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La Gimnástica Segoviana aprovechó ayer la introspección del fútbol hacia el comportamiento de sus hinchas tras los incidentes del derbi entre Real Madrid y Atlético. «Es algo que está pasando cada fin de semana en infinidad de campos», subraya su entrenador, Ramsés Gil, que va ... más allá de los grandes campos. «Es una cuestión de educación y de respeto. Se ha normalizado desde tiempos inmemoriales que en el campo se puede insultar y vejar a cualquiera». Tildó la decisión del colegiado de parar aquel encuentro como un primer paso, pero pidió extender ese criterio desde Primera a los partidos de niños. «Si hay un comportamiento incívico en la grada, se suspende el partido. Y se acabó. Es la única manera porque ellos mismos se erradicarían o los que están al lado se encargarían de que esa gente no fuera. Pero es muy complicado. No es cuestión de días, ni semanas, ni temporadas. Pero hay que hacerlo, sin ninguna duda», afirmó contundente el técnico azulgrana.
Una valoración que escuchó Miguel Berlanga mientras se refugiaba del frío para después ahondar en esa normalización. «Parece que vale todo y no es así. Todos hemos vivido algún insulto desde la grada, sabemos que es lo que hay, pero hay veces que se pasa el límite. No hace falta que sea un partido del Madrid, hay que cortarlo cuanto antes», aseveró el jugador. El extremo defiende suspender la contienda. «Hay niños en la grada, lo que hacen las personas mayores se les pega. No hace falta llegar a límites tan negativos. A la mínima, en cuanto alguien se pase de la raya, que se pare el partido».
En ese ambiente de reivindicación del civismo prepara la Segoviana la visita del Zamora, el domingo a partir de las 15:30 horas, en La Albuera. Ramsés recordó el último enfrentamiento en 2021, en la final de lo que llamó 'play-off' exprés, un formato que tildó de «sinsentido»: los cuatro mejores del grupo VIII por un billete a Segunda B. «Recuerdo llegar de víctimas, ellos eran claros favoritos y lo hicieron bien, una performance que no se me olvidará en la vida. Desde los jugadores en el campo hasta los que podían estar en la grada… lo tenían todo orquestado y nos ganaron, probablemente con justicia». Pero son nuevos tiempos. «Ahora el cuento ha cambiado. Estamos en el mismo sitio».
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Luis Javier González
El Zamora viene de ganar 5-0 al Amorebieta, la primera victoria en seis partidos para un club que lleva toda la liga en el furgón de cola y es antepenúltimo con cuatro puntos, a cuatro de la Sego, duodécima. «A los equipos que han variado tanto sus plantillas, les lleva tiempo cuadrar las piezas. Si te dejas llevar por los resultados, pensaríamos que es un equipo hecho para pelear abajo; pero cuando ves los partidos, te das cuenta de que han jugado mucho mejor de lo que dicen sus números».
El análisis de Ramsés es que el peligro del rival pasa por sus futbolistas. «Tiene una forma de jugar bastante similar a la nuestra, pero jugadores muy determinantes en la parte de arriba. Es un equipo muy agresivo que va a presionar arriba prácticamente en todos los campos», expuso el entrenador. «En nuestro campo tenemos que imponernos porque tendremos más de 2.000 personas de nuestro lado». Lo dice alguien que ha jugado derbis con diez veces menos convocatoria. «Cuando ofreces un producto mejor, es normal que haya más gente».
Aunque no use las lesiones como excusa, el técnico de la Segoviana, Ramsés Gil, prepara un plan de ataque con la enfermería hasta arriba. Algo que afecta especialmente los entrenamientos, pese a los aportes del equipo juvenil y del Turégano. «Cuando está todo el mundo disponible, el nivel es superior, por razones obvias. Ahora, por suerte, tenemos gente que nos puede completar para trabajar el componente táctico con suficiencia, pero echas de menos a los que están. Pero todos los equipos… el mismo Zamora tenía la semana pasada un montón de bajas. No te puedes estar lamiendo las heridas constantemente; esto es fútbol y las lesiones forman parte del juego», arguye el técnico. Son siete las bajas con las que visitó al Arenteiro, incluyendo a Juan de la Mata en el banquillo como último recurso para una urgencia que el cuerpo técnico no vio. El medio entrenó ayer con el grupo junto a Rodrigo Sanz y Sergi Molina. La evolución de Hugo Díaz, Fer Llorente y Astray en las próximas horas determinará su inclusión, aunque las esperanzas no son muy altas. «Y Rubén, más complicado. Así estamos», añadió Ramsés.
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