De frontones centenarios a los circuitos biosaludables del siglo XXI

Cada una detalla su año de construcción y su estado de conservación. Con todo, el listado es incompleto porque algunos pueblos no han contestado, así que o no han sumado nuevas infraestructuras o no han validado las del anterior inventario. La Diputación no es propietaria de ninguna de ellas, pero ha sido un agente esencial para reformarlas a través del PAIM (Plan de Ayudas para Inversiones Municipales), pues muchos municipios destinan a ellas la cuantía anual que reciben de este programa. Para el siguiente ejercicio, se reducen las partidas para temas de agua o acerados y en beneficio de las deportivas. «Hay que incrementarlas porque los municipios, en su autonomía, así lo han querido. Tienen cada vez un mayor peso», subraya el diputado de Deportes, Óscar Moral.

La casuística de las infraestructuras es infinita, aunque no todas reflejan en el documento de la Diputación su fecha de construcción. El campo de fútbol más antiguo de la provincia es el de Navas de Riofrío, construido en 1950, frente al de San Cristóbal de la Vega, de 2014, o el complejo de La Lastrilla, iniciado en 2011 y culminado en 2015. Hay cinco campos de fútbol siete y hasta uno de fútbol playa, en San Cristóbal de Segovia. Si en el fútbol predomina la titularidad pública, de los siete campos de golf de la provincia hay cuatro municipales (Puebla de Pedraza, La Matilla, Cabezuela y Bercial) y tres privados (en Grajera, Cuéllar y Palazuelos de Eresma). La variedad se ha ampliado, con seis circuitos de calistenia, cuatro rocódromos, cuatro áreas de tenis de mesa, otras cuatro de patinaje/skate, y hasta una de pump track, un circuito bacheado de bici en busca de maniobras habilidosas.

Las instalaciones más antiguas son los frontones. Como el centenario de Armuña, levantado en 1920, unos años antes que el de Frumales (1982) o Navares de Ayuso (1932). No son pocas las paredes levantadas a lo largo de toda la provincia en la primera mitad del siglo XX. Con todo, sigue de moda. Palazuelos y Hontanares sumaron el suyo en 2013, como San Cristóbal de Segovia en 2018 o Marazoleja en 2023. De construcción más reciente son los pabellones cubiertos, la mayoría del siglo XXI, como los de Nava de la Asunción (2018), Trescasas (2021), Palazuelos (2013) o Navalmanzano (2018).

En muchos casos, la actualización de la instalación supone un importe muy similar al de una construcción nueva. Moral habla de «querer mantener los lugares históricos» para rehabilitar antes que dejar un espacio vacío. «Reacondicionar una pista polideportiva o un frontón tiene un precio por encima del 80% de construirle nuevo. No es cuestión de mantener una pista en muy mal estado y hacer otra nueva, incluso aunque se tenga el espacio, que en muchos casos no se tiene. Todos queremos mantener nuestro patrimonio y acondicionarlo».

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En parte por el valor social adquirido, lugares que Moral compara con la tienda de ultramarinos o el bar. «Es el lugar de socialización de los vecinos, donde muchas veces se reúne esa gente más mayor a hacer la gimnasia de mantenimiento o manualidades. Que no tienen diferentes espacios y un salón acondicionado vale para la parte cultural y para la deportivas». El diputado pone en valor que sus programas de Escuelas Deportivas y Deporte Social priorizan que todos los municipios que lo pidan, aunque sean pequeños, tengan al menos una actividad de este tipo. «Es muy necesario que en el invierno de la provincia, en los pequeños pueblos, se puedan mantener estos espacios deportivos, educativos, sociales y culturales. De la necesidad tenemos que intentar hacer virtud».