Cuéllar se sumerge en su feria mudéjar con la que revive su pasado medieval

Mieles, quesos, dulces, encurtidos, kebap, crepes, patatas, pizzas, helados, pulpo y cervezas artesanas son algunas de las delicias que se pueden adquirir, además de hacer una parada en los bares y coctelerías o visitar los puestos de artesanía con artículos realizados en cerámica, madera, cuero o piel, además de jabones, juguetes, bisutería o minerales. No faltan los juegos medievales en la aldea infantil, que permanecerá abierta durante el fin de semana; ni la lectura del tarot, el trabajo en la forja o la caseta del Centro de Iniciativas Turísticas Villa de Cuéllar, que acude por primera vez a esta cita con una variada programación.

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Durante toda la feria se pueden visitar exposiciones de máquinas de asedio, armas medievales, escribanía y medicina de la época, la vida en un campamento medieval, el taller del alfarero o los juegos tradicionales. Además, la música regará la Huerta del Duque de Cuéllar, junto a espectáculos de magia y hechizo o juglares y mercaderes que recorrerán el recinto en distintos momentos del fin de semana medieval que vive la villa.

Por segundo año consecutivo, Cuéllar Mudéjar incluye dentro de su desarrollo un festival folk, que abrió este viernes el artista Dulzaro con su jota electrónica, además de los sonidos de las dulzainas. El festival continuará este sábado con el concierto de Tierra Antigua, a las 14:00 horas, en el escenario de las viandas; Dulzaifa, recorriendo la feria; La Garrota, a las 21:30 horas, en el escenario del alférez, y Carrión Folk a las 22:30 horas en el mismo espacio. El domingo será el turno de La Encina, Zarzamora y Yellow Folk.