La covid-19 es siete veces más mortal que la gripe en Segovia

La inmunización es el mayor freno que la sociedad puede poner para paliar la incidencia y la letalidad de la influenza. Basta con observar cómo medidas profilácticas como las adoptadas frente a la covid-19 han minimizado los efectos mortales que tuvo su irrupción y vertiginosa expansión.

En 2020, cuando estalló la pandemia, el INE atribuye al virus 732 fallecimientos en la provincia, una cifra total que incluye tanto a las víctimas identificadas a raíz del resultado positivo de la prueba de detección que se les practicó como los óbitos que el ente estatal de estadística vincula a la covid-19 por los síntomas y cuadros sospechosos que presentaban los difuntos. Tres años después, 2023 bajó la persiana con 35 muertes atribuibles a la dichosa infección.

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La vacunación funciona, protege y salva vidas. La cifra de fallecidos descendió a 156 en 2021; un año después el coronavirus estuvo detrás de 95 pérdidas, y doce meses después la letalidad se redujo a casi una tercera parte. Es uno de los principales aprendizajes del combate sin cuartel que se libró hasta que se dio por doblegada la pandemia, a pesar de que la enfermedad sigue matando. Según el Instituto Nacional Estadística, el pasado ejercicio fue siete veces más mortal que la gripe.