Cuéllar llora la pérdida de Jesús e Iker García, un «mazazo» para toda la villa

Como muestra de dolor y tristeza, el Ayuntamiento decretó un día de luto oficial, una jornada previa a las fiestas en la que las banderas de la Casa Consistorial ondearon a media asta. Asimismo, durante la tarde, en el concurso de cortes previsto en la programación, se guardó un minuto de silencio en señal de duelo.

Eran Jesús García Mata y su hijo Iker dos personas muy queridas y conocido en el pueblo. Jesús era socio de una empresa de transporte de carretera y su mujer había regentado un restaurante en el polígono Industrial La Vega. Iker era, por su parte, portero del equipo infantil del Fútbol Sala Cuéllar Cojalba y miembro de la Cofradía y la Banda de Cornetas y Tambores Nuestro Padre Jesús Nazareno.

Precisamente el club en el que militaba el menor fue uno de los que recurrió al altavoz de las redes sociales para expresar su «tristeza total» ante la pérdida. Decenas de clubes de todo el país mostraron su pesar por su trágica muerte.

Cuéllar se tiñó de luto. Colectivos y particulares llenaron las redes sociales de mensajes lamentando los fallecimientos de padre e hijo. Lazos negros en muchos de los perfiles virtuales se mezclaban con muestras de dolor, pero también de deseos de recuperación para la pequeña de 12 años herida en la colisión, también cuellarana e hija del socio del fallecido, con quien tenía una empresa de transporte en carretera.

Los miembros de la peña El Embudo, de la que tanto padre como hijo formaban parte, no podían creerse la noticia. Representantes de la agrupación señalaron que habían amanecido «con la noticia más triste con la que uno se puede llevar» y aseguraron que las fiestas no serán lo mismo para ellos sin dos de sus integrantes más queridos.

El presidente de la Cofradía Nuestro Padre Jesús Nazareno, Óscar Escudero, recordaba a Jesús García, que era cofrade, como una persona «muy dispuesta a colaborar con todo lo necesario». De hecho, este mismo año hacía falta gente para portar el trono de la imagen y cuando se lo propusieron dijo que sí sin dudarlo, por lo que fue uno de los costaleros tanto en la procesión de Viernes Santo como el Domingo de Resurrección, en esta ocasión con la talla de Jesús Resucitado, una experiencia que quería repetir. «Me dijo 'Óscar, este sitio es para mí para todos los años», recuerda Escudero.