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Martinho es la nueva borrasca que afecta desde la noche de este miércoles a Segovia. Este frente no está dejando tantas precipitaciones como los anteriores, ... pero sí está dejando un reguero de incidencias que tienen que ver con las rachas fuertes de viento que están arreciando a lo largo y ancho de la provincia. Hasta ahora, el vendaval se ha cebado especialmente con entornos arbolados en los montes de la sierra que no han soportado las embestidas de Eolo y, en menor medida, en los cascos urbanos y sus áreas ajardinadas y parques, donde las ramas arrancadas alfombran el suelo.
La predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) se ha cumplido. Anunciaba la irrupción de una nueva borrasca en la cadena de frentes que lleva transitando por la provincia desde principios de este mes de marzo y que ha dejado tras de sí lluvias abundantes con los consiguientes desbordamientos de cauces de ríos y arroyos desmandados e inundaciones, nevadas copiosas en las zonas montañosas del Sistema Central y vendavales.
En esta ocasión, el organismo oficial ha pintado de amarillo la provincia de Segovia, color que remarca el aviso por fenómenos adversos, por el riesgo concreto que entrañan las potentes rachas de viento que se esperaban y que de hecho han soplado desde ya entrada la noche del miércoles. En la meseta, el pronóstico indicaba ráfagas de hasta 70 kilómetros por hora, mientras que en cotas más elevadas la previsión aumentaba la velocidad hasta los 80 kilómetros por hora.
Las incidencias han salpicado la geografía, aunque el paso de Martinho se ha acusado más en áreas serranas. Así, en el término municipal del Real Sitio de San Ildefonso, a primera hora de la mañana de este jueves, avisaban de árboles caídos en distintos puntos. Uno de esos lugares era la carretera entre La Granja y Valsaín, donde el viento ha arrancó un ejemplar que se precipitó sobre la calzada y obligó a cortar el tráfico hasta que fue retirado. Por fortuna, el alcalde de la localidad, Samuel Alonso, confirma que los daños son puramente naturales y que no ha habido que lamentar accidentes personales.
En su parte de percances, el regidor cita el derribo de numerosos árboles, sobre todo en los montes de Valsaín y en el entorno del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. A más altura, mayor velocidad del viento y más destrozos. Dentro del casco urbano, el vendaval ha tumbado también algún árbol en áreas verdes sin que afectara a la circulación de peatones y de vehículos. Asimismo, y como también venía advirtiendo la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), Samuel Alonso da cuenta de la crecida de arroyos debido al deshielo que en las últimas horas se ha producido en las cumbres blancas por la nieve caída en Guadarrama. Estos aumentos de los caudales han causado, hasta ahora, «pequeñas inundaciones en algunas zonas».
Las rachas empujadas por Martinho también se han dejado notar en El Espinar, donde el organismo regulador de cuenca ha rebajado el nivel naranja de aviso de naranja a amarillo por la amenaza de desbordamiento y anegaciones como consecuencia del crecimiento que ha experimentado otra vez el caudal del río Moros a su paso por el segundo término municipal más poblado de la provincia de Segovia tras la capital. El Ayuntamiento, a través de los altavoces de sus cuentas en distintas redes sociales, mandaba en las últimas horas «un mensaje de tranquilidad» a los ciudadanos. «Nuestro personal municipal, junto con otros servicios de emergencia, está trabajando intensamente para minimizar los efectos de estas crecidas y garantizar la seguridad de todos los vecinos».
Los desbordamientos, este jueves «son puntuales». Asimismo, el Consistorio espinariego trasladaba a la población que estaba haciendo un seguimiento «constante» de la situación y adoptando «todas las medidas necesarias». En este sentido, aconseja a los habitantes que no caminen ni circulen por zonas inundables.
Entre las incidencias que ha provocado la nueva borrasca en esta localidad, están las caídas de árboles y el desprendimiento de una lámina de la cubierta de la estación de autobuses de San Rafael, la cual quedó precintada con el fin de preservar la seguridad de los usuarios.
131 kilómetros por hora
es la velocidad de la racha de viento más fuerte registrada en la estación de esquí de La Pinilla durante el azote de la borrasca Martinho.
En la capital, las rachas de viento han dado la razón al aviso de la Aemet. La ráfaga más intensa se ha registrado en torno a las 16 horas de este jueves, con 82 kilómetros por hora, según el dato recabado por la agencia. A partir de la tarde, ha ido amainando, pero aún así el paso del frente ha dejado velocidades superior a los 70 kilómetros por hora.
El Parque de Bomberos de Segovia y la Policía Local han atendido varios avisos desde la noche del miércoles relacionados con el vendaval: desde contenedores desplazados y volcados o vallas de obras derribadas hasta la caída de algún árbol, como ha ocurrido a primera hora de la mañana en el centro educativo de adultos Antonio Machado, en la calle Berlín del barrio de San José. El ejemplar ha cedido ante la intensidad de Martinho y ha quedado tendido en el patio de este colegio impidiendo el paso de los alumnos hasta que fue retirado por los equipos desplazados.
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Además, la intervención de los bomberos ha sido necesaria en la avenida Vicente Aleixandre, en Nueva Segovia, donde han acudido a asegurar un canalón que había quedado colgando al desprenderse de la fachada de un edificio. Horas antes, habían acudido al polígono de Hontoria por la amenaza que entrañaba la cubierta de una nave situada en la calle Gremios Segoviano ya que la chapa del tejado estaba inestable y corría el peligro de arrancarse y caer al suelo por la fuerza del viento.
Por su parte, a última hora de la mañana, en la calle Pinar de Valsaín, los bomberos han desplegado la escala de uno de sus camiones para retirar una gran lona que había volado y se había quedado enganchada en la copa de un árbol.
A la intensidad del viento, con rachas de más de 70 kilómetros por hora, se le van a sumar las lluvias y el deshielo para complicar más el escenario. La predicción es que las precipitaciones vuelvan a ser intensas en el Sistema Central, donde la Agencia Protección Civil prevé que se puedan recoger hasta 40 litros por metro cuadrado en tan solo doce horas. El aviso durará toda la jornada del viernes.
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