María Jose Tapia | Presidenta de la Cámara de Comercio

«A día de hoy Madrid, lejos de favorecernos, nos está penalizando»

–¿Cuál es su balance tras un año al frente de la Cámara?

–A nivel personal, muy bonito, he aprendido una barbaridad. Lo que tienes que hacer cuando llegas nueva a los sitios es aprender.

–¿Qué ha aprendido?

–He aprendido a ser mejor empresaria, a conocer más cómo funcionan las cosas en la provincia y creo que me he hecho un poquito más mayor.

–¿Eso es bueno o malo?

–Siempre me decían que era muy joven y que eso se curaba con el tiempo. Así que supongo que es bueno (ríe).

–Tras una época difícil, ¿en qué situación se encuentra la organización?

–En el punto más alto que ha tenido en los últimos años. Cuando se eliminó el recurso cameral, sufrió mucho y se dedicó exclusivamente a cumplir funciones público-administrativas con dos personas. Para no morir, como hicieron muchas otras cámaras. Gracias a la gestión de Pedro Palomo, pudo sobrevivir y cuando la puso en mis manos había crecido mucho, estaba tremendamente saneada y con más personal.

–¿Por dónde pasa su futuro?

–Ojalá ser la Cámara más útil de la historia. No solo como representación de las empresas, sino que puedan seguir creciendo y actualizarse, con toda la gestión del kit digital. Estamos en una provincia muy ruralizada y muy tradicional, tratamos de que pierdan un poco el miedo. En temas de formación, tenemos que actualizarnos a lo que el mercado demanda. También vamos a trabajar fuerte este año en las comunidades energéticas con los ayuntamientos para fomentar las renovables.

–¿Qué momento atraviesa el tejido empresarial segoviano?

–El mismo que el resto de España, de incertidumbre absoluta. Hace un año estábamos con la guerra recién estallada, con subida de precios energéticos brutal y baja disponibilidad de materias primas. Eso que parece que a Segovia no le afecta porque somos muy pequeñitos… la verdad es que tenemos empresas muy grandes. Es como el efecto mariposa. Después de los años que llevamos, los empresarios estamos esperando a ver qué es lo próximo que viene. Somos muy resilientes, pero si nos dicen que vienen los extraterrestres les damos la bienvenida a nuestra empresa.

–Tras la pandemia ha habido división en varias patronales. ¿Hay unidad?

–Como Cámara somos ajenos a todo el tema de las patronales, pero creo que a la hora de la verdad sí que hay unidad entre los empresarios independientemente de que se sientan representados por una patronal u otra. En Segovia hay mucho asociacionismo, los empresarios se llevan bien, aunque sean competencia del mismo sector.

–¿Apuesta Segovia lo suficiente por diversificar o pone todos los huevos en la cesta del turismo?

–Es cierto que en la capital es posible que haya pocos huevos fuera de esa cesta, pero el mayor tejido empresarial está fuera; en Segovia es la provincia la que tira de la capital. Hay empresas punteras de muy diversos sectores, aunque el turismo sea el que más se oye.

–Habla de una provincia ruralizada. ¿Tiene esperanzas en el desarrollo industrial?

–Sí, tanto en capital como en provincia. Creo que a día de hoy Madrid nos está penalizando lejos de favorecernos, pero en algún momento nos vamos a dar cuenta y vamos a empezar a trabajar. Es un año de cierre de unos ciclos e inicios de otros con las elecciones. Los que lleguen con ganas renovadas, seguro que se ponen con ello.

–¿Por dónde pasa la supervivencia del comercio tradicional?

–Por la digitalización, la especialización o por ser el más original y saber moverse. El comercio tradicional tal y como lo entendíamos –era la gente la que venía a nuestra tienda– seguramente esté muriendo y tenemos que avanzar hacia otras formas de vender. Hay que saber adaptarse. Desde la Cámara hacemos cursos, pero hay que querer.

–¿Hasta dónde llegan las exportaciones?

–Llegamos a todo el mundo, tenemos unas celulosas y unas bebidas alcohólicas que se mueven muy bien. Es cierto que con la pandemia y la guerra la gente en Europa va tirando más de productos cercanos y eso nos beneficia. Hay cosas que se han dejado de comprar a China y se compran aquí.

–En su llegada habló de visibilizar el talento femenino en las empresas. ¿Hay suficientes empresarias?

–Sí. En la Cámara organizamos eventos a los que vienen cien personas y casi todas son mujeres. Hay muchas empresarias en la provincia. Suficientes no, pero tampoco hombres. Somos más de 12.000 empresas, ojalá fuéramos 50.000. No me gusta hacer distinciones entre hombres y mujeres.

–¿Se ve suficiente el trabajo de mujeres en puestos de dirección?

–Sí. Para que una mujer, igual que un hombre, llegue a un puesto de alto mando necesita muchos años en la espalda. Cada vez habrá más porque ahora mismo no hay distinción entre hombres y mujeres para acceder al mercado laboral. Sin necesidad de hacer nada ni de dar empujones especiales.

–¿Es algo generalizado?

–Las mujeres tienen el mismo trato que los hombres. Yo soy muy joven en un mundo que está bastante masculinizado nunca me he encontrado con ningún obstáculo, ni siquiera una mirada rara.

–¿Qué consejo le daría a una joven empresaria?

–Que no se le ponga nada por delante, que sea feliz y que haga lo que quiera porque lo va a conseguir. Si quieres, puedes.

–¿Qué consejo se daría a su yo de 16 años con lo que sabe ahora?

–Que de todo se aprende, aunque no se lo crea. A veces se gana y a veces se aprende. Todas las vivencias que tienes en la vida te van enseñando cosas.