La San Silvestre no solo cambia de nombre oficial respecto al año pasado –pues ahora la organiza el Blume, su padre nominativo– sino de recorrido. Será un circuito más asequible –en cuanto a orografía y distancia, pues baja de cinco a cuatro kilómetros–, pues ... quita el puerto de categoría especial de José Zorrilla y solo pasará una vez por San Juan. Tendrá la misma salida, en Padre Claret, pero partirá en dirección contraria, hacia la glorieta del anterior parque de bomberos, para girar por la avenida Juan Carlos I y pasar por la antigua cárcel rumbo a la avenida de la Constitución. Allí comparte parecidos con el antiguo itinerario, aunque recorrerá la avenida del Acueducto en sentido contrario para afrontar la subida final hacia la Plaza Mayor. Ese será el menú para un máximo de 2.300 corredores, que se sumarán al millar convocado para las carreras de menores.
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Los organizadores han recibido este miércoles el informe favorable de Policía Local y las inscripciones abrirán el jueves. «Se nos ofreció desde el Ayuntamiento a inicios de año, lo estuvimos analizando porque llevamos sin organizarla desde 2011 y las circunstancias han cambiado. Había mucha ilusión por recuperar la prueba y tiramos para adelante», explica el presidente del Blume, Gustavo Gómez. En mayo dieron el visto bueno y desempolvaron el nombre de San Silvestre del registro de marcas. Por eso desde entonces el nombre oficial era Carrera de Fin de Año. Un evento que nació como Trofeo Navidad en 1971 a manos de Blume, que llevó la carrera durante 33 años. «Ahora nos toca coger a nosotros el relevo. Hay un ambiente diferente en el club, los chicos ya están diciendo que quieren entregar dorsales. Me recuerda al ambiente que vivíamos en nuestra época, nos sentíamos partícipes de la carrera».
Tras estudiar diferentes circuitos, optaron por eliminar el paso por la Calle Real. «Es una calle peatonal, sin aceras, estrecha, están los comercios abiertos. Los atletas tienen avances tecnológicos que les permiten ir cada vez más rápido y cualquier despiste de un ciudadano puede provocar algún tipo de incidente. En caso de lluvia o niebla, el pavimentos está resbaladizo». Otro motivo es evitar embotellamientos en la primera subida a San Juan. «Gente de nivel medio que se quejaba de que no podía adelantar, que se encontraba en un embudo y no empezaban a correr hasta José Zorrilla». Gómez destaca también el nuevo itinerario como más inclusivo. «Es más llano, con menos cuestas, creemos que puede favorecer a un mayor número de participantes».
El objetivo de una carrera así es que cada participante esté en su sitio. Para ello se mantendrá la estructuración de los cajones de salida, que, para sumar ingresos, estarán patrocinados. Será obligatorio llevar el dorsal en el pecho; sin él, no podrán acceder a ellos. El rojo tendrá un máximo de 150 corredores: las 100 primeras personas de la edición de 2023 –no habrá distinciones de género– y hasta 50 marcas acreditadas, un proceso en el que imperará el sentido común. El criterio general será una buena marca en un 5.000, pero muchos galgos no han corrido esa distancia oficial. «Conocemos el mundo del atletismo. Si me viene un chico con 3:50 en el 1.500 no le voy a decir que no porque no tenga marca de 10.000 o 5.000».
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Para entrar en el cajón rojo, los cien mejores del año pasado tendrán que enviar un correo al club –atletismoblume@hotmail.com– con su nombre, apellidos y posición. Recibirá un código personal e intransferible con el que inscribirse en la aplicación, You Event, cuyo acceso aparecerá en la propia web del club: www.atletismoblume.com. El segundo cajón tendrá 850 dorsales; el último, 1.300 plazas. En la inscripción se plantean marcas relativas para optar por uno u otro, pero hay personas que solo corren la San Silvestre. «Se pide sensatez, yo no puedo revisar 850 correos. Entiendo que cuando lleguen a la rotonda de Padre Claret habrá más posibilidades de que la gente pueda adelantar». Frente al formato anterior, ese embotellamiento durará los escasos 200 metros que median entre la gasolinera y la glorieta.
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Tendrán un kilómetro menos. «Valoramos hacer cinco, pero consistía en callejear, meter calles por meter». Si la tónica global era calles amplias, vieron contradictorio sumar distancia con giros estrechos por el centro. «Los primeros van a volar y es accesible a todo el mundo. Hemos apostado por la seguridad y esperamos tener un mayor número de inscripciones». Su apuesta para subir la participación partirá de «una buena bolsa del corredor» más «una camiseta vistosa». Su esperanza es que la expectación de las últimas semanas por los circuitos se traduzca en un aumento respecto a la media de unos 1.800 en los últimos años. El año pasado cruzaron la meta 1.793 personas. El mercado navideño y el carrusel de la plaza han desplazado la salida de las carreras de menores. La sub-4 partirá de Cronista Lecea, unos 150 metros. Las demás, desde los antiguos juzgados: sub-6, sub-8, sub-10, sub-12, sub-14 y sub-16, con distancias crecientes hasta los 1.300 metros.
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Los corredores que se apunten antes del día 13 de diciembre podrán poner nombre en el dorsal y elegir la talla. La inscripción podrá realizarse vía 'on-line' hasta las 23:59 horas del día 30. Para incentivar este formato, el precio de la carrera absoluta será hasta el día 25 será de 11 euros –subirá a 12 a partir de esa fecha–, mientras que las de menores se mantendrán en cinco euros. La presencial será un poco más cara (13,50 y 6,50, respectivamente) y estará disponible, como en años anteriores, en las salas anexas del Pedro Delgado desde el 27 al 30 de 10:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 21:00; el 31 de diciembre será de 10:00 a 12:00 horas.
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