Un grupo de turistas, en la capilla interior del castillo. Óscar Costa

«Cuanto más conozcamos el patrimonio, mejor lo protegeremos»

La Asociación Cultural Castillo de Turégano renació el pasado verano para difundir el legado cultural del pueblo

Lunes, 20 de noviembre 2023, 11:16

La Asociación Cultural Castillo de Turégano ha aprovechado la reapertura de la fortaleza tras tres años de cierre para despertar del letargo a un proyecto nacido hace tres décadas —con motivo de la primera cesión del Obispado al Ayuntamiento en 1994—, que no pasó de ... embrión. Entonces pretendía reivindicar la rehabilitación del lugar; ahora, con la obra prácticamente concluida, busca aprovechar sus privilegiados muros para impulsar una mayor vida cultural en el pueblo. Aquellos vecinos han recuperado el proyecto el pasado verano y cuentan con más de 200 socios.

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Dos meses y medio en activo con cuatro actividades que sirven de muestrario de lo que el colectivo busca impregnar en la fortaleza. Su presentación tuvo lugar con una conferencia impartida por el doctor en Historia David Espinar Gil, vecino del pueblo, que repasó una selección de imágenes que abarcan aproximadamente un siglo (1839-1935). Aprovecharon la festividad de San Miguel para realizar las primeras visitas guiadas del renovado castillo.

Silvia Olmos, licenciada en Historia del Arte y miembro de la asociación, dirigió esas primeras visitas. «Lo que pretendemos es divulgar el patrimonio cultural de Turégano porque tenemos un valor patrimonial impresionante. Cuanto más lo conozcamos, mejor lo vamos a poder proteger», asegura. Solicitan el uso de la fortaleza al Ayuntamiento, pero recurren al Obispado para el uso del interior de la iglesia de San Miguel. Dibujan un calendario con concursos de fotografía, de pintura o de literatura, así como visitas especializadas, no solo en el castillo, sino en el pueblo y en su entorno más próximo.

Escenario de eventos

En octubre aprovecharon la acústica de la iglesia para celebrar su primer concierto, con un fin benéfico, a cargo del coro madrileño Tourdion.«El espacio completamente abovedado con piedra es una maravilla. Es una iglesia románica excepcional, no tenemos otra igual en la provincia en cuanto a su monumentalidad», defiende Olmos.

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También aprovecharon el 900 aniversario de la entrega de los territorios de Turégano y Caballar por parte de la reina Doña Urraca a la diócesis mediante un acto con el obispo de Segovia, César Franco, o el archivero de la Catedral de Segovia, Bonifacio Bartolomé, experto en señorío episcopal. La asociación pone en especial valor la fortificación de Arias Dávila. «Los niveles de encastillamiento que se consiguen a finales del siglo XV son excepcionales, le da una imagen de poder brutal», indica la portavoz de la asociación.

Olmos defiende un turismo sostenible: «Nuestro entorno puede dar cabida a cualquier visitante». Y apoya que el Ayuntamiento cobre por las visitas al castillo. «Esto hay que ponerlo en valor. Un espacio cultural nunca te va a dar grandes ingresos, pero por lo menos, ayuda a mantenerlo. Dejar entrar a todo el mundo sin entrada resta valor a un espacio», remarca.

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Nueve siglos en manos de los obispos

Turégano conmemora este año el 900 aniversario de la entrega de la reina Doña Urraca del territorio al primer obispo de la diócesis de Segovia, el francés Pierre d'Agen, en 1123. Se desconoce si en ese momento había alguna construcción, pues el origen de la muralla data de finales del siglo XII . Así nació la Villa Episcopal de Turégano, conformada por el municipio, Caballar, y leugo Mojados. La fortaleza sigue siendo propiedad del actual Obispado de Segovia, que cedió su uso al Ayuntamiento mediante un convenio de 50 años firmado en 2017, que renovó el anterior, de 1994.

Aquella fortaleza era el último refugio para los obispos segovianos. Arias Dávila, a partir de 1461, es el ejemplo más memorable. Al principio fue partidario de Enrique IV en el conflicto dinástico de Castilla, pero cambió de bando y dio su apoyo al infante Alfonso. Cuando murió, se refugió en Turégano y desde allí apoyó a la infanta Isabel. Intervino en la falsificación de la bula papal que dispensaba la consanguinidad en su futuro matrimonio con Fernando de Aragón. El Rey Católico fue su huésped em dos ocasiones. Allí esperó cuatro días a que Isabel le llamara después de ser proclamada reina. Fundó una capilla para que sus restos descansaran en la iglesia ubicada dentro del castillo, algo que finalmente no se produjo.

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