El coronavirus obliga a suspender las fiestas del Cristo en Segovia y amenaza las de San Juan y San Pedro

La comisión de fiestas ha decidido suspender los festejos previstos para dentro de un mes. Se une así a barrios como San Marcos, que ya anunció hace semanas la cancelación de sus fiestas. Aunque es posible que para entonces algunas de las restricciones del estado de alarma se hayan levantado, todo apunta a que no será posible celebrar con normalidad la fiesta. «Estamos pendientes de la evolución, pero ahora mismo las fiestas están suspendidas», indica Ángela Álvarez, de la comisión de fiestas del barrio.

Las fiestas del Cristo del Mercado se habían convertido en una cita esperada por muchos segovianos, no solo por los vecinos del barrio. Para muchos jóvenes de la ciudad y de la provincia marcaba el inicio de la temporada de verbenas, que comenzaba con las actuaciones en El Cristo de orquestas que congregaban a miles de jóvenes. Más tradición para los vecinos del barrio tiene la subida del mayo, un acto que se ha barajado realizar sin gente. «No tiene mucho sentido hacerlo sin los vecinos», afirma Ángela.

La suspensión de las fiestas no supondrá un perjuicio económico para la comisión. Con todo el programa de actividades cerrado desde hace semanas, las empresas encargadas de las actuaciones ya han sido avisadas de la cancelación. «Entienden que es una suspensión por causas de fuerza mayor», comenta. Así, entre las alternativas que se baraja se encuentra la de celebrar las fiestas en otra fecha, aunque por el momento la comisión no quiere fijar ninguna nueva hasta que no esté claro cuando se podrán volver a celebrar actos sociales con relativa normalidad. Además, apuntan que deben hablar con el Ayuntamiento de Segovia para solicitar el cambio de fechas. No obstante, esperan que en septiembre, cuando cada año se celebra la bajada del mayo, la normalidad haya regresado y se puedan celebrar las fiestas con la pasión extra acumulada tras la suspensión de los festejos de mayo.

El aplazamiento de las fiestas también es una posibilidad en el barrio de Nueva Segovia, aunque en su caso es una alternativa que está más lejos de producirse. El barrio, uno de los más poblados y con más gente joven de la ciudad, lleva varios años trasladando parte de sus festejos de septiembre al primer fin de semana de junio, cuando celebra el fin de semana del vecino. Este año todavía no habían organizado nada, según reconoce el presidente de la asociación de vecinos, Paco Fernández, y la situación provocada por el coronavirus hará que no lo vayan a hacer durante las próximas semanas. Así, si durante el verano se recupera la normalidad no descartan que los primeros días de septiembre vuelvan a concentrar los actos festivos de Nueva Segovia.

En el caso de las fiestas de San Juan y San Pedro que cada año se celebran durante la última semana de junio, el Ayuntamiento de Segovia todavía no ha tomado una decisión. La Concejalía de Cultura tiene el programa de actividades cerrado desde hace semanas pero aún no sabe si lo podrá poner en marcha, aunque sea de forma parcial. La concejala de Cultura, Gina Aguiar, señala que todavía disponen de margen para tomar una decisión, ya sea la de suspender los festejos o la de mantenerlos. Así, señala que a mediados de mayo –a poco más de un mes del inicio de las fiestas– el Ayuntamiento de Segovia debe tener tomada una decisión al respecto.

«Estamos viendo que se puede hacer», comenta Aguiar, quien reconoce manejar «varias alternativas» en función de los distintos escenarios que se puedan encontrar dentro de un mes. «Serán las autoridades sanitarias las que no vayan marcando el tipo de actividades que se pueden celebrar», añade Aguiar, quien descarta que entre las alternativas que se barajan esté un aplazamiento de las fiestas. «En ningún caso se celebrarían las fiestas de San Juan y San Pedro en otras fechas», declara.

El Espinar es otro municipio que ya sabe lo que es tener que suspender actos importantes para sus vecinos por culpa del coronavirus. En marzo se canceló la fiestas de los gabarreros y durante las próximas semanas eventos como el que convierte a El Espinar en un municipio vikingo o la festividad de San Eutropio se verán afectados, aunque el alcalde, Javier Figueredo, prefiere ser prudente. «Vamos día a día», advierte. En este sentido, señala que continúan con las contrataciones de espectáculos para el auditorio de la localidad.

En Palazuelos de Eresma, con fiestas a mediados de junio, esperan poder celebrar unos festejos que todavía no están del todo cerrados. En Valverde del Majano, por su parte, también confían en que para junio la situación permita celebrar sus fiestas. «Todavía tenemos margen de maniobra», declara su alcalde, Javier Lucía.