Segovia

La dueña de un locutorio acumula al menos ocho denuncias por supuestas estafas

Como él hay varias personas damnificadas, confirma la Subdelegación del Gobierno en Segovia. Indignadas con la titular y con el hecho de no se haya atajado antes su actividad supuestamente delictiva. Se sienten timados. Presuntamente, la dueña se ha quedado con montantes de dinero que los clientes enviaban a sus países para ayudar sobre todo a sus familias. Se ganaban el condumio en sus puestos de trabajo y parte de ese dinero lo transferían mediante giros que gestionaba el locutorio. Tenían el resguardo de que se había mandado, pero el envío no llegaba al destino. De ahí que varias veces se escucharan broncas en la tienda entre las explicaciones que argumentaba la propietaria y las quejas de los perjudicados.

Fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Segovia confirmaban hace unos días que al menos había unas ocho o diez denuncias interpuestas contra la mujer por una supuesta estafa al quedarse con el dinero que presuntamente enviaba a través de su negocio, el cual ha estado funcionando hasta que un día no volvió a abrir. En las jornadas posteriores, los clientes que iban a realizar una transferencia o a reclamarla el dinero que no había llegado a sus destinatarios a diferentes países latinoamericanos se agolpaban en el escaparate y leían estupefactos el papel con el mensaje de la baja médica. Temían lo peor, que la dueña hubiera huido.

Eso también les enoja. Ninguno quiere dar su nombre por no incrementar la vergüenza de haber sido engañados; pero coinciden en que la titular de La Calera no debería estar en la calle ni tenía que haber operado como agente autorizado para la realización de estas operaciones monetarias. Al menos, desde que saltaron las voces de alarma y las primeras denuncias por las supuestas estafas cometidas.

Esa incredulidad que trasmiten los damnificados va a más cuando algunos se enteran de que la mujer ya había sido detenida por la Policía en dos ocasiones supuestamente por haberse quedado indebidamente con el dinero de envíos frustrados. Como matizan las fuentes consultadas de la Subdelegación del Gobierno en Segovia, pesan dos arrestos sobre la propietaria de La Calera, se al tomó declaración ante el juez y fue puesta en libertad.

Varias de esas supuestas estafas han seguido el camino de los tribunales. De momento, las víctimas desconocen el paradero de la propietaria del locutorio después de que intentaran localizarla por teléfono. No ha habido manera de dar con ella. Mientras tanto, el local del locutorio de la calle San Francisco, en el que también se vendían productos de alimentación y bebidas, está tal y como lo dejó cuando se esfumó, con cajas desparramadas, estanterías desordenadas y una parte del género que ofrecía a mayores de los giros internacionales.