Héctor Oliva, el portero que juega menos

El segoviano está invicto en sus cuatro partidos con la Segoviana en Segunda RFEF (tres victorias y un empate ante Alcorcón B, Navalcarnero, Socuéllamos y San Fernando) y solo cayó en el duelo de Copa del Rey ante el Sestao. «Me siento muy cómodo en el campo, disfruto mucho jugando. Eso me ayuda a poder competir como se merece la categoría». Uno de sus legados es ganarse al público con su historia de Cenicienta. «Cuando juego se nota, que me quiere. Y para los chavalillos que te ven ahí jugando eres un futbolista profesional».

No se llama así mismo suplente, sino «el portero que juega menos», quizás porque Ramsés es enemigo de la palabra y considera la edad un dato anecdótico. Su fórmula es salir sin presión para silenciar esa voz que se presenta en la cabeza cuando un jugador tiene pocos minutos: «Tengo que demostrar, tengo que demostrar». Normalizar todo, desde el escenario –como La Albuera llena– a los rivales. «No son mejores que a gente con la que entrenas todos los días».

O el propio error. «Lo puede cometer cualquiera. Si no es una ida de olla, no deja de ser un error. Igual que un delantero falla un gol claro o un mediocampista no da un pase preciso. El portero también tiene derecho a fallar, no deja de ser una persona. ¿Que se ve más? Sí, estamos de acuerdo». Y recuerda cuando se le escapó ese balón mojado ante el Sestao. «En ese momento me entró toda la rabia del mundo. La he cagado, pero a la siguiente en vez de intentar atraparlo, las despejo». Conversaciones que compara con las que tiene con la almohada. Y las paró, manteniendo vivo el partido para que llegaran dos goles en el descuento.

Carmona es un referente en el que se fija «mucho», desde la colocación a lo que llama «mantener las formas». Es decir, aprovechar la visión privilegiada para dirigir al equipo desde atrás; no solo en lo táctico, sino en lo anímico. La elección de un jugador para la rueda de prensa previa puede dar a pensar que será titular, pero Ramsés es su propio guionista y no da pistas sobre la alineación que sacará mañana (17:00 horas) en Badajoz, donde su equipo buscará la segunda victoria seguida tras haberse impuesto en Cáceres y romper una secuencia de derrotas «difíciles de digerir, tanto en la forma como en el fondo», subraya el técnico.

Ramsés habla de «otra prueba de máxima exigencia» ante un rival que ha ganado tres de sus últimos cuatro partidos, incluidas dos victorias en el Nuevo Vivero. «Es un escenario precioso y no se pueden desaprovechar estas oportunidades porque no sabemos cuándo volverán». Un recién descendido –y por tanto candidato a regresar a Primera RFEF– que destaca por su solvencia defensiva, un once titular reconocible y delanteros con pólvora. «Los dos equipos tenemos las cartas sobre la mesa». Tras marcar un gol en los 600 minutos de liga previos y haber sumado siete puntos de los 24 en juego antes de Cáceres, la Sego cambió la dinámica goleadora con tres tantos. «Borrego hizo su mejor partido del año y Dani Segovia estuvo muy bien. Eso es confianza, para ellos y para todos».

Su plantilla jugó un amistoso ante la selección de Castilla y León el jueves; goles de Maroto –jugó 20 minutos y estará disponible– y Segovia para un triunfo por 2-1, con Oliva en portería. La Real Federación Española de Fútbol rechazó el recurso azulgrana y confirmó la sanción a Dani Plomer por la reyerta ante el San Fernando. En Badajoz cumplirá el cuarto y estará disponible el 17 de diciembre ante el Atlético Paso. «Es una injusticia tremenda. La sanción es desproporcionada e incomprensible». David López sigue de baja por su pubalgia, un proceso «lento pero seguro».