El 'A por ellos' desata la euforia en Cuéllar

Tras un intenso día de víspera, en el que cuellaranos y visitantes disfrutaron ya de multitud de actividades, Cuéllar vivió este sábado su día grande. La mañana fue de descanso, con el acto central de la misa dedicada a la patrona, Nuestra Señora la Virgen del Rosario, en cuyo honor se celebran estas fiestas y que sirvió para calentar motores. El chateo popular con la charanga El Relamido y la Plaguella ayudaron a pasar las horas previas al acto esperado desde hace un año.

A las 19:00 horas las calles de la villa volvieron a llenarse de grupos de amigos y peñistas. Poco a poco fueron llegando tanto a la plaza de Santo Tomé, en cuya capilla se encontraba la imagen de la Virgen del rosario, y que es el punto de encuentro para las peñas oficiales y la salida de la procesión; y a la la Plaza Mayor, donde cientos de vecinos tomaron posiciones para disfrutar de la apertura de las fiestas.

Media hora después, el repique de la campana del Ayuntamiento convocaba un año más a concejo a todos los vecinos de la villa. Era la señal esperada para el comienzo del ritual. Mientras la Plaza Mayor se encontraba ya a rebosar de público, en la plaza de Santo Tomé comenzaba la procesión con la imagen de la Virgen portada en andas por miembros de las peñas oficiales.

Nuestra Señora del Rosario salió del templo entre aplausos. Comenzó la procesión acompañada de las autoridades civiles y eclesiásticas, la corregidora y sus damas, la peña y la Banda Municipal de Música de Cuéllar, que durante el trayecto interpretó la marcha dedicada a la imagen, compuesta por el músico cuellarano Rubén Darío Valentín.

A su llegada a la Plaza Mayor la Virgen fue aclamada por los asistentes hasta su acceso a la iglesia de San Miguel, donde se desarrolló una oración y la ofrenda floral. Actos solemnes que contrastaban con la euforia y alegría que ya se vivía en el exterior, donde las ganas de fiesta y el jolgorio llenaban cada hueco de la plaza.

Tras el acto en el templo, todas las miradas se dirigieron hacia el balcón central del Ayuntamiento, donde se desarrollaron los principales actos de la apertura oficial de fiestas. Carlos Fraile, alcalde de la villa, inició los nombramientos de la manera tradicional. Empezó con el de la corregidora de las fiestas, Lucía Polo Pedriza, y de sus damas de honor, Marta Pascual Ferreiro y Sandra González Quintanilla; continuó después con el del pregonero, cargo que este año ostenta el artista cuellarano Alfonso Rey Senovilla.

Sus primeras palabras fueron vivas a Cuéllar y sus encierros y muestras de agradecimiento por hacerle sentir profeta en su tierra. Con referencias a los olores del pinar y sus materiales de pintura, inició su pregón hablando del rito del traslado del encierro por el campo, sin olvidarse de tradiciones como los sonidos de la dulzaina o el aguardiente, las cabalgadas de los caballos o las embestidas de los toros. Animó a coleccionar «risas y carcajadas», compartidas con amigos y familia. También a bailar, cantar, abrazar y besar, animando a la corregidora y sus damas a disfrutar.

No se olvidó de la Virgen del Rosario, a quien le pidió cosechar salud y proteger a jinetes y corredores. No faltaron otras referencias a las fiestas, como el baile de rueda o 'las tres piezas', dando también ánimo y pidiendo respeto por quienes estos días trabajan. Tuvo un emocionante recuerdo a su amigo Pablo Quevedo Lázaro, periodista cuellarano fallecido el pasado octubre, para terminar con las palabras más esperadas por los vecinos de la villa: «Cuellaranas, cuellaranos, ¡A por ellos!» La plaza estalló en alegría, con la banda interpretaba la popular jota que lleva ese nombre, himno de las fiestas de la localidad.

Con el sonido del 'A por ellos' se desató la euforia, que continuó con el desfile de pandas y peñas y que daba el pistoletazo de salida a seis intensos días llenos de actividades, entre las que destacan la celebración de sus encierros, los más antiguos de España, declarados de Interés Turístico Internacional. Cuéllar ya está en fiestas.

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