«Conocer a alguien en un bar ya es algo casi residual»
Segovia ·
La experta alerta de los problemas de confianza y ansiedad por las apps de citas: «Me estoy acostando con gente que me da igual y no sé pararlo»Segovia ·
La experta alerta de los problemas de confianza y ansiedad por las apps de citas: «Me estoy acostando con gente que me da igual y no sé pararlo»Naiara Insausti trata en su consulta las heridas de una nueva forma de relacionarse. «A raíz de la pandemia, aumentó mucho el uso de la tecnología en general. Conocer a alguien en un bar ya es casi algo residual, la gente no se atreve a ... tratar de manera analógica», afirma la especialista. Una tendencia que esta psicóloga explica por una mezcla entre la protección que proporciona mostrarse a través del móvil y por la comodidad en vidas donde no sobran los huecos en la agenda diaria.
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«Nos hemos vuelto más impersonales, nos protegemos. Mucha gente recurre a las aplicaciones porque así puede mostrar solo una parte de su realidad; si conoces a alguien de forma presencial tienes más dificultad para ocultar ciertas cosas» argumenta Insausti.
La decisión de publicar cierta fotografía, de poner o no el nombre, de evitar temas de conversación... «No hay una exposición tan directa» como en un vis a vis. La hegemonía de la tecnología –también hay aplicaciones para hacer amigos– aprovecha un estilo de vida propicio. «Vamos siempre muy estresados, del trabajo a casa, dejamos poco espacio al ocio y da la sensación que es más fácil dedicar un rato al móvil que apuntarme a clases de algo y conocer a alguien allí», comenta la psicóloga.
Naiara Insausti
Psicóloga
Uno de los razonamientos de entrar en las aplicaciones es suponer que al compartir decisión con la otra parte se reducen las posibilidades de rechazo. Su experiencia es muy diversa. Hay relaciones que funcionan de forma similar a las convencionales. «Conocerse a través de Internet se convierte en un factor casi anecdótico», apostilla Insausti. Y también se dan otras en las que la falta de sinceridad genera problemas. Desde la idealización equivocada o expectativas que llevan al fracaso hasta el conocido como 'ghosting', es decir, desaparecer sin dar explicaciones. Y es que la tecnología permite bloquear a la otra persona sin necesidad de dar la cara.
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Esta es la principal temática de sus consultas. «Estoy hablando con una persona, parece que manifiesta un interés por mí y de repente desaparece. Incluso después de una primera cita en la que crees que todo ha salido bien», expone la experta. Naiara Insausti rompe con la idea de que ese rechazo indirecto sea menos agresivo. «Genera mucha más inseguridad. Pasas de mucha interacción a nada. ¿Y qué ha pasado ahí? No sé si he hecho algo mal, si hay algo en mí que no le ha gustado. Siempre tendemos a pensar que tenemos algo malo y que por eso se ha alejado», desgrana la psicóloga.
Cuadros de ansiedad o inseguridad que quedan en la memoria. «Te afecta a la hora de conocer a otras personas, vas con el miedo a que esto te pase; así que muestras menos tu realidad, te proteges más y es más difícil relacionarte bien», añade.
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Naiara Insausti
Psicóloga
Elegir personas en un catálogo tan amplio reduce la empatía. «No ves a la persona que hay detrás, parece un número más; no pienso en las circunstancias y no me comporto con la misma sensibilidad. Me vuelvo más frío, no me afecta tanto hacer daño», explica así los comportamientos que se pueden encontrar. Por eso , subraya como fundamental que ambas personas busquen lo mismo. «Si una persona te está diciendo que solo quiere relaciones sexuales y tú te estás haciendo a la idea de una relación sin mostrarlo, siguiendo el paso, te vas a sentir mal», asevera.
Su primer paso en terapia es definir el objetivo por el que usa la aplicación y transmitirlo. «Intento hacer mucho hincapié en la seguridad en uno mismo. Muchas veces por no hacer sentir mal al otro, hay gente que se ve en lugares que no quiere estar. Tienes el mismo derecho a decir lo que quieres, y si no cuadra, pues ya está».
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El uso también desemboca en comportamientos compulsivos. «Es muy fácil conocer a alguien, me acuesto con esa persona, doy por hecho que está en lo mismo que yo. Y si no me va bien, otro perfil, sigo tirando de la lista. En persona es mucho más difícil conocer a cuatro personas diferentes en un día», pone de relieve Naiara Insausti.
Naiara Isausti
Psicóloga
Hay pacientes que lo convierten en un juego. «Se acaba convirtiendo en el número de personas con las que me acuesto sin pensar en quién hay detrás. Y otros sufren muchísimo con eso. Se ven muy atrapados en esas dinámicas y lo pasan muy mal; no quieren relacionarse así, pero tampoco encuentran la manera de salir de esto», explica la psicóloga.
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Luis Javier González
Luis Javier González
Ese relato de un mal necesario cada vez más extendido. «Al final esta es la manera de relacionarse; tengo que estar aquí, me guste o no. Estoy en una rueda, venga a conocer gente. Sé que no es lo que quiero hacer, pero no dejo de hacerlo. Me estoy acostando con gente que me da igual y no sé pararlo», concluye Insausti en su reflexión.
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