Segovia

La Diputación aprueba un presupuesto «sometido» a las pautas de Europa

Según el presidente de la institución, Miguel Ángel de Vicente, los presupuestos para 2024 llegan marcados «por la incertidumbre, la vuelta, no sabemos bien de qué manera, al rigor fiscal y como ayer, hoy y mañana, el sometimiento a las pautas que se decidan en Europa», dijo.

Aun así, De Vicente subrayó que la inversión directa en los pueblos superará los 35 millones de euros (357,6 euros por habitante), un 117% más que en 2019. La privatización de la sociedad mercantil Quinta Real también ha condicionado la confección del presupuesto, recordó el presidente provincial, pues ha supuesto una inyección de 11.600.000 euros que la Diputación tiene previsto revertir en la provincia. «La incertidumbre de la reaparición de las reglas fiscales y de la propia capacidad inversora de los ayuntamientos, o de las propias necesidades inversoras de la Diputación, aconsejan que lo más sensato sea emplear esos fondos de una manera dosificada en el tiempo. Utilizar esos recursos de forma plurianual nos parece lo más adecuado. A ello se suma, el rendimiento positivo que tan alta cantidad reporta en intereses a las propias cuentas bancarias de la institución», señaló el presidente provincial.

De momento para el ejercicio de 2024, se ha dotado al presupuesto con 4.200.000 euros para un Plan Extraordinario de Sostenibilidad y Eficiencia (PESE). «El objetivo es que los pueblos acometan inversiones verdes o destinadas a la mejora y sostenibilidad en el uso de los recursos energéticos o de servicios clave, como el del abastecimiento de agua, el ahorro energético o la puesta en valor arquitectónica y medioambiental de nuestros pueblos», añadió.

En el apartado de ingresos, De Vicente señaló el incremento de más de un 20% en la participación en los ingresos del Estado, «que no se fijan de forma arbitraria por el Gobierno de turno, sino que la cantidad anual a percibir por las entidades locales es el resultado de indexar una serie de variables macroeconómicas previstas en cada una de las Leyes de presupuestos».

En cuanto a los gastos, el capítulo de personal supone el 41,47% del total, «lo que consume casi la mitad de nuestros recursos ordinarios, circunstancia que viene provocada por la distorsión generacional en el capital humano de la corporación que me encontré en mi llegada a la presidencia: muchos empleados públicos en la frontera de su jubilación y gran parte de ellos en puestos clave y estratégicos para el buen funcionamiento de la institución, de manera que una de mis primeras prioridades fue la de evitar vacíos que pudieran conducir a penalizar gravemente nuestra actividad cotidiana. El abordaje de esta problemática, justo a la puesta en marcha del servicio provincial de Bomberos, cuesta dinero, sin duda, tiene un coste presupuestario, pero es estrictamente necesaria», expuso Miguel Ángel de Vicente.

Tanto IU como el grupo socialista presentaron enmiendas. Para Ana Peñalosa (IU), el proyecto muestra «escaso interés» en la ayuda a las personas más necesitadas, en las políticas de igualdad o de memoria histórica. El diputado socialista Alberto Peñas propuso treinta y tres enmiendas para conseguir «una provincia distinta, una alternativa a lo actual». Entre otras cuestiones, los socialistas insistieron en la creación de un parque de bomberos en la Tierra de Pinares.

El diputado de Hacienda, Óscar Moral, considera que se trata de unos «presupuestos continuistas, pero no conformistas» porque «continuamos en lo bueno e innovamos en todo lo que se puede mejorar». Asimismo, recordó a los representantes del partido socialista la obligación de cumplir la estabilidad presupuestaria. «No queremos una provincia diferente, queremos la nuestra», replicó el diputado popular.