El «deterioro» de la sanidad empuja a los segovianos a las calles dos años después
Segovia ·
La cifra de asistentes se aproxima al millar con protagonismo del medio rural y críticas a la «privatización» del sistema de salud
Segovia ·
La cifra de asistentes se aproxima al millar con protagonismo del medio rural y críticas a la «privatización» del sistema de salud«Nos duele la sanidad». Ese fue el lamento compartido por cerca de 1.000 segovianos que se congregaron este sábado en la manifestación en defensa de la sanidad pública. La marea blanca regresó a las calles después de dos años. Muchas de las reivindicaciones ... lanzadas fueron las mismas que en 2021, aunque también alertaron de «un gravísimo deterioro» del sistema de salud que cada vez «va a peor», aseguró la portavoz de la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública de Segovia, Nines Raquejo.
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César Blanco Elipe
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Ha pasado tiempo desde la multitudinaria protesta que congregó a más de 7.000 personas después de la covid y en plena reordenación de la Atención Primaria. Pese a ello, una decena de plataformas y colectivos sitiaron la ciudad de Segovia en una ruidosa marcha para mostrar su rechazo a los recortes presupuestarios, la externalización de servicios a empresas privadas o la «mala» gestión.
Multitud de usuarios de la sanidad pública, así como profesionales, no dudaron un segundo en asistir a esta cita simultánea en todas las capitales de Castilla y León. Cientos de vecinos procedentes de todos los puntos de la provincia se desplazaron a la ciudad incluso en autobuses fletados. El medio rural, ante la pérdida de profesionales, fue protagonista en la movilización.
El recorrido comenzó puntual, a las 12:00 horas, en la plaza del Azoguejo. Tras atravesar sus arcos, los participantes subieron por la cuesta de San Juan ante la expectante mirada de paseantes y turistas. «No nos mires, únete», pronunciaron. De camino a la Plaza Mayor, realizaron un parada junto al antiguo hospital Policlínico. Allí la plataforma en defensa del edificio insistió en que, tras su cierre, «se han perdido 120 camas», y también se llevó a cabo una representación.
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«Pase misí, pase misá por la puerta del hospital. Los de delante corren mucho, los de atrás se atascarán», cantaron los manifestantes. Según explicaron, era una metáfora sobre la externalización de servicios para rebajar las listas de espera, a los que consideraban como «parches». «Lo que sale por un lado luego entra por otro», refirió Raquejo.
Pronto se retomó la marcha bajo los pitidos de los silbatos y continuaron las proclamas, dirigidas a laJunta, que figuraban en carteles y pancartas o se gritaban a viva voz: «La gestión privada es mucho más cara», «atacan la sanidad, atacan la sociedad», «estamos críticos y no nos escucháis» o «nuestra sanidad, en estado terminal».
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El quiosco de la plaza fue el escenario que acogió la lectura del manifiesto, donde se exigió destinar el 25% del gasto sanitario a la Atención Primaria, la cobertura de consultas dePediatría hasta los 14 años en el medio rural o la redimensión de las plantillas según la zona básica de salud (ZBS), entre otras demandas.
«En Segovia estamos algo mejor que en Zamora, pero no estamos bien», se quejó Raquejo. «Los profesionales no pueden hacer un trabajo de calidad, hay que adaptar las necesidades a unos objetivos», sostuvo, en referencia a las características de cada ZBS, en relación a sus dimensiones o dispersión.
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25% gasto sanitario
exigido como mínimo en la manifestación para destinar a la Atención Primaria, dentro del presupuesto de la sanidad pública.
La portavoz de la entidad organizadora de la manifestación detalló que hay médicos «con hasta ocho pueblos asignados» y, al contrario, «hay pueblos que no tienen personal de cabecera», critica. Asu juicio, la rotación de profesionales aumenta la mortalidad. «No te conocen», apostilló.
Representantes de las plataformas de sanidad de Carbonero el Mayor, Nava de la Asunción, Cantalejo o Segovia Rural corroboran esta situación. «No es normal que pueblos pequeños tengan que una lista de espera de siete días», remarcó Raquejo.
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En la ciudad, los plazos no mejoran, que se elevan a diez días. «Es una situación bastante deficiente», dijo Esther Santos, presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barrios de Segovia (Fedasve). «O aguantas o vas a Urgencias o pagas un médico privado, no hay mucha opción», afirmó.
A estos obstáculos se suma el «cierre» de consultas posguardia en los últimos meses. Antes, cuando un médico hacía una guardia, era sustituido al día siguiente por un compañero. Ahora, «la consulta ya no se celebra en los pueblos», criticó la portavoz de la Mesa de Sanidad.
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No sorprende, por tanto, que en las casi dos horas que duró la manifestación los asistentes compartiesen un sinfín de testimonios sobre ambulancias que no llegan, centros de urgencias que quedan vacíos o interminables esperas para ser atendido por un médico.
La participación en la marea blanca ha sido inferior que en 2021. Pese a ello, Raquejo valoró la asistencia de «forma positiva». «Ha sido una fecha concertada y entendemos que no hemos congregado a todos los que deberían o querían venir, pero estamos satisfechos», matizó. En esta ocasión, hubo más colectivos acompañantes que nunca, como son las profesionales TCAE, la PAH, los pensionistas, Foro Social o Amnistía Internacional.
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La jubilación de la médica de Cantimpalos se ha notado «muchísimo» en la ZBS de Carbonero el Mayor, explica Yolanda Torrego, representante de la plataforma sanitaria de esta zona. La plantilla se reduce a la mitad así como el tiempo de atención en las consultas, lamenta. «Al menos no nos falta pediatra, pero no sabemos qué pasará en el futuro», sostiene.
«Estamos muy disgustados, nos han quitado un médico del centro de guardias y ahora los pacientes van y se lo encuentran vacío», critica Ana María Domínguez, representante de la ZBS de Nava de la Asunción, quien concreta la pérdida de seis profesionales en tan solo tres años, que pasan de 17 a 11. «Llevamos sin pediatra cuatro años», indica preocupada.
La ZBS de Cantalejo se pone en pie de lucha cada martes para exigir los 14 médicos que tenían en un principio. Este año se jubila uno de los once que quedan y, «aunque la población se duplique en verano, no refuerzan vacaciones ni reponen el personal que había en Urgencias», declara Julieta Alba, representante de la plataforma de esta ZBS.
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