Escalona del Prado: «El pueblo de la amplitud»

En Escalona del Prado la amplitud es un símbolo. La iglesia de San Zoilo, la ermita de Nuestra Señora de la Cruz y la Plaza Mayor poseen buenas dimensiones y otorgan una imagen de un pueblo cuyo patrimonio histórico y artístico es tan importante, como su tamaño.

Agrícola y ganadero, Escalona presume de este sector que ha evolucionado de manera inteligente para llevar las tecnologías a la producción; se invierte en la robotización de las naves y aunque se mantienen costumbres en el campo, la apuesta es decidida por los nuevos tiempos.

Escalona, como muchos otros pueblos, es de fechas señaladas. El verano y los fines de semana es momento de que se duplique la población y reine la algarabía de los niños. Y es tiempo también de venerar a San Zoilo en su iglesia, bien conservada y a la que se puede acceder en horario de misa o mediante petición a un vecino que vive junto al templo y facilita el acceso.

El pueblo también es devoto de la Virgen de la Cruz, en su imponente ermita, que es muy querida y que cuenta con la ayuda inestimable de las camareras. Ellas cuidan de Nuestra Señora y los vecinos se lo agradecemos.

Escalona del Prado es igualmente historia, con el lugar denominado El Prado, que fue utilizado como aeródromo durante la guerra civil y ha acogido campeonatos de aeromodelismo. También forma parte de la larga historia del pueblo la copia de la Sábana Santa de Turín, que se expuso en Las Edades del Hombre y que custodia el pueblo con mucho cariño para exhibirla en ocasiones muy especiales.

Después de contemplar los dos grandes edificios religiosos del pueblo, es posible darse un paseo por unos caminos en los alrededores que están muy transitados. O ir a la piscina en verano o a las zonas deportivas. Y por supuesto hay que darse un paseo por la Plaza Mayor, grande también, y lugar de encuentro de un pueblo que es siempre con amplitud.

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