Segovia

La diferencia por barrios en el futuro recibo del IBI supera los 300 euros

El Ayuntamiento de Segovia ha advertido sobre la disparidad existente entre aquellos precios que a día de hoy protagonizan el mercado y los que sirvieron de base para determinar los valores catastrales utilizados para concretar la cuantía del IBI. Estos fueron aprobados hace más de una década, en 2010, y en muchos casos el importe ya no se corresponde con la situación actual. Hay edificios que se han devaluado por ganar antigüedad mientras que otros se han revalorizado al haberse sometido a mejoras.

En la mayoría de los casos, el resultado final es a la baja. La nueva ponencia colectiva efectuada estos meses por la Dirección General del Catastro, que se aplicará el próximo año, reduce el valor promedio de inmuebles de San Millán, El Salvador, Santa Eulalia, Nueva Segovia, Santa Teresa-Puente de Hierro, San Lorenzo, La Albuera y, sobre todo, de San José-El Palo, con una caída cercana al 55%. Esto no evita que algunos vecinos de estos distritos vayan a tener que asumir repuntes en los recibos del IBI, pero a nivel general las tasaciones en estos barrios se han abaratado.

El casco antiguo apenas registra modificaciones, mientras que San Marcos se ha encarecido ligeramente. Las cifras se elevan en el Cristo del Mercado, con un aumento del valor catastral medio cercano al 13%; y en Santo Tomás y la Comunidad de Ciudad y Tierra, que anotan incrementos del 30%. Es un hecho que afecta tanto a locales comerciales y de ocio como a garajes y viviendas.

Son más distritos de Segovia capital los que han visto su valor reducido. Esta situación ha repercutido en «una bajada importante» de la base liquidable que percibe el Consistorio, que en 2024 ascendió a 4,4 millones de euros. El montante que se obtendría si mantuviera las condiciones actuales sería de 3,2 millones. El gobierno local ha visto peligrar el equilibrio en las arcas municipales y su capacidad de gasto, pues el IBI supone más del 50% de sus ingresos tributarios netos, según recoge el acuerdo plenario del pasado junio.

El Ayuntamiento ha optado por compensar las pérdidas con la creación de un nuevo tipo de gravamen del IBI. Mientras que en los anteriores periodos se situaba en el 0,481 por 100, a partir del 1 de enero será del 0,655. Se trata de una subida del 36%, lo que permitirá salvar una recaudación de cinco millones de euros. Si bien es cierto que el equipo del gobierno del Partido Popular aseguró que los segovianos pagarían lo mismo en sus futuros recibos, miembros de la oposición municipal y también vecinos han comprobado que la cantidad a sufragar será más alta.

Las cartas sobre la actualización del valor catastral llegaron a los buzones de cientos de segovianos durante el verano, lo que supuso una sorpresa en muchos hogares. Sobre todo para los que se dieron cuenta de que en próximos meses iban a tener que afrontar un gasto muy superior al actual. Esta cuantía se calcula en base a múltiples parámetros: la ubicación geográfica del inmueble -las áreas con más servicios suelen tener valores más altos-; sus características, como son la antigüedad, superficie o estado de conservación; el uso y el precio de referencia en el mercado inmobiliario.

La ciudad expidió el presente ejercicio más de 47.000 facturas relativas al IBI. Su cuota íntegra se dispara hasta los 21 millones de euros, según el órgano catastral. Pero la aportación no es la misma en relación al tipo de inmuebles. Los más numerosos -alrededor de 27.000- son residenciales, ya sean viviendas colectivas o unifamiliares. Su valor tan solo es superado por los locales comerciales, que están detrás de 2.000 recibos; y oficinas, que llegan al medio millar.

Por ejemplo, la tasación media de un piso en el recinto amurallado ascendía en 2010 a 73.000 euros, mientras que un establecimiento comercial en la misma ubicación estaba por encima de la barrera de los 100.000. Lo mismo sucede en el resto de distritos, aunque los valores otorgados hace 14 años fueran menores. Sobresalen San José, Nueva Segovia, La Albuera o las inmediaciones de la plaza de toros, donde la anterior ponencia por vivienda colectiva se situaba en 51.900 euros.

En la actualización de precios se han observado notables variaciones, aunque las nuevas cuantías establecidas no tienen nada que ver con las resultantes de un análisis sobre el mercado: son inferiores. El casco antiguo y Santo Tomás encabezan el listado de zonas más caras, con valores promedio de 73.400 euros; y les sigue muy de cerca la Comunidad Ciudad y Tierra, con 68.400, a raíz de las promociones de viviendas que ahora se desarrollan en el barrio.

A la cola se sitúa San José-El Palo, con 23.500 euros de coste medio; San Lorenzo, con 36.100, y Nueva Segovia, con 41.900. En los últimos puestos se colocan los barrios incorporados, con Zamarramala a la cabeza. Si estos datos se extrapolan a los recibos, la devaluación no siempre se traduce en un desplome del importe del IBI, pues queda reflejado el aumento del tipo impositivo. Solo disfrutarán de números negativos los residentes en San José, que pagarán casi cien euros menos por recibo; y de San Lorenzo, con una rebaja de quince euros.

Los habitantes del resto de secciones tendrán que hacer mayor esfuerzo económico para pagar la tasa el próximo año. De acuerdo con los datos extraídos de la Dirección General del Catastro, los propietarios de viviendas en Santo Tomás y la Comunidad Ciudad y Tierra tendrán que desembolsar 200 euros más respecto al presente año en concepto de IBI. La diferencia en el recinto amurallado, San Marcos y el Cristo del Mercado también supera el centenar de euros, un umbral que rondan a su vez San Millán, El Salvador o Santa Eulalia.

El casco antiguo y Santo Tomás vuelven a liderar la aportación, con recibos anuales de hasta 480 euros, cuando en 2024 abonaron apenas 350. No obstante, hay grandes diferencias según el tipo de inmueble. Aquellos que se han sometido a rehabilitaciones para mejorar la eficiencia energética y accesibilidad pagarán más con independencia del barrio en el que estén situados, mientras que los pisos de menor tamaño que fueron construidos hace décadas y no han tenido ninguna reforma reciente abonarán una cantidad mucho menor.