Fiestas en Cuéllar

Las dulzainas ponen el ritmo a la tronadera

Lo han hecho cada mañana, a las 8:30 horas con dianas y pasacalles, que van desde la plaza Mayor hasta la zona del Embudo, en concreto, donde se reparte el aguardiente, una tradición cuellarana que se mantiene desde hace décadas, ahora gracias a los hijos de Bonifacio Laguna, que lo heredaron de su padre, y éste a su vez de sus vecinos.

Desde allí, cada mañana, varios dulzaineros y tamborileros recorren buena parte del recorrido del encierro, habitualmente hasta la avenida de los Toros, esperando la llegada de las reses. A sus notas musicales se unen cada día decenas de danzantes, en el tradicional baile de rueda, que llegan a ser cientos en las jornadas de mayor afluencia, animando las calles al son de la música y amenizando la espera hasta que los astados hagan su presencia en las calles de la localidad. También la peña La Plaga organiza cada año un baile de rueda nocturno en la jornada de fiestas.

Pero si hay un baile de rueda multitudinario, ese es el que se celebra cada jueves de fiestas, habitualmente animado con las charangas de las peñas, aunque este año se ha querido dar protagonismo a los grupos de dulzaineros locales, por lo que se ha contado con ellos para esta actividad, una tronadera que ayer partía a las 13:00 horas desde la plaza de Los Coches.

Junto a ellos, decenas de personas, muchos miembros de las peñas ataviados con los trajes oficiales, dando color a la cita, comenzaron a bailar los ritmos propuestos por las dulzainas, en su mayoría jotas. Con esta banda sonora, ascendieron por la calle Las Parras, bailando en línea también por la calles Carchena y Santa Cruz, hasta llegar a la plaza Mayor, donde una multitud de personas esperaba ya para disfrutar del espectáculo e incluso unirse a él.

Poco a poco todos los participantes fueron llegando hasta el epicentro de la actividad y tomando el centro de la plaza, mientras los dulzaineros –una veintena- y tamborileros se situaban en lo alto del escenario para interpretar, al unísono, diversas piezas, todas jotas, entre ellas, y hasta en dos ocasiones, la popular jota 'A por ellos', que no falta en ninguna de las citas de las fiestas, y que fue recibida con entusiasmo por los bailarines, entre los que no faltaron varios miembros de la Corporación, así como la Corregidora y sus damas.

Finalmente, tanto músicos como danzantes y asistentes, se pudieron refrescar gracias a una limonada y tomar los tradicionales bollos que en esta cita reparte el Ayuntamiento, y que también están muy presentes durante las mañanas del encierro en otros puntos de las fiestas.

Con esta banda sonora empezaban a tocar a su fin los actos de la jornada, que continuó con una paella popular organizada por la panda El Soto, que reunió a cientos de personas en la plaza de la Huerta Herrera hasta que la lluvia hizo acto de presencia en forma de tormenta en la localidad. Durante la tarde no faltaron nuevas actividades, y la música de las dulzainas fue de nuevo protagonista en el punto y final de las fiestas, con el desfile de peñas y pandas en la plaza de toros, la entrega de obsequios y el baile final del 'A por ellos'.