Secciones
Servicios
Destacamos
San Cristóbal de Segovia ha estrenado este verano un campamento municipal con una decena de niños para atender a la oferta de actividades veraniegas de uno de los pueblos con más familias jóvenes de la provincia. En horario de 9:00 a 14:00 ... horas, la actividad se desarrolló durante la primera quincena de julio con un doble fin: la conciliación de las familias y que los pequeños continúen su formación en verano.
El pueblo ha contado otros años con campamentos privados que han cubierto ampliamente inscripciones. «La idea es ver un poquito cómo funciona y ver qué posibilidades hay para continuar de cara a otros años», subraya su monitora, Lucía Sanz. La actividad la integra un solo grupo de niños, desde segundo a sexto de Primaria; es decir, desde los siete a los 12 años, aproximadamente. La convivencia entre edades es una de las diferencias que aporta un campamento respecto a la rutina de las aulas durante el resto del año.
Noticia Relacionada
Luis Javier González
Las mañanas suelen comenzar con actividades en Sancris Joven, un espacio cerrado que cuenta con juegos como una diana o una pista que simula el hockey de aire, lanzando una pastilla entre dos porterías. El pueblo cuenta con instalaciones deportivas como un pabellón o un frontón municipal que sirven para aplicar diferentes alternativas formativas. Otro punto esencial son las actividades en la naturaleza, otro activo del que los niños no disfrutan tan a menudo durante su periodo lectivo. Al pueblo no le faltan caminos, así que los organizadores sacan el mayor partido posible a su entorno. El programa suele terminar con otra actividad de juego libre en Sancris joven debido a las altas temperaturas a última hora de la mañana y a la proximidad en la hora de recogida por parte de los padres.
Sanz relata cómo ha avanzado la metodología educativa de los campamentos. «Es verdad que ahora se tiene más cuidado al trabajo que se realiza con los niños; antes a lo mejor era más hacerles pasar el tiempo y ahora es más educativo. Tenemos más consciencia del trabajo que se realiza con ellos». Pero incide en la parte lúdica como un elemento formativo. «Convertir el tiempo libre en ocio no es matar el tiempo; hay que hacer cosas para saber lo que nos gusta y lo que no». También pone en valor el tiempo invertido en espacios naturales. «Es importante que conozcan las zonas verdes y le den la importancia que tienen. Que los niños aprendan a jugar en la naturaleza. Todo lo que hagas con ellos puede tener esa connotación educativa, de convivencia, solidaridad y compañerismo entre ellos».
Ese enfoque es clave para que el niño mantenga el interés y no vea el campamento como un castigo que interrumpa esas ansiadas vacaciones tras el año lectivo. «Aunque tengas unos objetivos educativos, si tienes una metodología divertida lo ven de otra manera». La prueba es que los padres llegan sorprendidos la mañana siguiente porque su hijo les ha narrado sus batallas, algunas inesperadas. Porque el verano también es momento de aprender.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.