La experiencia domina a la bisoñez

Los dos equipos saltaron al césped del municipal tureganense antes de tiempo con ganas de partido de 'play-off', tanto es así que se tuvo que esperar varios minutos a que fueran las 18:00 horas para que el balón rodara en El Burgo. Desde el pitido inicial se observaron los galones de ambas plantillas, con un juego muy directo y activo del equipo leonés, que salió mucho más dinámico que los locales. Los segovianos, sabiendo que se jugaba un partido de 180 minutos, intentaron controlar la posesión cuando el rival se lo permitía.

Los primeros acercamientos de los rojillos nacieron desde la defensa, combinando en la media con Carlos García y el capitán Luis del Barrio. El Turégano optó por jugar más en su campo y creó sus primeras jugadas ofensivas sin peligro hacia la portería de Iker. El equipo de Guille Duque parecía tener el encuentro donde lo quería hasta que un error defensivo generó la primera ocasión clara de la tarde. Mario Blanco encontró un regalo perfecto en el área del Turégano que consiguió disparar a portería. Cuando el Atlético Mansillés ya celebraba el primero de la tarde, el guardameta Álvaro González puso en pie a la grada local con una parada abajo que impidió que los leoneses inauguraran el marcador.

El equipo segoviano tuvo la capacidad durante la primera parte de recuperar el control del juego y poder llegar al ecuador del partido con el marcador a cero sin haber generado un gran juego. El choque se encaminaba al descanso cuando la polémica inundó el césped de Turégano. En una larga carrera por la banda izquierda, el Atlético Mansillés consiguió poner un centro de categoría para el remate de Mario Blanco. El jugador de ataque del equipo leonés recibió un fuerte golpe en el interior del área en el momento del remate. El número catorce se quedó tendido en el terreno de juego con dolores en el costado mientras el resto de compañeros reclamaron de manera insistente un posible penalti en el área local.

El juego continuó tras la decisión del colegiado de no pitar la pena máxima. Minutos después, el jugador del club visitante tuvo que ser sustituido con dolores en la cadera. El técnico José Ángel Montaña se vio en la obligación de cambiar sus cartas y sacar del terreno de juego a su pieza más determinante durante la primera parte.

La lluvia comenzaba a caer instantes antes del inicio del segundo tiempo. El Turégano reanudó el encuentro sufriendo las acometidas y acercamientos del equipo rival. El Atlético Mansillés dominó los primeros instantes con un juego más directo. Apenas había transcurrido cinco minutos de la segunda mitad, el guardameta del conjunto rojillo volvió a salvar a su equipo con un mano a mano. En este caso, el disparo en el área de Adrián Puente se vio frenado por una parada salvadora por encima de la cabeza del portero cuando este ya estaba vencido en el suelo.

Cumplida la hora de juego en El Burgo, el equipo de Guille Duque hizo valer su experiencia en la competición. Como resultado empezó a generar peligro en la portería rival. Pese a la timidez de los ataques, el equipo local se fue encontrando cada vez más cómodo. Las incorporaciones de Nacho y Jesús Horcajo dieron mayor movilidad del ataque, además de más control de la posesión en el centro del campo.

Enfilado el último tramo del choque, una gran carrera de Carlos García por la banda fue el preludio a un centro teledirigido al área pequeña. En la posición de delantero, el número siete del Turégano, Diego Alcubilla conseguía rematar con facilidad un balón imposible para el guardameta leonés.

En los últimos instantes, el técnico visitante sacó su última bala en ataque, pero sin acierto el peligro se disuelve con facilidad. El Atlético Mansillés no supo aprovechar los minutos finales para empatar. Ambos equipos tuvieron opciones de marcar en los cinco de añadido, un disparo desviado de Juan Núñez para el Turégano y un cabezazo errático de Pelayo mantuvieron el marcador. Todo por decidirse en León.