La edad media de donantes de sangre sube cuatro años, hasta los 46, desde 2018

Los meses de más calor no son propicios para las donaciones. «Es lógico que en momentos en los que se sale de la rutina por vacaciones o viajes, las aportaciones bajen: se nota bastante, disminuyen», especifica. Sin embargo, en el verano también se producen emergencias, desde accidentes de tráfico al diagnóstico de enfermedades que requieren urgentes intervenciones. «Por eso no debemos parar, hay que mantener las reservas», defiende.

En estos casos, Segovia no mira para otro lado. «Siempre hemos estado a la altura de los servicios que nos pedían», subraya De Frutos. Los hospitales de la región consumen unas 450 bolsas de sangre cada día, pues son necesarias tanto para los trasplantes de órganos como para afrontar las complicaciones de un embarazo. Es una cifra que se corresponde con aproximadamente todas las donaciones que contabiliza la hermandad segoviana en un mes. Ha habido ciertos episodios de bajos niveles de provisiones, pero «hemos conseguido que esta falta se vaya corrigiendo poco a poco». Actualmente, no existe ningún aviso en vigor.

La pandemia conllevó el cierre de los puntos fijos. «Tuvimos que adquirir unidades móviles», que son los autobuses que se desplazan por los municipios y las calles de la ciudad para captar interesados. En 2020, las reservas cayeron por debajo de la barrera de las 5.000 bolsas de sangre y plasma, aunque en los meses posteriores se recuperaron hasta rondar las 6.500.

Esto implica un índice de 41,6 donaciones por cada 1.000 habitantes, que supera en más de un punto la tasa aconsejada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). «Podemos estar orgullosos», esgrime, sobre todo cuando Castilla y León se constituye a su vez como la segunda comunidad autónoma con mayor actividad de los donantes, solo por detrás de Extremadura.

En el primer trimestre de 2024, las aportaciones tanto de sangre como de plasma en la provincia fueron mucho más numerosas en comparación con el mismo periodo del año anterior. El repunte es de más del 21%, lo que se traduce en 313 donaciones más, hasta alcanzar las 1.762. Son cerca de 20 al día. Esta cifra permite a Segovia tomar la delantera en la clasificación regional de las provincias con menos población, ya que está por encima de Soria, Ávila y Zamora. Incluso aventaja a Palencia por primera vez desde la llegada de la covid, tras igualar los resultados de 2023.

«Es una noticia muy positiva; no nos podemos comparar con el resto de los territorios porque tienen más medios», defiende el presidente de la hermandad. El objetivo al que aspiran desde hace décadas es llegar a las 7.000 contribuciones, que podría alcanzarse al cierre del presente ejercicio gracias a las donaciones de plasma. «Mantienen un buen ritmo», confirma, pues ya suponen casi el 7% de los registros anuales.

La confianza en un incremento se apoya en la puesta en marcha de un autobús equipado con dos máquinas de aféresis por parte del Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León hace tan solo un mes. El vehículo recorre las principales poblaciones de la región para obtener un componente sanguíneo que es fundamental para cientos de pacientes que comienzan tratamientos contra el cáncer, enfermedades raras y otras patologías graves.

Si continúa la tendencia ascendente en la provincia, incluso se rozarían las 8.000 donaciones en el recuento total, lo que se constituiría como un hito histórico en el medio siglo de trayectoria de la organización segoviana, cuyo aniversario se celebra este año bajo el lema 'Por fuera, llevas una pequeña tirita; por dentro, un orgullo inmenso'. Pero más que hacer un repaso de la historia de la hermandad, De Frutos mira al futuro. Según remarca, «es muy difícil que los hematólogos consigan fabricar sangre». Y si no se fabrica, hay que donarla, por lo que insiste en que es «urgente y necesario» sensibilizar a los jóvenes para que participen en las colectas.

Los delegados de la entidad provincial han participado en charlas en institutos y centros de Formación Profesional para «mentalizar» de la necesidad de realizar donaciones. «Es una acción esencial para salvar vidas y también para que muchos pacientes sigan viviendo», puntualiza. Con el propósito de despertar la solidaridad para garantizar las reservas en verano, algunos hospitales han llevado a cabo maratones. Durante más de doce horas seguidas, los profesionales sanitarios han atendido a miles de interesados. No se descarta que esta iniciativa tenga como escenario el Complejo Asistencial de Segovia en futuras ocasiones.

Uno de los requisitos que se deben cumplir en aras de hacer la donación es tener entre 18 y 65 años. En casos puntuales, algunas personas pueden mantener su colaboración hasta los 75 años. «Para trasfundir una bolsa de sangre o plasma, hay que tener una garantía del 99,99% de que no se va a transmitir ninguna enfermedad a la persona que se la ponen», explica De Frutos. Los laboratorios se encargan de hacer los exámenes dirigidos a descartar los riesgos.

A día de hoy, la edad media de los donantes supera los 46 años. Son cuatro puntos más que en 2018, aunque este dato ha mejorado ligeramente en el último trimestre y respecto a otras provincias. Por ejemplo, los voluntarios palentinos sobrepasan de forma general los 55 años de media. Precisamente, en el caso segoviano, el colectivo que está detrás de más aportaciones es el de los 57, que acumula 258 donaciones -el 4% del total.

Está seguido de los 58 y 53 años, aunque en el listado pronto empiezan a hacer acto de presencia los ciudadanos que se encuentran en la cuarentena. Llama la atención que haya más donaciones procedentes de segovianos de 60 años (192) que de 30 (85), según los datos actualizados por la Junta de Castilla y León.

A lo largo del año pasado, hubo una veintena de aportaciones por parte de personas con 70 años o más. Los más jóvenes están en la cola del ranking, pues hace falta reunir a los que tienen entre 18 y 22 años para lograr igualar los datos apuntados por el primer grupo del listado. Esto podría cambiar en la elaboración del siguiente balance, pues los veinteañeros han escalado puestos este 2024, lo que la hermandad atribuye a la mayor concienciación. A ello se suma el interés que tienen muchos de ellos en relación a seguir los pasos y el legado de sus familiares.

La contribución de los hombres es mayor que la de las mujeres, con casi el 65% de las donaciones, ya que tienen oportunidad de participar en las colectas una vez más cada año -hasta cuatro veces- que las segovianas. Es una situación que se repite en el conjunto de la región, pero algo distintivo de la provincia es que dos tercios de las aportaciones se realizan en las unidades móviles, que viajan por los diferentes pueblos.

Si bien es cierto que el nivel de reservas desciende en el periodo estival, en los últimos dos años se han producido destacados repuntes en julio, hasta convertirse en el mes con más donaciones del año, lo que se explica por la presencia de la hermandad en el Open Castilla y León Villa de El Espinar. Cientos de deportistas y sus familiares suben a los autobuses para contribuir con este gesto solidario. Así, es en el verano donde Segovia acorta distancias con Salamanca, pese a registrar las aportaciones mínimas en agosto. Por lo general, el periodo navideño y la llegada de la primavera son las épocas que más donantes congregan.

La labor de muchos de ellos será reconocida este sábado, con motivo de la 41 asamblea general ordinaria que convoca la junta rectora de la hermandad. Tendrá lugar a partir de las 19:30 horas en la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, en la que se reunirá la directiva para hacer un balance de los últimos años y hacer entrega de los diferentes reconocimientos que otorga: desde la Medalla de Oro de Honor o la Gran Cruz de la Donación de Sangre de Honor, que recae en la Organización Nacional de Transplantes; hasta la distinción de Donante del Año, que se concede a Antonio Romero, y de Donante de Sangre Provincial, que será recogida por Mariano Cristóbal, vecino de Encinillas.