Una granja de pavos en Segovia, primer foco de gripe aviar en especies domésticas

También anunció que «las explotaciones situadas a 10 kilómetros a la redonda han sido intervenidas cautelarmente para someterlas a análisis permanente durante al menos un mes». En concreto, en la zona existen 11 explotaciones avícolas regladas y 196 de autoconsumo, aunque estas últimas están exentas de esos controles.

A pesar de que desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural hablan de 11, en la actualidad son seis las que cuentan con animales. Álvarez insistió en que este foco se ha declarado en una explotación «modélica, que cumple con todas las medidas de bioseguridad». Los hechos se están investigando, pero como punto de partida sospecha que «ha tenido que haber algún fallo» y apunta a que se haya podido «introducir estiércol, heces o residuos, y es lo que estamos investigando, aún no conocemos la causa del foco».

Desde el punto de vista del consumo humano aclaró que «todos los animales se sacrifican, no entran en el circuito», al tiempo que avaló el buen funcionamiento de la cadena alimentaria.

En opinión el director general «parecía inevitable» llegar a esta situación una vez que la enfermedad se declaró en Lérida en aves silvestres, y unos días después en las provincias de Ávila y Palencia. Olga Mínguez, jefa de servicio de Sanidad Animal, recuerda que a partir de ahora «quedan inmovilizadas cautelarmente las explotaciones y prohibidas las entradas y salidas». De momento, esa restricción se extenderá durante un mes.

Mínguez recordó que esta zona de la provincia de Segovia «ya estaba sometida a especial vigilancia al encontrarse en el entorno de las lagunas de Cantalejo».

De igual modo, en la zona de restricción se toman medidas que comprenden la prohibición, con carácter general, de los desplazamientos de aves desde o hacia esa zona, la repoblación de aves de caza, la celebración de ferias, mercados, exposiciones y otras concentraciones de aves. Del mismo modo, hay restricciones a los desplazamientos de huevos para incubar, de consumo y de productos de carne de aves. Adicionalmente, en toda la zona de restricción, se están desarrollando labores de visita, censado y verificación de sintomatología clínica así como toma de muestras oficiales en las explotaciones avícolas situadas en esa zona.

A pesar de la alta patogenicidad de los pavos de la explotación avícola afectada, se recuerda que «el potencial de transmisión al hombre de este virus es bajo y que, desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural se están llevando a cabo todas las medidas de revisión de bioseguridad y vigilancia para garantizar la detección temprana de cualquier otro caso».

El resto de casos

En el caso de Castilla y León, el primer foco del virus de la influenza aviar de alta patogenicidad H5N1 se confirmó el 14 de enero en tres gansos comunes (Anser anser) y garza real (Ardea cinerea) hallados muertos por agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León en la Laguna del Oso, en la provincia de Ávila.

El lunes, el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete ha confirmado la detección del virus de Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP) H5N1 en muestras recogidas del cadáver de una cigüeña (Ciconia ciconia) hallada muerta por agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León en la Laguna de La Nava de Fuentes, en la provincia de Palencia.

Transmisión por contacto con aves muertas

La gripe de las aves o gripe 'aviar' es una enfermedad infecciosa originada por el virus de la gripe tipo A. Fue identificada por primera vez en Italia hace 100 años y existen al menos 15 subtipos que pueden afectar a las aves. Se transmite por el contacto entre las aves infectadas y las sanas, aunque también se puede producir una transmisión indirecta por contacto con materiales contaminados, según recoge un informe del Ministerio de Sanidad. La transmisión de las aves a los humanos se produce por contacto directo con las aves vivas infectadas, sus excrementos o sus fluidos corporales o secreciones.

La infección en los humanos puede también producirse por contacto con las superficies contaminadas con productos de las aves o por contacto con aves muertas infectadas.