de la década previa también guarda una mayor separación temporal.

Lo mismo sucede en el pequeño pantano de Las Vencías, que está al borde de los límites de su capacidad, mientras que el de Burgomillodo, que tiene un uso hidroeléctrico, se acerca al 60%. Estas semanas ha perdido un hectómetro cúbico y su reserva responde a diversas fluctuaciones, como es la previsión de precipitaciones. No obstante, las precipitaciones con las que ha dado comienzo diciembre -ha llovido cada uno de los primeros cuatro días del mes- han permitido estabilizar los niveles mucho más elevados que en los años inmediatamente previos.

El embalse de Linares del Arroyo, que se nutre del río Riaza y está ubicado en el nordeste provincial, permite tener una visión más global debido a su mayor tamaño. Es capaz de almacenar un total de 54 hectómetros cúbicos y actualmente, según el boletín hidrológico actualizado este martes por el Ministerio para la Transición Ecológica, se encuentra a más del 57%. Cuenta con 31 hectómetros cúbicos almacenados cuando en el mismo periodo la reserva suele situarse en apenas 26, tal y como refleja el promedio del último decenio. En apenas siete días ha sumado un hectómetro cúbic y es una cifra que no deja de crecer.

Los valores son ligeramente superiores a los de 2023, donde el otoño sobresalió por ser el más húmedo del presente siglo. Ahora las condiciones climatológicas son muy diferentes, pero el pantano de Maderuelo ha logrado recuperar millones de litros pese a las escasas lluvias que han tenido lugar en el territorio a lo largo de noviembre. Si la comparativa se realiza con 2022, la situación reflejada es muy diferente, ya que en esta ocasión la reserva total bajaba de la barrera de los 20 hectómetros cúbicos.

La propia Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) confirma que todos los sistemas de explotación presentan valores por encima de la media de al menos las dos décadas previas. De hecho, el organismo gestora de la cuenca destaca el «importante volumen de reservas» en el sistemas Riaza al inicio del año hidrológico, que tuvo lugar el pasado 1 de octubre. La reserva no deja de crecer con el paso de los días, aunque sea con menor velocidad respecto al inicio del otoño.

A día de hoy, el caudal medio de entrada es de 0,9 metros cúbicos por segundo mientras que el de salida ronda los 0,3. La tendencia es positiva y lo mismo se percibe en el caso del Pontón Alto, muy próximo a Segovia capital, aunque debido al rebasamiento de sus límites actualmente entran tantos litros de agua como salen: algo más de dos metros cúbicos por segundo.